La doncella en apuros y el hombre desechable: del tradicionalismo al feminismo

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Se han escrito ríos de tinta sobre la imagen del osado guerrero que rescata a una doncella en apuros (generalmente princesa) de las garras de un malvado monstruo. Desde la perspectiva de género, esta imagen se ha citado en las narrativas tradicionales y modernas para criticar la pasividad de la doncella, la imagen de la mujer como un ser desvalido, su carácter de trofeo, etc. El análisis que realizaremos en este blog partirá de una perspectiva diferente: nos centraremos en casos históricos donde esta narrativa se ha empleado para alcanzar fines políticos utilizando la desechabilidad masculina.

Un conocido ejemplo donde la imagen de la doncella en apuros fue utilizada políticamente lo encontramos en la Primera Guerra Mundial. Para obtener el apoyo de la opinión pública estadounidense en un conflicto que buena parte de la población no consideraba en su mejor interés, el gobierno realizó una serie de carteles donde denunciaba las atrocidades alemanas en Bélgica.

The rape of Belgium

Como pueden ver, la nación belga es retratada como una mujer indefensa que va a ser asesinada, y muy probablemente violada, por el soldado que representa a Alemania. No por nada la ocupación alemana de Bélgica ha sido conocida como La violación de Bélgica. Asimismo, la ocupación de Nanking por los japoneses durante la Segunda Guerra Mundial también sería conocida como “la violación de Nanking” debido a las masacres y torturas cometidas por el ejército nipón.

Resulta interesante ver que los crímenes más brutales de la guerra son comparados con la violación de una mujer, y no otro tipo de crimen. Además esa violación, o amenaza de violación, son el recurso utilizado por el gobierno tanto para cambiar la mentalidad de la opinión pública como para animar a que los hombres se alisten a matar y morir en una guerra que inicialmente poco tenía que ver con ellos.

La ideología de género imperante actualmente (el feminismo) considera la violación un acto aprobado, normalizado e incluso promovido por el Patriarcado, como puede verse en este panfleto que circula por internet (abajo). Sin embargo, el cartel que condena la agresión alemana, así como el nombre dado a estos episodios históricos, nos muestran una historia muy diferente. Una historia donde la violación se considera un crimen tan ultrajante que sirve para compilar todas las atrocidades cometidas contra la población civil, y que el gobierno utiliza porque considera que apelará al papel de protector de los varones para marchar a la guerra.

El violador es un hijo sano del patriarcado

No, no lo es.

Un uso político más reciente de la narrativa de la doncella en apuros lo encontramos en la Invasión de Panamá. Aunque la clase política estadounidense no las tenía todas consigo en cuanto a lanzar el ataque, un incidente fue aprovechado por el mandatario George H. W. Bush como pretexto para iniciar la guerra. La esposa de un oficial de la marina había sido (supuestamente) amenazada con ser violada por soldados panameños. George H. W. Bush denunció la agresión y afirmó contundentemente que no permitiría que esta mujer fuera ultrajada. Hubo otros argumentos, por supuesto, pero éste fue el identificado como detonante (página 19). Al día siguiente la invasión se puso en marcha. Un episodio que se saldó con cientos, o quizá miles de muertos, dependiendo de las fuentes consultadas.

El tradicionalismo nunca ha tenido reparos en utilizar a la doncella en apuros para motivar a la opinión pública y enviar a hombres desechables a la guerra con tal de conseguir sus objetivos, amén de los civiles de ambos sexos que también mueren durante estas contiendas. Lo que realmente me resultó interesante es que el feminismo, que no se cansa de decir que lucha por ambos sexos, haya mantenido la misma actitud hacia la desechabilidad masculina.

