Hacia una nueva historia de las relaciones de género

Muchas discusiones sobre temas de género han terminado con la invocación de un pasado en el que la mujer ha sido explotada y oprimida consistentemente por el varón, llevando a la necesidad de realizar enmiendas en el presente a fin de rectificar la histórica injusticia. Este discurso sobre el pasado en no pocas ocasiones desemboca también en actitudes revanchistas, ¿pero hasta qué punto es cierto?

Nuestro artículo presentará un modelo alternativo para explicar los aspectos más discutidos en la historia de las relaciones de género y poner en contexto el sufrimiento tanto masculino como femenino que emana de sus roles. Antes de comenzar, sin embargo, quiero clarificar algunas cosas:

Lo que voy a presentar es un modelo que se nutre de escritos realizados por historiadores y antropólogos. Todo lo que verán aquí ya se ha dicho con anterioridad. Mi único mérito es hilarlo todo y presentarlo como alternativa.

No debe entenderse como una teoría, sino como un conjunto de explicaciones. Dichas explicaciones, por supuesto, no equivalen necesariamente a justificaciones.

Como la variabilidad cultural ha sido inmensa a lo largo del tiempo y el espacio, este modelo no es aplicable a todas las sociedades pasadas o presentes (de hecho ningún modelo lo es), pero sí para las más extendidas.

Continuando con el punto anterior, no debe entenderse el esquema que voy a presentar como inevitable. Los factores que señalaré no siempre producen los mismos resultados, dependiendo del contexto. Intento señalar, sin embargo, que cuando se producen no nacen necesariamente por el deseo de dominar o controlar a la mujer.

Del mismo modo, podemos considerar este escrito como un resumen muy simplificado, donde inevitablemente se van a perder cientos de matices. Se trata de temas que todavía siguen siendo objeto de discusión y sobre los que se podrían escribir volúmenes. Lo que presento aquí es la explicación más plausible pero ha de considerarse, eso sí, como un esqueleto que iremos rellenando con futuras aportaciones, incluyendo las realizadas en la sección de comentarios.

Para no hacer un artículo excesivamente largo, voy a referirme también a otras entradas que he escrito sobre temas históricos en este blog. Pueden leer los textos citados si quieren más detalles.

Patrilocal y patrilineal

Para entender por qué las culturas más exitosas antes de la Revolución Industrial son, o han sido, “androcéntricas” tenemos que examinar el modelo de residencia patrilocal, que generalmente se da en las sociedades patrilineales.

En el modelo de residencia patrilocal, la esposa abandona a su familia para unirse a la de su marido, de la que pasa a formar parte. De esta manera la responsabilidad de mantener a los padres recae sobre los hijos varones. Las mujeres, por el contrario, pasan convertirse en una “inversión menos rentable” pues al casarse sus obligaciones son hacia la familia del marido, y no hacia su familia biológica. En algunas culturas la hija ha de contar con una dote para casarse, que se considera muchas veces como recibir la parte de su herencia por adelantado. La función de la dote es proteger a la mujer en caso de viudedad, divorcio o abandono, como se contempla por ejemplo en las Partidas de Alfonso X el Sabio (Partida IV, título XI, ley XXXI), pero al aumentar el patrimonio familiar del esposo y su familia se convierte en un bien codiciado por ésta.

Las consecuencias del modelo patrilocal para las mujeres, como pueden imaginarse, distan de ser benignas. Un conocido proverbio indio afirma que “criar a una hija es como regar el jardín del vecino”. En efecto, invertir en la educación de una niña cuesta dinero para que luego sea otra familia la que se beneficie. Una familia rica puede permitírselo, e incluso promoverlo a fin de obtener un mejor enlace matrimonial con el que lograr influencia o establecer una alianza con la familia del esposo. Sin embargo, para aquellas familias con menos recursos, es mucho más eficiente invertir en la educación del varón, pues será aquel quien se encargue de la familia en la vejez. Dependiendo de las circunstancias, también puede ser conveniente casar a la hija a una pronta edad.

Aquí podemos ver una razón por la que no se educaba a las niñas con la misma frecuencia que a los niños, algo que podía erróneamente llevar a la opinión general de que las mujeres eran menos inteligentes, o incluso menos aptas para aprender. Así entramos en el círculo vicioso de que las mujeres no recibían tanta educación, y por tanto no se desarrollaban intelectualmente como los hombres, pero también el hecho de que al creerlas menos capaces se las excluía de la educación, principalmente superior (que no olvidemos, tampoco estaba al alcance de la mayoría de los varones).

La consecuencia más terrible de este modelo patrilocal podía ser, en algunos casos, el infanticidio femenino, particularmente en las familias con menos recursos y sobretodo si se requería dote para casarlas. Los hijos varones también eran asesinados en ciertos casos, principalmente si tenían algún defecto físico o enfermedad grave. Las razones generalmente eran las mismas: la familia no puede permitírselo, y en casos especialmente crueles, no quiere permitírselo.

Es significativo que la mayor parte de los infanticidios eran y son cometidos por las madres. En los relatos de la India contemporánea podemos oír sobre mujeres que mataron a sus hijas por iniciativa propia, otras que fueron presionadas por los familiares y en muchos casos que mataron como resultado del consenso familiar. Los motivos de la madre para matar a sus hijas, en cualquier caso, no suelen ser diferentes de los del padre: la supervivencia económica.

Al margen del infanticidio o la menor probabilidad de recibir educación, abandonar la familia para incorporarse a otra no era fácil. Tras unirse a la esfera femenina, la mujer caería inmediatamente bajo la autoridad de la suegra. Esta suegra, en su momento, había sido como su nuera una mujer extraña en la familia, pero que había encontrado su lugar teniendo un hijo, con el que desarrolla una relación especial por ser su mejor apoyo en un entorno extraño y también porque será quien cuide de ella en su vejez, especialmente tras la muerte de su marido. La nuera se percibe así como una persona que puede entrometerse en el vínculo emocional que une a madre e hijo, quien puede descarrilarlo y dilapidar los recursos que la madre pudiera necesitar para su vejez.

Del mismo modo, hasta el nacimiento de los hijos, la esposa encuentra en el marido su único apoyo en ese entorno extraño, por lo que intentará ejercer su influencia sobre él en la mayor medida posible. El conflicto entre ambas mujeres es frecuente, especialmente si la esposa se casa a una temprana edad y no cuenta con la madurez suficiente para capear los conflictos intrafamiliares.

Otro factor a tener en cuenta en este sistema es que cuando estallan guerras internas (pensemos por ejemplo en los clanes japoneses del siglo XVI), la mujer encontrará su lealtad dividida: hacia su familia biológica y hacia su nueva familia, razón por la que generalmente será apartada de las acciones militares y políticas. Por supuesto, éste es sólo un factor entre otros para evitar enviarla al combate.

En este punto se estarán preguntando: ¿por qué pese a todos estos aspectos negativos para las mujeres se impuso el modelo patrilocal/patrilineal (lo que algunos llamarían “patriarcal”)?

El modelo patrilocal no se originó por capricho, o “para dominar a la mujer”, que es la narrativa imperante, sino para concentrar a todos los varones en la familia, clan o tribu, unidos por lazos de sangre, al ser más eficiente para la defensa contra grupos enemigos, ladrones de ganado, familias rivales, clanes enemigos, etc. que el modelo contrario (p. 223, 233). Y si bien los beneficios de este sistema se pueden apreciar en las luchas entre grupos tribales, algunos antropólogos como Mel y Carol Ember también vinculan este modelo a sociedades donde pueda haber una alta incidencia de guerra interna, independientemente de su nivel de desarrollo. No olvidemos que las deudas de sangre eran mucho más frecuentes en el pasado y que podían ser devastadoras a nivel local.

Si bien es cierto que Grecia y Roma fueron sociedades donde predominaba la residencia patrilocal, durante la Edad Media europea hubo múltiples modelos: patrilocal, matrilocal y neolocal (donde la pareja establece un nuevo hogar). Quizá por esta multiplicidad de modelos, la idea de inferioridad intelectual femenina comenzó a ser cuestionada a finales de la época en debates conocidos como “la querella de las mujeres” que se dieron en varias cortes europeas, incluyendo la castellana. No en vano, uno de los principales argumentos esgrimidos por los defensores de las mujeres era que si ambos sexos recibieran la misma educación (algo menos frecuente en las sociedades patrilocales) no habría diferencias a nivel intelectual. Estos debates prepararían el terreno para la llegada del feminismo contemporáneo. No hemos de olvidar, sin embargo, el gran peso de la herencia clásica en el área del derecho, la filosofía y las letras en general (originadas en un contexto de sociedades patrilocales que permeaba sus ideas), así como el regreso a estos referentes que acompañaría al Renacimiento.

Economía y biología

Tampoco podemos dejar a un lado factores económicos y biológicos. Algunos antropólogos señalan que existe una mayor desigualdad en las sociedades agrícolas que en otros modelos debido a la introducción del arado (p. 7), más adaptado al cuerpo y la fortaleza masculina. Esto le hacía dominar la producción de alimentos y en consecuencia le otorgaba un mayor estatus.

Más allá del arado, la biología también ha favorecido la división sexual del trabajo. En las sociedades preindustriales no había sistemas de jubilación y los matrimonios dependían de los hijos para que les cuidaran en su vejez, por lo que se consideraba deseable tener varios. Sin embargo, la mortalidad infantil era extremadamente elevada y un 33% de los niños moría antes de llegar a los cinco años de edad (p. 10). Si a esto unimos una lactancia más prolongada de la que tenemos hoy día, encontramos que las tareas domésticas eran más compatibles con el embarazo y la lactancia que otras actividades.

Esto no quiere decir que la mujer no contribuyera económicamente trabajando en el campo, tejiendo o de otra forma cuando le fuera posible. Es más, aunque hombres y mujeres tuvieran muchas veces diferentes tareas, la separación entre el trabajo doméstico y extradoméstico no estaba tan claramente marcada (por ejemplo cuidar a los animales) como lo estaría tras la Revolución Industrial y la llegada del trabajo asalariado. Sin embargo, el embarazo y la lactancia limitarían la participación de la mujer en actividades políticas y oportunidades educativas, aunque hemos de tener en cuenta que la inmensa mayoría de los hombres tampoco participaba de ellas.

La combinación de fortaleza física, percibida superioridad intelectual y oportunidades debido a las menores limitaciones biológicas convertirían al hombre en el cabeza de familia natural, y al sexo masculino en la médula espinal de la sociedad, algo que llevaría inevitablemente al conocido androcentrismo, aunque no en todos los aspectos. De este modo se le asignarían más responsabilidades económicas (mantener a otros miembros de la familia) y por tanto los instrumentos para llevar dicha labor a cabo, restringiendo el derecho de la mujer a administrar buena parte de los bienes sin su permiso, algo explicado en el artículo sobre la licencia marital en la Edad Moderna.