La Guerra de Afganistán de 2001 fue iniciada para combatir el terrorismo, pero también contaba con la narrativa de la doncella en apuros, esta vez en versión feminista: salvar a las mujeres afganas de sus opresores varones. Marit Nybakk, quien presidía el Comité de Defensa Noruego, declaró en 2002 al diario nacional Dagbladet:

Ésta es una guerra de liberación y también una guerra para liberar a las mujeres de Afganistán. Por tanto el aspecto de los derechos de las mujeres es crucial para mí. Durante muchos años he estado gravemente preocupada por la extrema opresión de las mujeres bajo el gobierno talibán. Aquí en Occidente cerramos nuestros ojos al grotesco tratamiento al que las mujeres son sometidas porque no nos afecta.

Recordemos que en aquel entonces Noruega tenía implantado el servicio militar obligatorio sólo para hombres. Pero no hubo una sola mención (en ningún país) sobre la sangre que tendrían que derramar los hombres para alcanzar dicha liberación, mientras que instituciones como el servicio militar obligatorio masculino vulneraban su propia libertad.

Pero Marit Nybakk no estaba sola. Organizaciones de peso como la estadounidense Feminist Majority Foundation también ofrecieron su apoyo a la guerra de Afganistán. Si bien hubo feministas que se opusieron.

Esta narrativa ganó mayor atención cuando nueve años después, la opinión pública estadounidense comenzó a preguntarse si no iba siendo hora de mandar a los soldados de vuelta a casa. Fue entonces cuando apareció esta portada en la revista TIME titulada Qué ocurrirá si nos vamos de Afganistán.

If we leave Afghanistan

Esta portada utilizaba descaradamente la narrativa de la doncella en peligro con propósitos políticos, aunque ahora encubierta en un lenguaje feminista donde la preocupación se centra en los derechos de las mujeres. Básicamente se le estaba diciendo al público estadounidense que para garantizar la seguridad de las mujeres extranjeras se requerían el sacrificio humano de los varones del país, que como demostré en mi análisis sobre la guerra de Iraq, constituyen el 98% de los soldados muertos en estos conflictos. Mientras la vida de la mujer, aunque extranjera, es valiosa, la del hombre, sea de donde sea, es desechable.

Con esto no quiero que nadie piense que soy indiferente a la historia retratada por TIME. Pero hay que tener en cuenta que la mutilación mostrada en la revista ocurrió durante la ocupación americana, e incluso es posible que fuera debido a la ocupación americana, pues ante una invasión militar y cultural los sectores más reaccionarios de la sociedad invadida tienden a llevar sus costumbres a mayores extremos para reafirmar su identidad y resistir la aculturación. En cualquier caso no tienen que creerme a mí, pues hay muchas mujeres afganas que han alzado su voz contra la ocupación afirmando que la situación no ha mejorado, e incluso en algunos casos ha empeorado. Como ya mencioné en un artículo anterior, la situación del varón afgano tampoco es envidiable en absoluto. Y el discurso de “salvar a esos bárbaros de sí mismos” sirvió para justificar numerosos actos imperialistas, con la conquista española y el colonialismo europeo del siglo XIX como ejemplos más visibles.

En el caso del Afganistán, el feminismo (o parte del feminismo) ha continuado la larga tradición de desechabilidad masculina heredada del tradicionalismo. Si bien la protección de los más débiles es un valor positivo y no voy a abogar por su eliminación, necesita desprenderse de la carga de género explícita e implícita que contiene, en la que el protector sacrificable siempre ha de ser el varón y la protegida la mujer.

¿Quién se beneficia de tu hombría?

Como de costumbre, aquellos que mueren impulsados por su papel tradicional de protector, y porque otros les dicen que han de salvar a una doncella en peligro, no son los beneficiados, como tampoco lo son aquellas familias que dejan atrás. Es posible que las mujeres a quienes se brinda protección puedan beneficiarse a corto plazo, pero sin duda los grandes beneficiarios son quienes obtienen ganancias económicas con la guerra: compañías armamentísticas, empresas dedicadas a la reconstrucción, etc. además de otros beneficiarios (políticos, por ejemplo) dependiendo de la guerra que se trate. Recordemos que aunque el pretexto de la doncella en apuros se utiliza para ganarse a la opinión pública y empujar a los varones a luchar, ninguna de las guerras mencionadas tuvo como objetivo único o principal proteger a la mujer.