La otra cara de la moneda

Como ya hemos señalado, el sistema pone a los hombres en el centro, pero no con el fin de “dominar” sino con el de emplearlos en beneficio de la comunidad (o de unas élites, según el caso). De ahí que esta posición central vaya acompañada de los reclutamientos forzados para ir a la guerra, de los trabajos forzados por parte del Estado o los señores, y que se le hiciera responsable de mantener tanto a su esposa como a los miembros de su familia. Por ejemplo en las Partidas de Alfonso X el Sabio y las Leyes de Toro encontramos entre las obligaciones del cabeza de familia:

  • Proveer a la esposa según la riqueza de cada uno (Partida III, título II, ley V)
  • Proveer a los hijos. La mujer es responsable de los hijos hasta los tres años (imaginamos que por la lactancia), después esa responsabilidad pasa a ser exclusivamente del padre (Partida IV, título XIX, ley III).
  • Proveer a los padres y abuelos. Al contrario que el resto, ésta no era específica para el hombre, pero lo fue en la práctica como administrador de los recursos familiares (dote), particularmente después de la licencia marital (Partida III, título II, ley II y Partida IV, título XIX, ley IV).
  • Proveer a los nietos y/o bisnietos si los padres no podían hacerlo (Partida IV, título XIX, ley IV). El texto inicial indica que la responsabilidad es masculina pero el ejemplo posterior es neutro. Sin embargo, queda claro que el responsable es el hombre cuando leemos una disposición similar en la Partida IV, título XI, Ley VIII.
  • Dotar a las hijas. No puede responsabilizarse a la hija de dotarse a sí misma si el padre puede hacerlo. Tampoco puede responsabilizarse a la madre en ningún caso, salvo que la hija sea cristiana y la madre no (Partida IV, título XI, Ley VIII).
  • Dotar a las nietas y bisnietas, si el padre no puede dotarlas ni ellas puede dotarse a sí mismas (íbidem).
  • Proveer a los hijos ilegítimos (Partida IV, título XIX, ley V). Éstos se consideran sólo del padre porque aunque la mujer cometiera adulterio, su hijo era adjudicado al marido y considerado legítimo. Es decir, también está obligado a mantener a los hijos ilegítimos de la esposa. La diferencia es que los hijos ilegítimos del padre no heredan de la madre (Ley de Toro 9).

Por otra parte, tanto en el judaísmo (mezonot) como en el Islam existen disposiciones similares para proteger y proveer a la esposa, entre otros miembros de la familia.

Cuando el Estado tenía poco poder y alcance, algo común en muchos lugares de las sociedades pasadas, la protección tanto de la familia como de la propiedad recaían principalmente en los hombros del varón. Los gobiernos o Estados, a fin de que el hombre pudiera cumplir con su deber como protector o proveedor, también le proporcionaban las herramientas necesarias, como por ejemplo una mayor autoridad sobre el resto de miembros de la familia, o la habilidad de administrar la dote de su esposa, según la sociedad. Claro que había restricciones: en España la mujer podía exigir la restitución de la dote si su marido la despilfarraba o si se separaba de él, por poner un ejemplo (Partida IV, título XI, ley XXIX).

Los hombres, en resumen, se consideraban activos para mantener y hacer funcionar la sociedad, ya fuera luchando en la guerra, pagando impuestos o trabajando para mantener a las familias y el orden social. Debido a esta visión del hombre como productor y protector, no existían (ni existen) leyes especiales para su protección por razón de sexo, como sí existían (y existen) con la mujer. Esto podemos comprobarlo en la disparidad legal que hay actualmente en torno a las víctimas de la trata, que el hombre deba mantener a su esposa después de terminado el matrimonio, que no existan ayudas para padres solteros en algunos países donde sí las hay para las madres, que sean abandonados para morir en zonas de conflicto mientras se rescata a mujeres y niños, que la ONU no haya reconocido la violencia sexual hacia hombres en conflictos armados hasta el año 2013 y un largo etcétera.

No todos los hombres, sin embargo, eran capaces de aguantar estas cargas (o no querían aguantarlas), por lo que siempre ha habido quienes abandonaron a sus esposas e hijos, por ejemplo en España al viajar a América sin la intención de volver, tema también tratado en esta bitácora.

Control de la sexualidad

Claro que no se podría terminar de explicar la historia de las relaciones de género sin entrar en el control de la sexualidad. En la mayoría de las sociedades, la femenina está más controlada que la masculina, y la razón se suele atribuir de forma simplista al deseo de control masculino, cuando hay explicaciones mucho más plausibles.

La responsabilidad y el sacrificio masculino por la familia no era una tarea fácil, pero si el hombre se involucra en ella es generalmente porque espera como mínimo trabajar para una descendencia que es suya. Recordemos que la ley otorgaba al marido la paternidad de cualquier hijo nacido en el matrimonio fuera suyo o no (por ejemplo aquí en el artículo 141), con las obligaciones que conlleva, por lo que el adulterio femenino causaba una enorme disrupción en la herencia. Sin embargo, los hijos ilegítimos del hombre podían ser o no reconocidos, ya que la maternidad siempre era segura, pero la paternidad no. De ahí que la infidelidad femenina fuera considerada como una amenaza más grave para la familia que la masculina, y que conllevara mayores penas (aunque como veremos más adelante, esta regla no era uniforme).

Uno de los indicadores que los hombres utilizaban para determinar la probable infidelidad de la esposa era su promiscuidad antes del matrimonio. Una mujer virgen (o que se la supusiera como tal) no estaría embarazada cuando se realizara el enlace matrimonial, pero con una promiscua o que hubiera tenido relaciones, sería necesario esperar varios meses a que no estuviera con un compañero para asegurarse de que no llegara al enlace embarazada. Y si la cultura en particular censura las relaciones prematrimonales, una ruptura de la conducta sexual apropiada en ese momento (fornicación) haría al marido anticipar una ruptura de la conducta sexual apropiada una vez casados (adulterio). De ahí que una forma de ataque empleada por las mujeres para desprestigiar a sus rivales románticos sea acusarlas de comportamientos promiscuos.

En un contexto donde no existían pruebas de paternidad ni métodos anticonceptivos tan fiables como los actuales, puede esperarse esta preferencia por las mujeres vírgenes, o al menos castas. Por otra parte, un hijo concebido fuera del matrimonio, que puede no ser reconocido por el padre, haría que fuera mucho más difícil para la mujer encontrar marido y supondría una carga económica para su familia, quien intentará asegurarse de que ello no ocurra.

No olvidemos, sin embargo, que las mujeres también participaron de este sistema por sus propias razones. Como los académicos Roy F. Baumeister y Jean M. Twenge señalaron, al convertir el sexo un bien escaso, aumentaba el valor de éste, que podía emplearse como herramienta de negociación para obtener favores o bienes de los hombres. En casos extremos, esta supresión femenina de la propia sexualidad podía conllevar a terribles excesos como la ablación, práctica intrafemenina en la que los hombres se encuentran casi siempre excluidos (pueden encontrar más detalles en este artículo sobre el tema).

La razón de por qué hay hombres que rechazan como pareja a las víctimas de violación es más difícil de incorporar en este esquema, porque quizá no sea un fenómeno específico de género. Como hemos visto en esta bitácora, también hay hombres violados que han sido abandonados por sus parejas femeninas.

Todo esto no quiere decir, sin embargo, que la sexualidad masculina no tuviera control alguno. En Occidente, la Iglesia consideraba de igual gravedad las infidelidades masculina y femenina. De hecho la investigación de Sara McDougal reveló que en la Francia tardomedieval las autoridades perseguían más el adulterio masculino. En otro artículo también traté las leyes controlaban la sexualidad masculina y cómo en muchos casos sus penas eran incluso mayores. Todo esto sin olvidarnos de la circuncisión, que históricamente se consideró un método para disminuir el deseo masculino y que fue reintroducida en los Estados Unidos a inicios de los años 20 como un remedio para frenar la masturbación.

Conclusión

Siempre me ha parecido extraño que se hable de un sistema “para beneficiar al varón” cuando se envía regularmente a los hombres a la muerte o a los trabajos forzados, constituyen la mayoría de las muertes laborales o de los sin techo, por poner algunos ejemplos señalados. Parece bastante más razonable pensar que la principal motivación de este sistema era defender y mantener el grupo (dependiendo de los casos, también enriquecerlo y/o expandirlo). Esto se haría tanto a costa de los hombres como de las mujeres, ya que en el pasado los intereses del grupo se anteponían a los individuales.

El sacrificio del grupo, sin embargo, muchas veces podía ser secuestrado por una élite que en principio debería dirigirlo, provocando revueltas y revoluciones.

Pero no todo era sacrificio, también se otorgaban privilegios a cada sexo: al hombre un mayor estatus y poder en el área de lo público, y a la mujer una mayor protección y poder en el área de lo privado. Un ejemplo de esto último lo encontraríamos en la costumbre china y japonesa (también existente en muchos lugares de Occidente hasta hace poco) de que el esposo entregue su salario a la mujer para que lo administre en el hogar, o que ésta deba ser mantenida de por vida en caso de divorcio.

Anexo. Otros artículos sobre la historia de las relaciones de género

Hasta aquí el resumen de este modelo alternativo para explicar las relaciones de género. Como señalé al inicio de la entrada es imposible captar todos los matices de esta evolución en un artículo y no es necesariamente aplicable a todas las culturas, sino a las más extendidas. La intención no es otra que demostrar la existencia de explicaciones alternativas al desarrollo de las relaciones de género sin recurrir al simplismo de que todo se debía a un interés de los hombres por explotar a las mujeres.

En la sección de comentarios iremos añadiendo información relevante para modificar aspectos de esta entrada y añadir otras explicaciones. Mientras tanto, les dejo con otros artículos aquí publicados que desafían la versión imperante sobre las relaciones de género.

Poder femenino en el pasado (I)

Poder femenino en el pasado (II): mujeres empujando a hombres a ir a la guerra

Cómo se trataba la violencia doméstica en el pasado

Control de la sexualidad masculina en el pasado

Sufrimiento masculino y violencia contra el varón

Otros artículos de interés

60 comentarios sobre “Hacia una nueva historia de las relaciones de género

  1. Interesante artículo como siempre.

    Si estudiáramos más a fondo cada cultura por separado y sin los sesgos de género modernos que carga actualmente los estudios académicos, veríamos que no existe un «modelo» único de «patriarcado», ni siquiera dentro de las propias sociedades que se estudian.

    Generalizar siempre es un error, no era igual la sociedad Ateniense que la Romana, ni la sociedad Espartana que la Persa, aunque todas tenían rasgos «patriarcales» o roles tradicionales de género. Tampoco era lo mismo dentro de estas sociedades pertenecer a la clase social privilegiada que ser pobre o esclavo. La principal discriminación se ha dado entre clases sociales, no entre sexos. La mayoría de hombres, igual que la mayoría de mujeres, pertenecían a clases sociales bajas o eran esclavos, por lo que estaban igual de «oprimidos» y carecían de autoridad igual que la mujer pobre. Solo una minoría de hombres y mujeres dentro de las clases altas, tenían privilegios. El sesgo postmoderno impuesto por la ideología de género dominante, afirma incluso a nivel académico, que todos los hombres de todas las sociedades históricas disfrutaban de los privilegios que estaban limitados a una pequeña minoría de hombres de clase alta -olvidando los privilegios de las mujeres de clase alta, diferentes pero ahí estaban-.