31 comentarios sobre “La doncella en apuros y el hombre desechable: del tradicionalismo al feminismo

  1. En una carta a El País. La Federación de Mujeres Progresistas hizo una llamada a la «solidaridad» por las más de 200 mujeres asesinadas en la guerra civil de Argelia.
    Pero se olvidan de que, si los muertos totales eran entonces 40.000, resulta que en aquél conflicto habían habido ¡unas 200 VECES más muertos entre los varones que entre las mujeres!
    Y eso que la convocatoria se hacía para defender los valores de la tolerancia y la IGUALDAD sin distinción de raza, SEXO, ni religión.
    Este «olvido» de los muertos varones se produce siempre, y no sólo tienen amnesia los subvencionados grupos feministas. Todos los políticos y los informadores habituales tienen «amnesia». Nadie subraya el sexo de los muertos ni de las víctimas, ni de los perjudicados cuando son varones: ¿de qué sexo son casi todos los ahogados en las pateras? ¿Y los muertos en accidentes laborales? ¿Y las víctimas del fracaso escolar, de las expulsiones de las escuelas, de las cárceles?
    Casi todos son varones, pero esto no se denuncia NI SE QUIERE CORREGIR. Por ejemplo, aunque el 97% de las víctimas mortales de los accidentes laborales son hombres, la nueva ley de «igualdad» exige a las empresas que cuide especialmente la seguridad de las mujeres. ¡Si hay más de 30 veces más víctimas entre los hombres, que acaparan los trabajos peligrosos!
    En cambio, por una ligera superidad de víctimas de la violencia doméstica entre las mujeres, se hace una propaganda casi exclusiva de las mismas, como si no existieran asesinatos de varones o estos fueran mucho menos injustos y trágicos. Además, esta superioridad de las víctimas femeninas en este tipo de violencia es relativa. Cabe tener en cuenta que también se silencian las mujeres asesinadas por otras mujeres y, sobre todo, el hecho de que las mujeres son las que siempre han liderado el asesinato infantil. ¿Sería justo identificarlas con el asesinato de los niños?
    Por tanto, esta información tendenciosa surge de la competencia entre varones, y no del «feminismo» en si. El «feminismo» no igualitario, o de género, es utilizado por los vaores en el poder, o que tienen poder para eliminar o marginar a sus competidores, privándoles de sus derechos. De su derecho a una educación adecuada, de su derecho a conocer sus derechos y, sobre todo, de su derecho a una vivienda digna, pues, de esta manera, impiden que puedan incorporarse a la sociedad como varones adultos.

    1. «Y eso que la convocatoria se hacía para defender los valores de la tolerancia y la IGUALDAD sin distinción de raza, SEXO, ni religión.»
      estimado: cada vez que escucho o leo la palabra «igualdad» (como tantas otras) en cuestiones de ingeniería social, tengo el reflejo de apoyar mi espalda contra la pared ( para proteger la retaguardia..) y cuido mi billetera.
      A la frase : ..» porque todos somos iguales y bla.. bla ..bla» , vale el retruque en voz baja : «…pero algunos son MAS iguales que otros…».
      Saludos.

  2. Para completar mi anterior comentario, quisiera decer que la causa de que todo esto ocurra es porque los niños son educados para violar los derechos de los otros niños, los hombres son educados para violar los derechos de los hombres. También violan y ejercen la violencia contra las mujeres, pero la principal lucha por el poder es entre los hombres.
    Por esta razón, nuestros dirigentes son VIOLADORES DE LOS DERECHOS DE LOS HOMBRES, especialmente de los NIÑOS DE LA ESCUELA, que empiezan por tener más fracaso escolar que las chicas y van llenando prisiones: ¡ya tenemos más de 5 veces los presos de Franco!
    Leyes como la de la «Igualdad efectiva» y «Contra la violencia de género» son también promoción de la muerte. Como la antigua ley del «Servicio Obligatorio sólo-para-varones»: son agresiones de nuestros dirigentes contra otros hombres, privados de sus derechos por su educación. La norma de nuestros dirigentes es violar los derechos de los otros hombres, empezando para los niños de la escuela. Y exceptuando a los banqueros, etc. Claro!!