    Así se nos presentaría la paradoja de que los gladiadores esclavos que morían en el circo destripados por otro gladiador esclavo eran hombres privilegiados que oprimían y le robaban los derechos a a la esposa del senador romano que aplaudía y jaleaba el espectáculo -y que luego les hacía una visita mientras «se duchaban»-. Una autentica locura, que a día de hoy es universalmente aceptada.

    Las feministas han tenido mucho éxito convenciendo a la sociedad de la existencia del «patriarcado» monolítico, donde los hombres en su totalidad disfrutaban de privilegios y las mujeres estaban oprimidas en su totalidad. Creo que esto es una teoría de conspiración y no la realidad. Para presentar una teoría alternativa habría que evitar esto a toda costa.

    Otro matiz importante que se olvida, cuando dices: «no se educaba a las niñas con la misma frecuencia que a los niños», creo que aquí tenemos en mente la educación universal moderna y no lo que en las sociedades tradicionales es la «educación». Hay que tener en cuenta que para los varones «educación» ha sido tradicionalmente sinónimo de «preparación militar». Tanto hombres como mujeres eran «educados», para cumplir con su rol específico de género. Solo que es más probable que la educación del varón fuera responsabilidad del estado o de la sociedad en conjunto y la de la mujer responsabilidad de la familia, porque el estado esperaba recibir a cambio un soldado. Esto se ve muy bien en Esparta por ejemplo.

  2. «…el sistema pone a los hombres en el centro, pero no con el fin de “dominar” sino con el de emplearlos en beneficio de la comunidad (o de unas élites, según el caso).»

    Un artículo demoledor, como siempre. Es una lástima que textos largos, complejos y argumentados como éste no reciban la atención que merecen en los medios. Como ya sabemos, a los medios les gustan los eslóganes, cuanto más escuetos mejor. Espero que entre esto y las colecciones de «memes» puedas acceder a más gente.

    1. Gracias. Y no es sólo que los simplismos ideológicos sean más fáciles de digerir, sino que cuentan con mucha más publicidad. Como dije, nada hay en esta entrada que no se haya dicho ya en la universidad. Simplemente casi nadie lo saca de allí para hacer divulgación. No es tan atractivo como las historias de buenos y malos que nos venden ahora, supongo.

      1. No es tan atractiva esta versión, pero sí más profunda y rigurosa. Y principalmente, más pragmática para ayudar tanto a hombres como mujeres a superar las injusticias de género que sufren. El feminismo al igual que la iglesia se ha convertido en una institución dogmática que tras un discurso políticamente correcto, se beneficia de las injusticias que tanto dice combatir. Empiezo a creer que el feminismo es la hija rebelde de la iglesia.

  3. Fantástica entrada, Carlos, digna del blog. Necesitamos como el aire que respiramos herramientas ideologicas como esta, que serviran para socavar y refutar la version feminista de la historia.
    A recoger argumentos y a difundirlos, señores!

  4. Gran artículo.
    Como la ideología de «género» es infalsable, las feministas se quedarán igual. Replicarán que como la guerra es una invención masculina, todas consecuencias organizativas (patrilocalidad…) que de ello se deriven, tienen como culpable al hombre. Pero esperemos que dé que pensar a la población todavía no abducida por el feminismo.

      1. Como al parecer estoy un poco perdido respecto a lo que mencionan ambos, me podrías explicar por qué no es lógico pensar que todas estas situaciones son derivadas precisamente del Machismo? No es acaso el Machismo en que le asigna roles a ambos géneros, el que prohíbe a una mujer entrar a un ejército o realizar ciertas labores reservadas para los hombres? Y no por protegerlas, sino porque en el Machismo es el hombre el que debe demostrar ser superior y capaz para esas tareas… En los ejércitos es hasta denigrante, en base al pensamiento machista, que una mujer desempeñe una función de combate o bélica mejor que un hombre… Un hombre que se ve sobrepasado en el hogar por la capacidad de la mujer de realizar reparaciones de auto, carpintería, etc, es víctima de bullying por los demás hombres, y es por eso que se coloca en situaciones riesgosas, en su afán machista de demostrar que sí puede, mientras que la mujer, si no puede hacerlo llama y contrata a quien pueda, Pq la construcción machista se lo permite, al hombre no… Y así, todas las tradiciones absurdas de diferentea culturas, se derivan de la necesidad del hombre de demostrar que es el MACHO ALFA ante la mujer, ante la sociedad Machista que lo coloca en ese rol… Es un problema de género, creado por el Machismo… No han sido las mujeres y menos el feminismo, quienes han colocado al hombre en esa posición. Así lo percibo…

      2. No puedo coincidir con tu teoría, desde su concepción… Decir que una persona es machista por ser hombre y que si es mujer la que alienta esas reglas, entonces no es Machismo, es ilógico… Una mujer criada dentro de una construcción social que la ha enseñado a defender valores machistas, apoyará estos por naturaleza, y necesitará de factores externos que le permitan entender la necesidad de una equidad de derechos… Por lo tanto, claro que mi madre era machista, no digamos mi abuela o mis tías, varias de ellas abogaron toda la vida por el «papel de la mujer dentro de la sociedad» y validaron con sus actos tanto la violencia hacia si mismas, como el proteccionismo excesivo, que denota Machismo, pues considera a la mujer incapaz y débil… Esas justificaciones machistas las aprendimos de madres y las replicamos tanto hombres como mujeres, por lo tanto es obvio que bajo esas circunstancia las mujeres hayan colaborado en esa construcción social, pero claro, fruto del Machismo enraizado en la educación tanto de unas como de otros… Es más, te puedo garantizar que conozco mujeres «feministas» que defienden conceptos machistas que, hoy por hoy, no estan dispuestas a soltar… Decir que Machismo o feniminismo es una cuestión de mujer u hombre es una visión bastante simplona de una situación histórica tan compleja. Decir que si nazco mujer soy feminista y por lo tanto lo que yo apoyo es apoyado por el feminismo, o decir que si nazco hombre soy machista y lo que yo apoyo es apoyado por el Machismo no tiene ninguna base teórica, psicológica o social… Tanto una como la otra tienen una construcción educativa. No se nace siendo machista o feminista, socialmente se construye ese pensamiento, y claro, en el camino, y en base a tu curiosidad, interés, estudio, etc., sos capaz de evolucionar, discernir y analizar, pero como hacían eso las mujeres que no tenían derecho a estudiar, Si lo único que aprendían desde casa era la construcción machista que la sociedad les brindaba? Por su puesto que lo que aprendían y enseñarían a sus hijos, pues además era su responsabilidad la educación y cuidado de los hijos, eran conceptos machistas… Así que no, difiero totalmente con tu análisis, lo único que demuestran esas estadísticas es que el machismo ha sido una imposición por tanto tiempo, que tanto hombres como mujeres no han podido sacarla de la construcción social que reciben en casa. Hay algo en lo que si estoy de acuerdo, no mandar a una mujer a la guerra es protegerla, pero porque se le considera débil, incapaz para realizar tal tarea, incapaz de generar la misma productividad de un hombre en esas circunstancias, todo esto construcción del Machismo. Es por eso que una de las mejores combinaciones ideológicas es Capitalismo y Machismo, Pq en la primera, lo más importante es la capacidad de producir de la fuerza de trabajo, y para lograr una mayor productividad, el empleado debe ser hombre, pues la mujer menstrua, se embaraza, debe dar lactancia, y eso no es productivo, así que si dejas a la mujer en casa cuidando a los hijos y cuidando de que el hombre tenga un hogar placentero donde descansar después de la jornada laboral, con comida, bebida, ropa limpia y sexo, será más productivo, y trabajará con más entusiasmo.

    1. Justo ahora acabo de responderle a una feminista que escribía en su muro que «el mundo es una cárcel de opresión patriarcal y machista para todas las mujeres» con una frase de éste artículo “…el sistema pone a los hombres en el centro, pero no con el fin de “dominar” sino con el de emplearlos en beneficio de la comunidad (o de unas élites, según el caso).”. Le he dicho, ya que hablábamos de élites, que se haga la pregunta de a quién le beneficia que la ciudadanía viva en un constante estado de tensión y miedo, y le he pedido que me diga qué cosas no puede hacer ella como mujer en el primer mundo.

      Con respeto y sin condescendencia, por supuesto.

      La respuesta? Pues que no le ensuciara el muro con mi prisma diferente de la realidad. También me ha preguntado si conozco lo que significa machismo y patriarcado, y me ha pedido que deje de escribir en su muro.

      Vaya, que no te esperes que te den ninguna réplica. Ojalá lo hicieran!!

  5. Artículo completamente lúcido y útil. Las relaciones entre hombres y mujeres siempre han sido de un equipo que trabaja a favor del grupo, de la especie, es por ello que desgraciadamente los individuos que se salían de los roles siempre quedaban relegados y marginados. Ahora, con los derechos humanos, vemos que se trata de anteponer el individuo a la especie, lo cual está bien, pero siempre debemos ser concientes de que los sistemas sociales del pasado tuvieron una buena razón de ser, más que las ganas de un sexo de oprimir al otro. Espero con ansias más entregas.

  6. Hay un vídeo que circula por internet que está hecho en tono de humor, aunque por desgracia tiene bastante razón y es la interpretación de la historia que la gente se ha creído:

  7. Yo recomendaría muy encarecidamente leer este articulo:
    http://www.perfil.com/sociedad/Ted-Turner-El-futuro-esta-en-la-Patagonia-20110116-0002.html
    En él el multimillonario Ted Turner dice que el fue feminista antes de que lo fuera su mujer Jane Fonda. Dos feministas, dos grandes maltratados de la vida.
    Ted Turner viene a decir que es posible que los USA tengan la próxima vez una mujer presidente como Hillary y que ello evitaría guerras, ya que a las mujeres no les gusta las guerras. Lo dice asi en la entrevista literalmente el Ted Turner feminista:
    “Por el contrario, las mujeres tienen estrógenos. No quieren ir a la guerra. Les preocupan otras cosas. ¿Y qué pasaría si las mujeres llevaran adelante el gobierno?…….. Los presupuestos militares serían reducidos, como mínimo, a la mitad, y ese dinero iría al sistema de salud y a la educación. Las mujeres harían eso con el dinero en lugar de construir portaaviones. Y tendríamos un mundo mucho mejor.”
    Pero lo mejor es cuando Ted Turne habla de la guerra de Vietnam. Da que pensar y mucho.
    Nos hace pensar como son las feministas norteamericanas.
    Dice literalmente en la entrevista:
    “Cuando tenía 23 o 24 años vi la serie de televisión sobre la Guerra de Vietnam y fue ahí que me di cuenta de que la Guerra de Vietnam estaba mal, que fue una guerra equivocada. Estamos arrepentidos. Cada vez que me encuentro con un vietnamita, me disculpo porque matamos a 3 millones de civiles vietnamitas”
    Y dice “Nosotros sólo perdimos 60 mil soldados, la misma cantidad que ellos pero matamos a 3 millones de civiles. Eso es una cantidad de 50 a 1. ¿Qué estábamos haciendo? No eran una amenaza.”
    ¿Y mientras morían 3 millones de civiles vietnamitas y 60 mil varones norteamericanos a que se dedicaban las feministas norteamericanas?
    Todos lo sabemos. A quejarse de su OPRESION y a quemar el sujetador.
    Si Vietnam fue la guerra del Napalm, el movimiento feminista de la época fue el de la …..quema del Sujetardor.
    En toda la Segunda Guerra Mundial, el conflicto belico mas con mas victimas de la historia, se calcula que no llegaron a 500 la mujeres norteamericanas muertas.
    Entonces también ellas fueron las grandes oprimidas de la Historia. No se lo que quemarían entonces.
    Tal vez las bragas o los zapatos de …aguja.
    Lo que si se y esta demostrado es que Hitler gano sus elecciones fundamentalmente gracias al voto femenino.
    Y lo que sabemos es que en plena Crisis sobre la posible invasión a Afganistan se machaba a la opinión publica con una campaña sobre la imposición del uso del Chador.
    Me acuerdo que Hillary Clinton era de las mas beligerantes en defensa de la invasión de Afganistan, país que por dicha invasión cuenta hoy en dia con la tasa de mortalidad infantil mas grande de todo el planeta, precisamente gracias a los desvelos de feministas como ella y feministos como el propio Ted Turner..
    Me acuerdo que en aquella época sobre los Clinton y la posibilidad de la invasión hoy a alguien decir “En la Casa Blanca se dice que a Hillary le ponen mas cachonda mandar, decir a todo el mundo lo que tiene que hacer y jugar al Monopoly mundial con los soldaditos que a Bill que se la mamen”
    Esos soldaditos, obviamente debían ser hombres, y Hillary al gual que Margaret Thacher, en la guerra de las Malvina, o Angela Merkel en la que puede liar en Grecia, son “buena gente” a la que hay que seguir y ….acatar.
    Buena gente con mando, pero sin …..ninguna responsabilidad.
    Mujeres que como las, feministas norteamericanas, mandan a otros a la guerra, y como la guerra no les salpica pueden seguir siendo tan ……”pacifistas”.
    Nadie se quiere acordar de los jóvenes que siguen suicidándose por la Guerra de las Malvinas en un país de tanta tradición feminista como es “Argentina”.
    Sujetador, Chador, bragas, zapatos de tacon…….
    Uno de los símbolos del sufragismo y femininimo mundial y británico, Emmeline Pankhusrt como organizadora de la manifestación a favor de la Guerra realizada en Londres en 1914 lo dijo bien clarito : “Los hombres a luchar y las mujeres a trabajar; no seremos pisoteados por el Kaiser”
    ¿Qué será lo que quemen la próxima vez nuestras oprimidas la próxima vez, que como hicieran Emmeline y sus “amigas” a los jóvenes varones “cobardes” que no quieren ir a la guerra, entreguen….. plumas?

  8. ¿Qué clase de textos o autores serios feministas explican la civilización como la historia de la animadversión de los hombres hacia las mujeres? Desde luego ninguno de los canónicos, ninguno de los que se estudia en las universidades y ninguno de los incluidos en las mil y una antologías feministas; ni en Cixous, ni en Collin ,ni siquiera en Beauvoir por nombrar unas pocas. Esto que usted tanto se ha esforzado en detallar se sabe desde hace mucho y nunca ha contribuido a equilibrar las relaciones entre los sexos porque, como ya he comentado más de una vez, se lleva un paradigma que garantizó la supervivencia en otras condiciones hasta un extremo tan insoportable que la huída no puede ser sino hacia el extremo opuesto, en especial cuando LAS CONDICIONES VARÍAN. ¡Eso es lo que siempre ha intentado señalar el Feminismo! ¿Por qué seguir perpetuando los miedos paleolíticos? ¿Por qué seguir tratando a la hembra humana como al miembro de mayor valor cuando ya no lo es? De hecho, ¿Por qué seguir obsesionados con la supervivencia de la especie cuando somos siete mil millones y el medio ya no representa un peligro?
    La especie debe cambiar sus parámetros para enfrentarse, por primera vez en su historia y sólo en una parte del planeta, al drama de la comodidad, a la maldición de la abundancia y al reto que supone vivir más de 30 0 40 años con las necesidades básicas cubiertas. No hay ni un sólo sitio web declarado masculinista en el que no se pueda apreciar una especie de nostalgia por los duros tiempos en los que la humanidad luchaba contra su propia existencia y contra sí misma en aras del bien común y cierta indignación cuando se siente que el Feminismo «insulta» la memoria de nuestros bienintencionados antepasados que sólo querían sobrevivir cuando lo único que se pretendió señalar, sobre todo en los inicios, es que la protección y el ámbito privado o familiar, si bien ofrecen ventajas, dificultan enormemente el desarrollo de la personalidad a diferencia de la educación reglada y de la exposición al peligro. Reduciendo los roles a acciones simbólicas no es difícil concluir que, por lógica, en el acto de proteger siempre hay comunicación y libertad, siempre hay dos aunque el protector no dependa del protegido. En cambio la figura del protegido es vulnerable y siempre dependiente del protector; eso sin contar que la mujer era protegida para, a su vez, proteger a su prole con lo que se caía en la contradicción de la protegida criada para proteger. Esta es otra cosa que también siempre ha señalado el Feminismo; los roles tradicionales fueron la forma más extendida de organización social ¡PERO SE PODRÍA HABER HECHO MUCHO MEJOR ¡ Y SÍ, HABÍA ALTERNATIVAS! que como especie no las viéramos (como en su momento no veíamos «tormentas» sino peleas entre dioses) o no nos resultaran cómodas no significa que no estuvieran ahí.
    El Masculinismo cae en el error de equiparar supervivencia con vida; se hizo lo que se pudo y eso, queridos amigos, NUNCA ES LO IDEAL. No se puede confundir necesidad con deseo; y la realidad es que ya no necesitamos un orden que coarte tanto nuestros deseos y si el precio que hay que pagar son un par o tres de generaciones algo perdidas entre los antiguos roles de género y los que están por venir ¡Que así sea! ¡Así fue cuando pasamos del nomadismo al sedentarismo, de hecho aún está siendo, y así será en cuanto en desarrollo tecnológico sea más homogéneo en el planeta! No entiendo por qué se lamenta tanto (sobre todo en ámbitos masculinistas) la desaparición de un paradigma que ya no es ni necesario ni mucho menos funcional.

    1. Como no tengo mucho tiempo voy a responder a una parte del comentario, y el resto lo trataré en los próximos días.

      ¿Qué clase de textos o autores serios feministas explican la civilización como la historia de la animadversión de los hombres hacia las mujeres? Desde luego ninguno de los canónicos, ninguno de los que se estudia en las universidades y ninguno de los incluidos en las mil y una antologías feministas; ni en Cixous, ni en Collin ,ni siquiera en Beauvoir por nombrar unas pocas.

      El padre del feminismo moderno, Friedrich Engels, dijo esto en «El origen de la Familia y la propiedad privada»:

      https://www.marxists.org/espanol/m-e/1880s/origen/cap2.htm

      El derrocamiento del derecho materno fue la gran derrota histórica del sexo femenino en todo el mundo. El hombre empuñó también las riendas en la casa; la mujer se vio degradada, convertida en la servidora, en la esclava de la lujuria del hombre, en un simple instrumento de reproducción (…) Así, pues, en los casos en que la familia monogámica refleja fielmente su origen histórico y manifiesta con claridad el conflicto entre el hombre y la mujer, originado por el dominio exclusivo del primero (…).

      Por tanto, la monogamia no aparece de ninguna manera en la historia como una reconciliación entre el hombre y la mujer, y menos aún como la forma más elevada de matrimonio. Por el contrario, entra en escena bajo la forma del esclavizamiento de un sexo por el otro, como la proclamación de un conflicto entre los sexos, desconocido hasta entonces en la prehistoria. En un viejo manuscrito inédito, redactado en 1846 por Marx y por mí[16], encuentro esta frase: «La primera división del trabajo es la que se hizo entre el hombre y la mujer para la procreación de hijos». Y hoy puedo añadir: el primer antagonismo de clases que apareció en la historia coincide con el desarrollo del antagonismo entre el hombre y la mujer en la monogamia; y la primera opresión de clases, con la del sexo femenino por el masculino.

      Luego tenemos a Gloria Steinem, que dijo lo siguiente:

      http://www.nytimes.com/books/first/e/eller-myth.html

      Hace mucho tiempo, muchas culturas de este mundo eran parte de la era ginocrática. La paternidad no había sido descubierta y se pensaba… que las mujeres daban fruto como los árboles -cuando estaban maduras. El nacimiento era misterioso. Era vital. Y era envidiado. Las mujeres eran adoradas por ello, eran consideradas superiores por ello… Los hombres se encontraban en la periferia -un cuerpo intercambiable de trabajadores, adoradores del centro femenino, el principio de la vida.

      El descubrimiento de la paternidad, la causa sexual y el efecto del alumbramiento, fue un cataclismo para la sociedad como, por así decirlo, el descubrimiento del fuego o la división del átomo. Gradualmente la idea de la propiedad masculina del niño tomó fuerza…

      La ginocracia también sufrió invasiones periódicas de tribus nómadas… El conflicto entre cazadores y productores [la palabra original es “grower”, que también significa “cultivadores”] era en realidad el conflicto entre culturas dominadas por el varón y culturas dominadas por la mujer.

      …las mujeres gradualmente perdieron su libertad, misterio y posición superior. Durante cinco mil años o más, la era ginocrática había florecido en paz y productividad. Lentamente, en varias etapas y en diferentes partes del mundo, el orden social fue dolorosamente revertido. Las mujeres se convirtieron en una clase subordinada, marcada por sus visibles diferencias.

      Y esto dijo Françoise Héritier (cita indirecta):

      http://bastadesexismo.blogspot.com/2013/03/el-origen-del-patriarcado-del-machismo.html

      Según Françoise Héritier, la raíz de todo empieza cuando esos muy antiguos seres humanos, que fueron lxs que construyeron el sistema de pensamiento que usamos al día de hoy, intentaron dar sentido a lo que les rodeaba.

      Uno de los misterios que les rodeaba era por qué, mientras los varones no pueden reproducirse directamente, las mujeres sí tenían esa capacidad extraordinaria de fabricar no solamente cuerpos parecidos a ellas, sino también cuerpos distintos a ellas: cuerpos masculinos.