  3. @Raúl

    A eso es a lo que me refería con que el masculinismo lo tiene más difícil que el feminismo para llegar a la mayor parte de la sociedad. El feminismo continúa una tradición que exige la protección y defensa de la mujer. El masculinismo, sin embargo, tiene que ir contracorriente al exigir que se reconozca el valor de la vida del varón.

    No pienso, sin embargo, que los políticos varones utilicen esta ideología para eliminar competidores en una lucha darwinista. Lo que creo es que se han apuntado al discurso ideológico imperante por motivos populistas y electoralistas. Ir a favor del discurso feminista te hace quedar bien, especialmente si eres hombre porque no te pueden acusar de mirar por tus intereses. Por otra parte, permite continúar la tradición del varón protector que sigue siendo tan popular como siempre. A los políticos que han ido en contra (torpemente y mal, por lo que he visto) se les ha destruido públicamente. Como ya dije, y escribiré en el futuro, creo que tendrá que ser una mujer (política) razonable y abierta de mente la que tome cartas en el asunto para mejorar esto, porque los políticos varones no van a renunciar a la buena imagen pública que les da respaldar esta ideología.

    Otro problema por el que encontramos invisibilidad de las víctimas masculinas en los conflictos, es por el discurso feminista de que el hombre constituye la clase dominante y opresora. Por tanto, consideran que los hombres mueren básicamente porque quieren, porque teniendo el poder podrían frenar el conflicto en cualquier momento. Lo que este punto de vista ignora (y el tema será desarrollado en otra entrada) es que la mayoría de los regímenes pasados y presentes no han sido democráticos, y por tanto el 99% de los varones no decide absolutamente nada. Y en los democráticos, donde el voto de la mujer vale igual que el del varón, ya vimos en la entrada que escribí sobre la Guerra de Irak cómo un electorado mayoritariamente femenino reeligió a un presidente tan beligerante como George W. Bush.

    1. No creo que ninguna mujer política pueda solucionar las cosas, todas han llegado a donde están gracias a esas leyes de Igualdad promovidas por el feminismo, la «paridad» y etc. Si las reglas del juego político fueran «justas» para los varones apenas habría gobernantes mujeres, ni siquiera las propias mujeres las votan, en realidad prefieren que las gobiernen hombres porque la mujer quiere seguir teniendo el poder doméstico.
      Que una mayoría de mujeres eligiera a un presidente como Bush es normal, ya Victoria Kent se opuso en 1931 a que se le diera a las mujeres el derecho al voto porque beneficiarían a la derecha. Las mujeres, en realidad, pese a la apariencia del feminismo, siempre tienden a conservar el «statu quo» que incluye las guerras porque son los varones quien muere en su lugar. Les interesan siempre las tendencias más conservadoras, y es lógico, puesto que su papel es el de «conservar» su familia (bien tranquilitas en casa), administrar el dinero ganado por el marido…
      Quién ha formado los movimientos antimilitaristas? Varones. Quién se ha movilizado contra las guerras? Una mayoría aplastante de varones, como en cualquier movimiento social (que no es que yo simpatice siempre con estos movimientos, la mayoría cometen muchas equivocaciones y tienen puntos de vista erróneos, pero al menos intentan cambiar un poco las cosas.
      Hay que recordar a Carme Chacón como ministra de Defensa pasando revista a las tropas… eso muestra lo que hacen las mujeres, mandar sobre el ejército si pueden enviando a los varones a morir por ellas…

      1. @Almendro

        Lo que he dicho, que una mujer podría solucionar las cosas, es justamente lo que está empezando a pasar en Suecia. Nyamko Sabuni, la ministra de igualdad en Suecia, encargó un estudio para analizar los problemas y reivindicaciones de los hombres. Al menos ha dado el primer paso, cosa que ningún político varón ha hecho hasta el momento porque les resulta más fácil ir de caballeros andantes populistas.

        http://www.pellebilling.com/2012/10/swedish-government-creates-commission-to-investigate-mens-issues/

        En Estados Unidos hay numerosas mujeres en la política, tan capaces (e incapaces) como los hombres que desempeñan los mismos cargos, y allí las cuotas no se aplican a los puestos políticos. Tampoco puedes pintar el carácter o la capacidad de las mujeres de un brochazo, como no me gustaría que se hiciera de los hombres. Ni culparlas de tantas cosas. Los roles de género los hemos construido entre todos, hombres y mujeres, y ambos tenemos nuestra responsabilidad en cambiarlos. Hay una diferencia entre que la mayoría de las mujeres votara a Bush y que lo hicieran la totalidad de las mujeres. También lo votaron la mayoría de los hombres y no por ello todo los hombres son conservadores. Si las mujeres sólo quisieran estar en casa administrando el sueldo del marido, no habrían luchado por eliminar las trabas que les impedían acceder a puestos que antes les estaban vedados. En cualquier caso, grandes afirmaciones requieren grandes pruebas.

      2. «Si las mujeres sólo quisieran estar en casa administrando el sueldo del marido, no habrían luchado por eliminar las trabas que les impedían acceder a puestos que antes les estaban vedados.» (Carlos Rodríguez)

        Las supuestas «luchas» por «puestos que antes les estaban vedados» hay que documentarlas… Lo demás forma parte del cúmulo de mitos, medias verdades y mentiras que la fábula feminista ha divulgado. ¿Acaso la incorporación de las mujeres al ejército obedece a unas luchas para que eso fuese posible? Es que yo no recuerdo tales luchas… Y nombro a los militares porque aparte del ejército pocos son los trabajos donde estuviese «vedada» la presencia femenina (por lo visto los varones obligados a hacer el servicio militar obligatorio estarían contentísimos de gozar de tal privilegio). Otra cosa es que dentro de sociedades tradicionales se de una marcada división sexual del trabajo, sin que ello implique una supuesta «prohibición» de desempeñar tales o cuales profesiones para hombres y mujeres.

      3. Sí, ciertamente tienes razón, el tono de mi respuesta no es el adecuado y he generalizado excesivamente. No me refería en realidad a todas las mujeres, sino más bien sólo a las feministas de género, y casi sin darme cuenta he extrapolado los razonamientos.

  4. Solo un pequeño apunte: no me parece bien cuando se diferencia a la población civil de la militar, […] amén de los civiles de ambos sexos que también mueren […], como si un uniforme te hiciera más desechable, teniendo en cuenta que los militares de los conflictos han sido generalmente civiles reclutados a la fuerza, con lo que son las primeras víctimas y no los malos desechables. Incluso cuando son profesionales, suelen pertenecer a las clases más desfavorecidas, que recurren a jugarse la vida para salir adelante. Sé perfectamente que no pretendes decir que el uniforme justifique su muerte, pero, a veces, la inercia de los discursos nos hace distinguir civiles de militares de una manera excesivamente tajante e injusta con los reclutados forzosos.

  5. Ya que comentas el apoyo del Comité de Defensa Noruego,a la guerra de Afganistán, creo que es el momento de comentar algo que leí en el blog «personas no género». cuando empezaron los ataques en la reciente guerra de los Balcanes, el gobierno noruego se preocupó de sacar de enmedio a sus mujeres soldados profesionales antes que a la población civil y de paso recordar que en la feminista Noruega sigue existiendo el reclutamiento forzoso de varones (y derecho a la profesionalidad con ventajas para las mujeres), todo un ejemplo de su idea de igualdad o, más bien, de igual da

  6. @Arturo

    Desde luego no fue esa mi intención. Como puedes comprobar todo el artículo gira en torno a la desechabilidad de los militares. De hecho la mención a los civiles es sólo para recordar que ellos también cuentan.