      Luego observaron que sin coito, no había embarazo ni reproducción. Para poder controlar ese poder exorbitante de las mujeres (ya que si las mujeres tenían el poder de fabricar varones, entonces también tenían el de dejar de producirlos), se encontró una explicación a la relación entre coito y reproducción que, de paso, fue también una manera de controlar la capacidad de las mujeres: son los varones los que introducen a lxs hijxs en el cuerpo de las mujeres.

      Las mujeres se convirtieron en un mero receptáculo, puesto a disposición de los varones. Y se transformaron, a lo largo de varios milenios, en un recurso que había que poseer, controlar y dominar, a fin de poder asegurar la reproducción. Fue necesario impedirles disponer de su cuerpo, restarles autonomía, y se las empezó a alejar de la educación y del poder.

      Ese proceso es llamado por Françoise Héritier la «valencia diferencial de los sexos», que hizo de las mujeres eternas menores. Ella considera que ese sistema de pensamiento es la base del inicio del mundo en el que vivimos, fundado en una relación desigual, jerárquica, entre varones y mujeres.

      O sea, el origen de la dominación masculina, que se expandió a medida que los seres humanos se multiplicaban, a partir de esos 100.000 individuos primitivos, es la voluntad de control de los varones sobre el poder de fecundidad de las mujeres.

      Y por supuesto también hay autoras hispanohablantes que dicen algo parecido. Aquí un texto de Coral Herrera Gómez:

      http://haikita.blogspot.com/2010/04/la-revolucion-patriarcal-y-el-fin-de.html

      De la misma forma que un pueblo lleva a cabo la devaluación simbólica del pueblo enemigo para lograr que sus habitantes se odien y traten de exterminarse mutuamente, el hombre ha necesitado una operación simbólica de gran envergadura para dividir la realidad en dos esferas y lograr que la mitad de la Humanidad se subyugue a la otra mitad.

      El patriarcado, como veremos, comenzó con una rebelión llevada a cabo por hombres, pero no por todos los hombres del planeta. Es decir, no fue una revolución de varones contra mujeres, sino una revolución de hombres violentos contra hombres pacíficos, mujeres, niños, animales y recursos naturales. Todo proceso de colonización tiene su dimensión militar, política y económica, pero también cultural. Para derrocar las deidades femeninas y sustituirlas por dioses masculinos, primero fue necesario despreciar la feminidad y caracterizarla como una categoría ontológica inferior, lo que sirvió para imponer una nueva cultura y una nueva religión en torno a una ideología violenta, dominadora y excluyente.

      ¿Hubo otras feministas que presentaron escenarios más razonables? Sin duda. Yo mismo me hice eco de ello en esta entrada:

      https://quiensebeneficiadetuhombria.wordpress.com/2013/04/05/el-origen-de-la-dominacion-masculina-iii-version-antropologica/

      Ahora bien, a todos los que hemos debatido con feministas durante años ya, no nos cabe duda basados en nuestra experiencia que las ideas relatadas por Engels, Steinem, Herrera y demás son sin duda las dominantes a la hora de interpretar la Historia. Tu experiencia puede que haya sido otra, pero desde luego no es la mía. De lo contrario no me habría molestado en escribir esta entrada.

      Contestaré al resto del comentario en los próximos días.

      1. No dudo de que haya autores o teóricos con afirmaciones o conceptos más radicales; muchos de los textos de Schopenhauer son indudablemente misóginos pero eso no convierte a toda la filosofía del XVIII en misógina. Todo el mundo se enfrenta a radicales al defender su postura o sus argumentos; sin ir más lejos ninguno de los participantes regulares u ocasionales de este foro puede negar que la razón principal de que la legítima y justa defensa de los derechos de los hombres y la denuncia de los excesos de la LIVG sea tenida en cuenta y respetada es porque, lamentablemente, las afirmaciones de la inmensa mayoría de los autores y comentaristas de los sitios webs declarados MRA o masculinistas son radicales, misóginas y resentidas (http://misandria.info/blogs/grandes/karma-posible-que-nunca-te-cobres-tu-revancha-283/) con lo cual no resulta nada sorprendente que atraiga a las más radicales, misándricas y resentidas de las feministas ya que las personas que realmente estamos a favor de la igualdad nos sentimos ofendidas con los radicales de ambos bandos así como con las injusticias y la discriminación en general. El Masculinismo, a diferencia del Feminismo, no está teniendo un comienzo moderado por eso no entiendo que os sintáis tan atacados cuando, si bien la presencia de opiniones respetables es considerable, la mayoría de los llamados a sí mismos masculinistas o MRA quisieran retrotraer los valores y la sociedad y situarla entre 1930 y 1950. Cuando dejéis de aceptar en vuestros sitios webs opiniones desfasadas, misóginas y retrógradas dejaréis de encontraros con los peores trolls: acción-reacción. Tal vez por eso mi experiencia con los textos feministas (y aún la de la mayoría de la sociedad) haya sido diferente.

      2. No estoy seguro de definir a Misandria.info como MRA o masculinista. Leyendo su filosofía son tradicionalistas de libro, también con miembros del movimiento MGTW (hombres que siguen su propio camino) y antifeministas:

        http://misandria.info/content/filosofia-del-foro-misandria-info-11/

        No puedo hablar de tu experiencia, pero voy a hablar de la mía. En lo que yo he visto, los radicales y misóginos se reúnen en foros, secciones de comentarios, bitácoras y lugares que no tienen mucha legitimidad. Sin embargo la misandria y el radicalismo feminista campa a sus anchas por los medios de comunicación, sin que haya casi nunca la posibilidad de otros puntos de vista. En este artículo puedes ver casi una veintena de noticias y titulares que lo demuestran:

        https://quiensebeneficiadetuhombria.wordpress.com/2015/06/05/los-medios-que-no-amaban-a-los-hombres/

        Y aquí como numerosas personalidades feministas pidieron que se revocara la sentencia de una juez que declaró inocentes a unos presuntos violadores. No pararon hasta que la muchacha reconoció haberse inventado la denuncia (había 5 testigos y un video que lo confirmaba, pero no les parecía suficiente).

        https://quiensebeneficiadetuhombria.wordpress.com/2014/09/21/lo-que-la-falsa-denuncia-de-malaga-nos-revela-sobre-el-pensamiento-feminista/

        Esto no son trolls. Son las cabezas visibles del movimiento pidiendo condenar a hombres inocentes porque consideraban que la palabra de una mujer valía más que las pruebas, testigos y el veredicto de la juez. Y eso sin entrar en los textos de Miguel Lorente.

        Todo eso puede campar a sus anchas en los medios, y sin embargo los puntos de vista contrarios, incluso los moderados, brillan por su ausencia. Habrá uno por cada 1.000 o menos.

        Aquí te dejo otro artículo que teorizaba sobre cómo un grupo indígena de Colombia adoptó la ablación. La teoría recogida habla de hombres descendientes de esclavos africanos diciéndole a los hombres indígenas lo bueno que era eso para controlar la sexualidad femenina. Cito:

        Esos esclavos, que venían de Malí y también estaban acostumbrados a que los hombres pasaran mucho tiempo fuera de casa, les enseñaron a los embera, que llegaban a pasar dos o tres semanas dando caza a un animal perdidos en la selva, a controlar la libido de sus esposas. “La ‘curación’ tiene el sentido de poner a la mujer en una posición tal que no pueda cometer infracciones como las contorsiones o la infidelidad. Ellos hablan mucho en el término brinconas. Es curarlas de ese mal. El clítoris es ahí el centro: algunas sectas cristianas lo llaman el timbre del infierno”, explica Zuluaga.

        Y sin embargo en el resto del artículo vemos que en la tribu indígena la sexualidad femenina es un misterio para ellos y hasta el sexo se practica a oscuras. Pero dicha contradicción no les impidió presentar la teoría. Cito del artículo:

        El cuerpo de la mujer es tan privado que el sexo solo se da en la oscuridad y los hombres no pueden ver cómo nacen sus hijos. La embarazada se arropa en su madre, su abuela y la partera. Solo ellas saben cómo hacerlo y, cuando llega el momento, se transmiten el conocimiento de generación en generación.

        Teniendo en cuenta que en África la ablación también es un asunto casi exclusicamente intrafemenino, parece más plausible que fueran las mujeres africanas quienes convencieran a las indígenas, probablemente aduciendo beneficios para salud (que sabemos hoy no existen) o algo parecido. Pero no, la conspiración masculina para someter a la mujer vende más.

        http://elpais.com/elpais/2015/05/13/planeta_futuro/1431519344_024402.html

        Por no hablar ya de India y las mentiras que se han dicho al respecto:

        https://quiensebeneficiadetuhombria.wordpress.com/2015/03/19/la-guerra-mediatica-contra-india-y-sus-mentiras/

        Y el bombardeo con este tipo de cosas es constante. Hice de hecho un seguimiento al respecto:

        https://quiensebeneficiadetuhombria.wordpress.com/2015/04/10/resumen-mensual-sobre-el-sesgo-mediatico-marzo-de-2015/

        Si se trata de una acción-reacción de radicales y trolls de ambos bandos, el bando feminista cuenta con el apoyo de los medios de comunicación y el bando restante con foros y comentarios de internet. Como mucho blogs como el mío.

        Continuaré más tarde, pero lo que vengo a decir es que el feminismo moderado que tú defiendes no es tan mayoritario como piensas. De hecho considero que estás en minoría, y creo que lo llegarás a ver tarde o temprano.

    2. Respondo ahora a la segunda parte de tu comentario.

      He de decir que si la mayor parte del feminismo se expresara como tú lo haces podríamos tener desacuerdos pero no se habría llegado al clima de hostilidad actual. No ha sido así, y de ello hablaremos en profundidad en el siguiente comentario donde haces referencia al asunto.

      Como dije en la entrada, el desarrollo de los roles de género que he expuesto no debe interpretarse como inevitable. Sí, se podrían haber hecho las cosas mejor. Ahora bien, no porque se tomaran otros caminos ello supuso una conspiración de un sexo para subyugar a otro (no es lo que has dicho tú pero repito que es cómo lo presentan en muchos espacios), teniendo en cuenta que la carga y el sufrimiento del hombre era al menos tan grave como el de la mujer.

      No puedo hablar por otros espacios (que rara vez son masculinistas, sino más bien «antifeministas»), pero aquí no se están idealizando los roles de género tradicionales ni buscando un regreso a los mismos, sino más bien al contrario, que el hombre se libere del suyo y que lo adopte sólo si eso es lo que realmente quiere, pero no por imposición social.

  9. ‘El blanco principal de la arremetida de von Trier es, sin embargo, el propio feminismo. Y mas precisamente, esa versión victimista del feminismo que reduce la historia de la humanidad a la historia de los interminables sufrimientos de la mujer, víctima en todas las épocas de las peores opresiones e ignominias. Esa historia que Ella, la protagonista, intentó captar en una investigacion histórica fallida bajo el concepto de Gynecidio antes de que la muerte (¿ o el suicidio ?) de su pequeño hijo la desquiciara hasta tal punto de llevarla a someter al padre de la creatura a los mas crueles tormentos.’

    http://esferapublica.net/el-anti-cristo-de-lars-von-tiers/

  10. Kelvin, algunos de los masculinistas más conocidos de España, como Francisco Serrano o Toni Cantó, son muy moderados y aún así el feminismo los acusa de portavoces de maltratadores.
    El feminismo se dice que es un movimiento por la igualdad, y sin embargo dentro del movimiento hay autoras que han defendido la exterminación de los hombres o que toda penetración es violación (si realmente conoces el feminismo deberías saber que estoy en lo cierto).
    Un movimiento antirracista nunca podría admitir en sus filas a ningún autor que defendiese la exterminación de los negros, cosa que sí hace el un movimiento supuestamente favorable a la igualdad con la exterminación de los hombres.
    Lo que digo es imposible negarlo sin recurrir a las mentiras ni a la manipulación.

    1. No estoy seguro de que Cantó o Serrano se definan masculinistas. Su crítica se centra en algunos aspectos del sistema judicial (denuncias falsas, divorcio, custodia), pero no en la condición masculina en general.

    2. Ya lo he dicho, todo movimiento tiene radicales y no he negado en ningún momento que el Feminismo también las tenga; la diferencia, para mí muy importante e indicativa, es que el Feminismo no empezó radical, como todo, se hizo. El Masculinismo, en cambio, no podría sacar de sus colaboradores ni a un 10% con opiniones moderadas o que sólo atañan a las desigualdades legales ni mucho menos puede, como sí hizo el Feminismo, apelar a una mayoría de la sociedad que se identifique con ellos porque, por ejemplo en el caso de las denuncias falsas, nunca habrá TANTAS mujeres psicópatas y aprovechadas. En cambio no poder votar se lo encontraba cualquier mujer, que durante la Revolución Industrial pagasen menos se lo encontraba cualquier mujer, tener que fingir que se era una tontita sumisa y sin cerebro para pescar marido se lo encontraba cualquier mujer (y en muchos países aún se lo encuentran). El Feminismo, como muchos otros movimientos en pro de los derechos civiles del siglo XX, se vio forzado a extremar sus métodos de protesta porque, desde 1920 (como fecha simbólica del movimiento sufragista) hasta 1960 las leyes igualitarias no habían podido con los prejuicios y se decidió actuar en consecuencia. Ese desencanto aún dura y es ése mismo el que, de alguna manera, explica la aceptación de ciertas opiniones radicales en el ámbito académico como en una época se aceptaron los excesos del Comunismo temiendo el avance del Nacional Socialismo. Para mí, un movimiento serio que defienda de verdad la igualdad en general y en concreto la lucha por los derechos de los hombres no debería admitir que existieran webs que lo desprestigien tanto como las primeras feministas no permitieron, al menos en un inicio, que cuatro resentidas hiciera de todo un sexo sus idiotas útiles. A lo que voy es que para degenerar siempre hay tiempo, aunque parece que al Masculinismo no le hace falta.

      1. Vuelvo a decir que muchas de las personas que consideras «masculinistas» son en realidad tradicionalistas, antifeministas, MRAs y MGTOW. Voy a pedirte que me identifiques quienes son los masculinistas radicales de quienes hablas (que se autoidentifiquen como masculinistas, vaya).

        La principal diferencia que yo estoy viendo en el desarrollo de estos movimientos es que el feminismo contó desde un principio con el apoyo de miembros de la clase alta (mujeres pero también hombres) con recursos económicos y tiempo libre para hacer activismo, desde las sufragistas hasta hoy. En esta página ya hablamos de cómo Betty Friedan era ama de casa con criadas en una mansión. Tenía tiempo y dinero. Recientemente la campaña de Emma Watson HeforShe fue respaldada por la banca de J.P. Morgan-Chase. El masculinismo, el poco que hay, se nutre de padres divorciados y hombres que ya han sido pisoteados y desposeídos por el sistema judicial, con poco dinero, tiempo y cierto resentimiento hacia la indiferencia de la sociedad y el silencio de los medios.

        He de señalar que en el pasado los hombres tampoco votaron hasta que en muchos países se organizaron sangrientas revoluciones para conseguirlo. El voto femenino se consiguió en países como Estados Unidos sin derramar una sola gota de sangre. Y si las mujeres tenían sus problemas para encontrar marido, los hombres por ejemplo no podían mostrar debilidad/vulnerabilidad si querían ser respetados y casarse. También debían renunciar prácticamente a su vida familiar en un mundo en el que la jornada laboral de 40 horas semanales y las vacaciones que hoy tenemos eran una utopía. Y desde luego hoy día todo hombre se topa con la demonización de su sexo y justificaciones teóricas para ser legalmente discriminado, por ejemplo.

        El masculinismo no ha degenerado. Lo que ocurre es que prácticamente no existe. El movimiento está en pañales y sólo el tiempo dirá qué forma acabará tomando.

      2. Aunque tu argumento fuese válido, que no lo es (el pedigrí de un movimiento no es disculpa de nada: lo que importa son las afirmaciones, los argumentos y los datos), ni siquiera es cierto: la primera referencia en la entrada de Masculinismo de la Wikipedia es de 1908 («The Legal Subjection of Men», de Ernest Belfort Bax).
        Así que por tiempo, ha tenido de sobra para degenerar. Pero por apoyo público y conocimiento general, está en pañales, como dice Carlos.
        Pero la cuestión es que en lugar de discutir sobre orígenes, textos de otras webs y demás, bastaría con que pusieras un enlace a qué entrada de esta web te parece radical y degenerada. No visito otras webs supuestamente masculinistas, así que no respondo por ellas. Y también podrías indicarnos en un enlace algún texto o web actual feminista que desde tu punto de vista igualitario no haya caído en la lógica degeneración (según tú) de un movimiento de más de 100 años. Que quizá nos estamos perdiendo algo…

      3. «el Feminismo no empezó radical, como todo, se hizo. (…) Ese desencanto aún dura y es ése mismo el que, de alguna manera, explica la aceptación de ciertas opiniones radicales en el ámbito académico como en una época se aceptaron los excesos del Comunismo temiendo el avance del Nacional Socialismo.» (Kelvin)

        No viene a cuento por la temática de este blog, pero ya que Kelvin ha hablado de «los excesos del comunismo», habría que recordar que la aceptación de «los excesos del comunismo» no es algo que haya sucedido previamente a los avances del Nacional Socialismo, algo que sólo puede argumentarse para el período de 1930 a 1945, sino que se dio antes, durante y después del Nacional Socialismo, y que sigue sucediendo actualmente, empezando por los que emplean el eufemismo «excesos del comunismo», para con ello tratar de presentar como otra cosa lo que en verdad fue -y sigue siendo- totalitarismo, represión y terrorismo de estado en su grado máximo. ¿Podemos imaginar la que se armaría si algún «intelectual» hablase en la actualidad de los «excesos del franquismo» o de los «excesos del nacional-socialismo», como diciendo que las intenciones de Hitler o de Franco eran buenas, pero que las circunstancias los obligaron a cometer ciertos «excesos»?
        Desde la óptica progresista todo es disculpable mientras lo hagan los propios, y como consecuencia de un enemigo que inevitablemente los empuja a tomar contra su voluntad decisiones extremas. Las feministas supuestamente empezaron con buenas palabras, pero -¡pobrecitas!- como las reprimieron, no les quedó otra opción que radicalizarse… Pues no, porque es justamente lo contrario. Cuanto más igualitarias son las sociedades occidentales, más se radicaliza el feminismo. Nunca jamás como ahora han sido de igualitarias entre sexos la sociedad y las leyes, y, sin embargo, nunca jamás como ahora ha sido tan radical el feminismo. Y ello porque la radicalización del feminismo no tiene nada que ver con una supuesta búsqueda de la «igualdad», sino con todo lo contrario, con la búsqueda de restaurar privilegios por razón de sexo que la propia dinámica de la sociedad empuja al museo de la historia. Y no olvidemos que el actual feminismo radicalizado no por ello deja de ser subvencionado y fomentado por las grandes multinacionales y por el Estado e instituciones de una supuesta sociedad patriarcal. El feminismo cuenta hoy con cátedras de género en cualquier universidad española; tiene concejalías de la mujer en cualquier ayuntamiento; tiene ministerio de «igualdad»; todo ello promovido desde lo más alto de la élite social y política. Y, sin embargo, no faltan progresistas que, no sé si por cinismo, por ingenuidad o por las dos cosas a la vez, intentan hacernos creer que el feminismo es algo así como un movimiento surgido desde abajo, como si surgiese espontáneamente entre las «marujas» y las señoras de la limpieza…

  11. Carlos, aunque Serrano o Cantó no se definan como masculinistas o no profundicen en la condición masculina como haces en tú en este espacio, sus reivindicaciones me parecen masculinistas.
    Son personas educadas y sin ningún atisbo de misoginia a los que criminalizan, tachándolos de apologetas de la «violencia de género».
    Kelvin, el feminismo ha estado mintiéndole a la población desde que nació, ya que siempre se ha autoetiquetado como un movimiento que buscaba la igualdad sin atender las necesidades y discriminaciones sufridas por los hombres.
    El feminismo ha estado mintiéndole a la población desde que nació, ya que defiende desde el principio la idea de que vivimos en un patriarcado como sistema en el que las mujeres lo tienen más difícil que los hombres.
    Comparar las relaciones a lo largo de la historia entre hombres y mujeres con el nazismo es una manipulación del tamaño de Siberia. Los hombres siempre han protegido a las mujeres a costa de su salud y su vida, aceptando que sus vidas valen menos que las de ellas. Si yo escribiese aquí con la intención de manipular, diría que cuando un grupo está obligado a proteger a otro con su vida está siendo oprimido, y que por tanto la historia ha sido opresión de las mujeres sobre los hombres. Lo que pasa es que las relaciones entre los sexos son tremendamente complejas, y si te fijas sólo en lo que te interesa puedes defender hasta las ideas más inverosímiles (a la vista está que es posible ya que el feminismo lo hace).
    Las feministas no alzan la voz ante la conculcación de la presunción de inocencia de los varones, ante las barbaridades que sufren en países en los que sólo se fijan en lo que sufren las mujeres, no tienen en cuenta el suicidio como problema de género….. si sigo argumentando sobre ésto me paso aquí hasta el año 2050. ¿Quién alza la voz? EL MASCULINISMO.
    Estás cogiendo de excusa los comentarios misóginos que has leído para deslegitimar a un movimiento que está poniendo el foco de atención en los olvidados por feministas, políticos, instituciones, medios de comunicación….
    Ante nuestras justas reclamaciones intentas agarrarte a un clavo ardiendo para impedir que reclamemos los derechos del varón. Si el feminismo hubiese sido alguna vez realmente igualitario, el masculinismo no sería necesario y los que escribimos aquí seríamos parte de la lucha feminista.
    No voy a decir que todo el feminismo piense exactamente igual (no necesito faltar a la verdad para argumentar), pero el movimiento al completo comparte la idea de que vivimos en un patriarcado en el que los hombres somos privilegiados con respecto a las mujeres.
    Tengamos en cuenta los datos objetivos:
    https://quiensebeneficiadetuhombria.wordpress.com/2013/02/12/intoduccion-quien-se-beneficia-de-tu-hombria/
    ¿Eres capaz de contestar cómo es posible que le pasen estas cosas al grupo privilegiado?