  7. Tocáis un tema muy interesante y muy difícil a la vez y me refiero no solo a la entrada sino también a los comentarios de Arturo. Seguramente desde el masculinismo habrá que abordarlo porque nos tropezamos con él todos los días aunque sea en dimensiones de gravedad muy diferente.
    Me gustaría desarrollarlo con más amplitud y quizá lo haga con una entrada en mi blog, pero de momento quiero apuntar que cada día estoy más convencido de que el éxito del feminismo se basa en saber tocar los resortes que convierten al varón en poco menos que un mandado, resortes que están gravados en nuestra memoria cultural y biológica y que en buena medida actúan de forma inconsciente. En ese sentido el varón es prácticamente el mismo de siempre y, aun cuando el neofeminismo haya hecho trizas su figura, sigue respondiendo con igual fidelidad en su papel de protector y proveedor, aunque esto último lo sea cada vez más a través de sus aportaciones a los presupuestos del Estado.
    Y el mecanismo es el mismo cuando hablamos de estos llamados para alistarse e ir a la guerra, que cuando en el Titanic, y tantas otras situaciones parecidas, se decide salvar a las mujeres y los niños primero, pero en múltiples ocasiones de la vida diaria. Recientemente criticaba en mi blog un artículo firmado por un eurodiputado europeo: http://personasnogenero.blogspot.com.es/2013/04/las-trampas-de-la-cultura-patriarcal.html
    que ante la inutilidad y el despilfarro de esa medida que supuso el gasto de un millón y medio de euros y tomar medidas a 10.000 mujeres con el objeto de unificar tallas finalmente se demostró que no servía para nada, no vierte ni una sola crítica contra las promotoras y el neofeminismo sino contra unos cuantos intervinientes en la operación que para mayor casualidad son varones y no solo eso sino que todo el artículo se deshace en alabanza a la belleza femenina.
    Y la lista se podía hacer mucho más extensa si pensamos en la benignidad hacia la mujer con que se juzgan social y políticamente los mismos actos sea que los protagonicen ellas o ellos.

    1. @Emilio

      Gracias por el enlace. Creo que justamente por lo que dices, el feminismo ha podido amoldarse al discurso cultural ya existente (proteger a las mujeres) y prosperar. Quienes luchamos por los hombres creo que lo vamos a tener bastante más complicado, porque el mensaje no encaja nada bien.

  8. @Arturo

    Desde hace unos meses el gobierno noruego ha extendido el servicio militar obligatorio a las mujeres. Sin embargo, cuando apoyaron la guerra de Afganistán, era únicamente masculino. Resulta por tanto sumamente hipócrita que apoyaran militarmente una guerra para defender los derechos de las mujeres mientras mantenían un servicio militar obligatorio que se nutría de varones. Empiezo a escuchar las carcajadas de los historiadores del futuro cuando analicen esto.

    http://www.reuters.com/article/2013/06/14/us-norway-women-conscription-idUSBRE95D0NB20130614

  9. @Sandra

    Sólo para Estados Unidos aquí hay algunas leyes que prohibieron a las mujeres realizar algunos trabajos, como la abogacía (N. 4).

    http://womeninbusiness.about.com/od/smallbusinesslegalissues/tp/lawhistorynegative.htm

    En cuanto a mujeres luchando por acceder a puestos vedados, cito este párrafo que narra el proceso por el que las Fuerzas Armadas de los USA han permitido el acceso de la mujer a los puestos de combate:

    «In November 2012 the American Civil Liberties Union filed a federal lawsuit challenging the ban on behalf of four service women and the Service Women’s Action Network, a group that works for equality in the military.»

    Es decir, Amercian Civil Liberties interpuso una demanda en nombre de cuatro mujeres sirviendo en las Fuerzas Armadas.

    Fuente:

    1. «En cuanto a mujeres luchando por acceder a puestos vedados, cito este párrafo que narra el proceso por el que las Fuerzas Armadas de los USA han permitido el acceso de la mujer a los puestos de combate»

      Enhorabuena a los USA. Ya era hora de que matar enemigos fuese un privilegio acaparado por hombres blancos heterosexuales. Se acabó la discriminación, porque los hechos están demostrando que una mujer, un homosexual, o un negro son tan capaces de matar como lo haría cualquier otra persona… Humor negro aparte, es obvio que no puedo entenderme con alguien que vea como algo positivo dicho tipo de «igualdad».

    2. Tu franqueza Sandra es de agradecer porque pones altavoz a algo que desde el feminismo y las mujeres está funcionando con toda intensidad, pero pocas veces se ve formulado tan explícitamente como haces en tu comentario.

      La igualdad no es un principio general para hacer que dos grupos sociales: hombres y mujeres tengan los mismos derechos y obligaciones, sino un instrumento a mejor conveniencia de uno de ellos, de tal modo que: ahora me interesa y un poco más tarde no lo quiero, para esto sí, pero para aquello no, iguales sí pero la guerra para los hombres, porque a mí lo que me interesa cuando me interesa hablar de igualdad es en ámbitos como la política, la justicia, la educación o los medios de comunicación, diría más, no hay problema en que en esos sectores se incline la mayoría de mi lado, dado que en los trabajos duros y pesados, en la guerra y los cuerpos de protección hay una mayoría natural de hombres.

      Pero entonces la pregunta es: ¿en qué se diferencia lo que tú propones del denostado patriarcado?

      1. Emilio. No estoy segura, pero no sé si te ha quedado claro que mi comentario estaba hecho con muchísima ironía. Por mi parte no he propuesto cosa alguna, sino que me he limitado a hacer una parodia de ciertas concepciones feministas e «igualitaristas» que hoy están vigentes.
        Un saludo.

      2. Sandra, efectivamente no capté que estaba escrito en tono irónico. En cualquier caso valga la contestación para quien dice lo mismo pero sin ironía. Lo dicho, disculpas y un saludo..

  10. Lindo tema, el reclamo de «igualdad» de oportunidades y derechos (suavizando un poco bastante las exigencias y los deberes), para ir a directo a los niveles gerenciales o de mando ,con gran economía de tiempo, esfuerzo y riesgos de niveles de ejecución…, me queda la duda :¿ astucia o ignorancia?, cualquiera sea el caso habría una medicina: exponer a esas personas a la realidad, donde la subjetividad del lenguaje y la emocionalidad tienen escasa utilidad como herramienta de tracción sobre personas a enfrentar y menos aún sobre objetos a manipular.
    No ficción: hace más de una década, persona por autodiscrimanación positiva (hábil por cierto…) . logró grado jerárquico sin exigencias y en 1/4 del tiempo por ley necesario para ello; un día surgió un inconveniente y ante un acontecimiento que exigía condiciones personales y profesionales propias de la jerarquía «obsequiada», sus subordinados le pidieron directivas concretas y que guíe en persona,; ante su propia incapacidad solicitó asistencia a un antiguo superior, al que había superado en la graduación por vía irregular; de este recibió como devolución : «… tu salario, tus funciones y tu responsabilidad, no es mi problema…».
    Moraleja: «guía y manda errado, quien nada conoce y obedecer no quiso».
    La realidad a la que algunas personas desean modificar vía el berrinche, con su disfraz de «rol de liderazgo» o supremacía «moral», basta dejarlas con la mínima asistencia a que enfrenten lo pretendido.(si te gusta el durazno, aguantate la pelusa…)
    Saludos…

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