  12. Tienes razón en que no concreto y mezclo conceptos; cuando digo Masculinismo, en realidad me quiero referir a un fenómeno que yo considero mucho más amplio y que tiene que ver más con una reacción que con un movimiento en sí y que incluye desde los tradicionalistas hasta los MGTOW. Como yo lo veo, las tradiciones democráticas de Occidente se han fortalecido mucho en este último cuarto de siglo y las reacciones a algunas leyes injustas y a los excesos (más teóricos que prácticos) del Feminismo se presentan, así mismo, de forma democrática y hay para todos los gustos pero eso, lamentablemente, no os beneficia. Cuando las democracias eran jóvenes era más fácil que las clases acomodadas «patrocinaran» cambios que encima sabían de antemano que iban a suponer beneficios directos en muy pocos años (como pasó con la incorporación de la mujer al trabajo asalariado) ahora los capitales ya no son nacionales y si un empresario tiene que cerrar su fábrica donde sea porque hay protestas la cierra y se va a otro país; el Capitalismo que posibilitó el auge del Feminismo no es el mismo que el que lo está desvirtuando y ,con él, las democracias han degenerado en populocracias prácticamente acéfalas a merced de los mercados. Con todo ello vengo a decir que el fenómeno reactivo debería, al menos y ya que está en pañales, dignificarse y dejar claro que, si bien busca ser democrático e integrador, la ÚNICA REACCIÓN ADMISIBLE es la justa y sólo la justa reivindicación de igualdad; todo lo demás sobra: los tradicionalistas, los misóginos, el 99% de los MGTOW, los anti-feministas o los que son algo o todo lo anterior y se autodenominan masculinistas no deberían ni siquiera participar en el debate sobre los derechos de los hombres, las desigualdades legales ante los casos de violencia doméstica o las custodias compartidas, ni siquiera se deberían considerar como parte del movimiento sino más bien una indeseable consecuencia de la susodicha reacción. Si tiene que existir un movimiento reactivo serio, se llame Masculinismo o no, que sirva para hacer un sistema legal y judicial más justo deberá desvincularse, por muy democrático que sea, de opiniones no respetables como las de los ¿colectivos masculinos? antes mencionados y yo, desde fuera, no veo que haya una verdadera voluntad de segregar; más bien al contrario, la sensación que se tiene desde fuera es que se van dando palos de ciego hacia cualquier postura que critique al Feminismo, como los niños que sólo escogen a sus amiguitos para formar equipo aunque sean unos paquetes, cuando lo primero que se debería hacer es separar el grano de la paja; darle voz a las legítimas reacciones y silenciar los últimos coletazos del conservadurismo más rancio. Por ejemplo, yo aún no he encontrado ninguna crítica a la página Misandria.info en ninguna web que denuncie los excesos del Feminismo y ellos por lo visto sí que tienen como referencia este blog (es decir, que ellos consultan fuentes más «moderadas») tampoco he leído ninguna crítica a comentarios desfasados ni un «por opiniones como la suya somos atacados y ninguneados» , ni siquiera un «reconozcamos que entre nosotros hay mucho resentido». Si esta reacción tiene, con el tiempo, que tomar una forma, sólo podrá hacerlo quitándose el lastre que suponen algunas opiniones relacionadas con ella. De lo contrario, perecerá, será identificado como un movimiento o fenómeno reactivo pernicioso y retrógrado y el sistema lo engullirá para regurgitar lo peor de él; sólo sonarán las voces de los cuatro misóginos que quieren mujeres como sus abuelas y el tema importante de la igualdad legal será silenciado. Gracias por ser el único sitio con voluntad de diálogo y sin censura. Pase lo que pase y si se fracasa o se tiene éxito se puede tener la seguridad de que, contra viento y marea, habrá pocas personas que piensan en ser y en hacer lo mejor posible y contra esa seguridad nunca podrá el desánimo, la injusticia o la miseria.

  13. «… dignificarse y dejar claro que, si bien busca ser democrático e integrador, la ÚNICA REACCIÓN ADMISIBLE es la justa y sólo la justa reivindicación de igualdad; todo lo demás sobra: los tradicionalistas, los misóginos, el 99% de los MGTOW, los anti-feministas …»
    Pides que rechacemos lo que OTROS dicen en foros marginales mientras prominentes feministas insultan a diario a todos los hombres, en medios de comunicación de gran difusión, sin que nadie les reproche nada (Ver https://quiensebeneficiadetuhombria.wordpress.com/category/medios-de-comunicacion-2/ o http://siereshombreeresculpable.wordpress.com/ ).
    Partes de unos principios que te hacen aplicar la ley del embudo en todos tus comentarios: como el feminismo es bueno por definición, todo es disculpable (tiene 100 años y ha degenerado un poquito, etc). Pero como el masculinismo es nuevo en la plaza, tiene que demostrar una «pureza de intenciones» más allá de toda duda, respondiendo todos y cada uno de los integrantes (autodefinidos o etiquetados por otros) por todos los demás.
    En lugar de atenerte a datos y argumentos, partes de prejuicios: a unos les pides lo imposible (yo no puedo responder por todas las tonterias que alguien diga en un foro, por mucho que tú nos pongas a los dos la misma etiqueta) y a otros les disculpas todo, porque el feminismo es bueno. Intentas ajustar la realidad a este prejuicio.

  14. Kelvin, en un comentario anterior has dicho muchas cosas que no son ciertas y te las he rebatido (aparte de hacerte una pregunta muy clara), las has ignorado y has emprendido una huida hacia en el debate.
    No tengo ningún problema en contestarte a tu último comentario, pero antes deberías contestar a lo que te he dicho. Tienes la ocasión de demostrar que no eres un manipulador (profesional o aficionado) y llevar el debate con la honradez intelectual necesaria.

    1. Es que yo no comparto sus ideas; como ya he explicado la peligrosidad se premiaba con reconocimiento y eso alentaba mucho más al desarrollo personal y rápidamente se utilizó la excusa de la protección para controlar, no por maldad o estupidez sino porque el ser humano es un animal de costumbres (por ejemplo ¿Ve normal que muchos musulmanes afirmen y defiendan que el deporte «masculiniza a la mujer» eso no tiene absolutamente nada que ver con la protección, pudo derivar de ella pero lo cierto es que es una forma de coartar las relaciones y aficiones femeninas fuera del hogar); al principio sí, se buscaba proteger y se consiguió y luego con la excusa de «es que nosotros hacemos todo el trabajo sucio» empezó a resultar más cómodo y práctico relegar a la mujer. Lo de la supremacía femenina en serio que no sé de dónde se lo saca porque protección sin libertad y sin la posibilidad de dar lo mejor de uno a la comunidad no valen de nada. Porque si vas a estar protegiendo a un sexo y echándoselo continuamente en cara (las mujeres son impuras, segundonas y pecadoras, vagas, interesadas, poco profundas ¡hay que ver qué desgracia para el mundo las mujeres!) durante milenios igual sería mejor no haberlo hecho. Los pocos textos que alababan a las mujeres, algunos citados en este blog, eran (redoble de tambores) DEFENSAS ¿Quién se tiene que defender? El que está siendo atacado ¡Vaya privilegio! Protegidas, sí, pero pidiendo perdón por existir y por tener que ser protegidas, formadas con la idea de que su propio Dios las creó imperfectas e impuras, que su organismo es sucio y complicado y que su psique es frágil e inflamable. Los hombres tenían que proteger y servir pero todo en la sociedad le reconocía y le agradecía el esfuerzo ¿Era justo? ¡Claro! ¿Servían conceptos como el honor, la gloria o el deber para manipular a los hombres y que se jugaran la vida? ¡Claro! Pero ¿Era, por todo lo anterior, justa la condena de la naturaleza femenina desde muchos enfoques? No. Entiendo que usted piense ¡Vaya privilegio! ¡Morir como un perro, pero eso sí, con honores! ¡Y tiene razón! El problema es que el ser humano es en extremo social y para superarnos hemos tenido que darle más importancia al progreso y al desarrollo que a la muerte y al sufrimiento. No es que se considerase a los hombres prescindibles sino que se consideraba que tenían el deber moral de aportar a su comunidad, si hacía falta, con su vida. Lo que en principio era, evidentemente, un mandato represivo y profundamente violento se convirtió en un motor de autodescubrimiento y desarrollo para los pocos que podían escapar al destino de tener que colaborar con sus vidas y en cuanto las condiciones de vida mejoraron el número de hombres que podían aportar sin tener que dejarse la vida en ello fue aumentando pero sabiendo que, en general, se esperaba algo de ellos (para bien y para mal) En cambio y contra todo pronóstico, lo que se suponía una invitación necesaria a exponerse a los peligros de muerte lo menos posible se convirtió en un instrumento de control para todas justamente cuando las condiciones de vida mejoraron en parte por la inercia de la costumbre y en parte porque se abusó de la estúpida idea de que la mujer ya aportaba todo lo podía con su función reproductora. Pero bueno, en eso no nos pondremos de acuerdo nunca ni falta que hace, lo importante es que yo NO QUIERO DESPRESTIGIAR A NADIE. Al contrario, me da pena que las justas reivindicaciones vayan a caer en el olvido por culpa de los cuatro de siempre y lo expreso claramente: «De lo contrario, perecerá, será identificado como un movimiento o fenómeno reactivo pernicioso y retrógrado y el sistema lo engullirá para regurgitar lo peor de él; sólo sonarán las voces de los cuatro misóginos que quieren mujeres como sus abuelas y el tema importante de la igualdad legal será silenciado. Gracias por ser el único sitio con voluntad de diálogo y sin censura». Coincido con usted Babel en que el Feminismo no está haciendo nada por los derechos fundamentales que se les están negando a los hombres y puede que el Masculinismo juegue un importante papel para revertir esta injusticia y es por eso que me da pena que haya tantas opiniones y prejuicios negativos (en especial en los medios de comunicación) cuando, a mi entender, se está luchando por un sistema legal y judicial más justo para la totalidad de la población (porque considero que no respetar la presunción de inocencia, por ejemplo, es muy grave). Mi intención no era devaluar nada, al contrario, me he atrevido a expresar cómo se puede percibir desde fuera, sino respetara en absoluto las intenciones del Masculinismo ni siquiera perdería mi tiempo escribiendo aquí. Y a todos los que afirmáis que yo defiendo a ultranza al Feminismo les invito a que relean mis comentarios y descubrirán que en ningún momento niego que haya degenerado o que el sistema actual lo haya corrompido. Todo se corrompe; los cuerpos y las ideas, los usos y las costumbres. Nada escapa a la corrupción salvo lo que está muerto.

      1. Kelvin.

        No estaría tan seguro de que los textos mencionados fueran meras defensas. La cultura del amor cortés no nació como una defensa de la mujer. Eso sí, la convirtió en un ser casi divino que ocupaba el lugar del señor en las relaciones amorosas, e incluso llegaba a disculpar el adulterio y las relaciones extraconyugales. La querella de las mujeres no la veo como ataque y defensa sino como un choque entre la visión de esta cultura y la cultura tradicional. Pero por supuesto esto son querellas entre las élites. Que estos debates le importaran a la gran masa campesina, buena parte iletrada, es poco probable. Allí el valor de la mujer como columna vertebral para mantener el hogar y la familia era mucho mayor que entre las élites nobiliarias donde la mujer no era tan crucial para el trabajo y muchas veces ni amamantaba a sus hijos.

        Dices: «la peligrosidad se premiaba con reconocimiento y eso alentaba mucho más al desarrollo personal.»

        Los millones de hombres que han muerto en la guerra no se desarrollaron mucho más personalmente que las mujeres. Los frutos de sangrientas revoluciones, particularmente desde el siglo XVIII) los estamos recogiendo ahora tanto hombres como mujeres, con la diferencia de que en los reclamos por la igualdad femenina rara vez se derramó una sola gota de sangre. En muchas familias que conozco sólo ahora tanto sus hijos como sus hijas han podido ir a la universidad por primera vez. Antes la educación superior estaba vetada a las mujeres (eran admitidas caso por caso) pero no olvidemos que los hombres que accedían a ella eran una minoría poco representativa del sexo masculino en general. El escaso desarrollo personal de las masas de hombres a través de la Historia no creo que fuera tan gratificante como lo presentas.

        Sobre el sexo y el deporte, en culturas donde la masculinidad se valora en los hombres y la feminidad en las mujeres (la gran mayoría) se tenderán a mantener y reforzar esos valores. Si las madres musulmanas no quieren por ejemplo que sus hijos jueguen con muñecas, ¿debemos interpretar que se hace con la intención del excluir al varón del mundo doméstico que ellas considerarían su esfera de poder?

        Kelvin, aunque hayas venido a debatir con las mejores intenciones, tienes que ver cómo tus comentarios en este hilo pueden percibirse desde fuera. Lo primero que haces es negar que el artículo presentado sea necesario porque la mayoría del feminismo no tiene una visión tan radical de la Historia como la que he apuntado. Cuando demuestro que hay bastantes ejemplos que nos indican lo contrario, pasas a decir que radicales hay en ambos bandos. Una vez que te muestro que en el feminismo los radicales son la cabeza visible y su mensaje el predominante, pasas a decir que el masculinismo se ha deteriorado más rápido. Cuando explicamos que el masculinismo no es una mezcla de tradicionalismo y antifeminismo, aprovechas para atacar un comentario de Babel y criticar a los hombres por la situación de la mujer en la Historia… Como puedes ver, podría parecer que lo que intentas es torpedear este hilo como sea posible, pasando de un tema a otro. Quizá no sea tu intención, pero empiezo a no estar muy seguro de lo que pretendes conseguir en esta conversación.

  15. Kelvin, te pido disculpas por el malentendido.
    DIcho lo cuál, considero bastante entendibles (y justificables) mis suspicacias, teniendo en cuenta que tus argumentos son extremadamente manipuladores. Murphy ha expuesto (con gran acierto) los motivos en un comentario más arriba.
    Te animo a continuar cordialmente el debate.

  16. Carlos, tú dices que no estás muy seguro de lo que pretende Kelvin, pero a mí me quedan pocas dudas.
    «Lo de la supremacía femenina en serio que no sé de dónde se lo saca» (Kelvin)
    No he hablado de supremacía femenina, he dicho que yo DIRÍA eso si quisiese manipular. Luego ha empezado a rebatir usando lo que se llama falacia del «hombre de paja» en la que se ha ido por las ramas.
    Fuera aparte de lo comentado, tampoco Kelvin me ha contestado a una pregunta cargada de lógica que le he hecho y que resulta fundamental a la hora de rebatir los dogmas que viene a vendernos.
    Murphy también ha puesto al descubierto su uso de la ley del embudo.
    Kelvin está siendo tratado aquí con un respeto con el que no nos tratan a nosotros en los espacios feministas.
    Creo que estamos ante un manipulador, y probablemente profesional. No es normal que se tome tanto tiempo en venir a torpedear nuestras reivindicaciones con la excusa de «debatir».
    No obstante, la gente con un mínimo de sentido crítico se dará cuenta. Y si no se han dado cuenta de un vistazo, has hecho un buen resumen de sus intentos manipuladores y de su poca disposición a llevar un debate con una mínima honradez intelectual.
    Es de justicia reconocer que se trata de un buen manipulador.
    Carlos, el hecho de que lleguen buenos manipuladores a tu blog (y no los típicos autoritarios sin cerebro que repiten palabras como «patriarcado» o «machitos llorones» sin argumentar) es señal de que tu blog goza de muy buena salud.
    Kelvin viene aquí a decir cuál es la única reacción admisible. No está de más recordar que en otro hilo dijo que nuestra reacción es desproporcionada y justificó los atropellos actuales. No sé ahora mismo de que hilo se trata, pero rebuscando en el blog se puede encontrar.
    Kelvin viene buscando excusas para que los hombres no reivindiquemos, no se trata de debatir con él para hacerle entrar en razón.
    Independientemente de que se trate de un individuo fanatizado o de un cínico, las respuestas no van dirigidas a él sino a terceras personas que lean el blog.
    Cada vez llegarán más manipuladores y de más calidad.
    Carlos, tú eres el que decide si se les deja participar o no, que para eso es el espacio que has creado tú.
    Mi opinión (el hecho de que la exprese no quiere decir que te diga lo que tienes que hacer con tu blog) es que llegado a ciertos puntos (como por ejemplo al punto al que hemos llegado con Kelvin) sería conveniente la expulsión del manipulador en cuestión para que la discusión no se eternice ni los debates sean reventados.

    .

    1. Me he dado cuenta también de que tergiversó lo que dijiste para salir por otros derroteros.
      No lo voy a expulsar porque no ha roto las normas, pero revisaré los comentarios anteriores que haya hecho (tengo una opción para ver todos los comentarios de un usuario) y ver si el patrón de este hilo se repite. Por el momento estará «bajo observación», por así decirlo, para ver si viene a debatir honestamente o es lo que lo anglosajones llamarían un «concern troll».

      http://rationalwiki.org/wiki/Concern_troll

  17. No os preocupéis!!! Me he equivocado con este blog; no pienso participar más, porque si después de agradecer la falta de censura y lo que confundí con una voluntad sincera de diálogo lo único que recibo son ataques y acusaciones infundadas sin argumento mejor os dejo tranquilitos, asintiendo a todo lo que se dice por aquí. Porque si para vosotros debatir honestamente es atacar el Feminismo en TODAS sus formas y presentarlo como una aberración histórica que lo único que ha hecho es tergiversar y manipular TODA LA HISTORIA de Occidente, desacreditando el trabajo de cientos de personas durante más de un siglo, cuando la bibliografía feminista en este blog, salvo honrosas excepciones, brilla por su ausencia no tengo nada más que aportar ¡Eso debería haberme dado la pista para no debatir aquí! ¡La culpa es mía por dejar que mis buenas intenciones mancillen mi buen criterio! Las personas moderadas que REALMENTE quieren debatir siempre incorporan y procuran conocer profundamente las posturas contrarias; vosotros os encerráis en que el Feminismo lo hizo todo mal y en ningún momento os he visto asumir que fue NECESARIO pero yo sí he asumido que, como todo, ha degenerado. Pero luego quien viene a manipular aquí soy yo. Quien quiere manipular no evoluciona ni varía sus opiniones; yo HE DEMOSTRADO que asumo que muchas de las cosas que aquí se dicen tienen sentido pero vosotros no; el Feminismo es una quimera que hay que erradicar y no salís de ahí. Ahí se ve a quién le falta humildad, quién es sospechoso, quién debería revisar sus ¿argumentos? y quién quiere realmente debatir. Si tenía alguna duda sobre las intenciones del Masculinismo me las habéis despejado todas; os encanta discutir con trolls y echáis a los moderados; os agota tener que estar renovando argumentos porque es más fácil aprenderse cuatro cosas que quedan bien (como lo del amor cortés, como si éste hubiese dado origen a un código civil nuevo) y repetirlo hasta la náusea (igual que hace el Feminismo al que tanto criticáis). Me ha quedado muy claro que el objetivo no es, como yo creía, que el debate sirva para un sistema legal y judicial sin favoritismo de ninguna clase sino, como teme casi todo el mundo con dos dedos de frente, utilizar las justas reivindicaciones para volver a un período de oscuridad conservadora. Debatir implica no estar de acuerdo pero se ve que para vosotros la disidencia equivale a ataque; una confusión que casi nunca se da en los moderados que aceptamos los argumentos de los demás cuando son ciertos y asumimos cuando nos equivocamos. Las ideas de este blog se podrían resumir en el siguiente planteo; como los hombres también sufrimos opresión el Feminismo fue más un invento de las élites capitalistas que una necesidad social real. El Feminismo es lo peor que le ha pasado a Occidente y Los hombres son las verdadera víctima de la humanidad y por eso considerar a otras posibles víctimas es una pérdida de tiempo estéril. Quien debate sabe que la razón absoluta no existe y sólo por eso ya tiene la prudencia de asumir que muchos de los supuestos de su rival serán, por lógica, ciertos. Vosotros realmente creéis que sois los dueños de la verdad y en ningún momento he leído una reflexión sincera sobre qué se puede aprovechar del Feminismo o cómo, en un principio al menos, estaba justificado. Equiparar la existencia del amor cortés, como influencia «feminista»,con milenios de misoginia religiosa (misoginia que es INNEGABLE) es no tener ningún tipo de honestidad intelectual. Justificar la vigencia de valores arcaicos, arbitrarios y mezquinos (como la prohibición de hacer deporte en el Islam) que van contra toda lógica elemental es no tener ningún tipo de honestidad intelectual ¡Todo el mundo sabe por qué se hace! ¡Lo que debemos es luchar por sociedades en las que si a uno le apetece hacer deporte o lo que sea pueda hacerlo sin preocuparse por prejuicios sexistas estúpidos! ¡Deberían dar igual esas tradiciones en el s XXI! Pero bueno, me voy feliz porque si he conseguido que queráis echarme es porque en el fondo sabéis que no podréis rebatirme.Me alegra que en esto sí hayáis sabido perder.

    1. La verdad que no estaba seguro de si eras un troll o no pese a que, entre otras cosas, tergiversaras el comentario que había hecho Babel. Aquí podrías haber dicho que lo malinterpretaste. En lugar de ello lo que haces en tu última intervención es tergiversar todo lo que se ha dicho para presentar una postura que no es la mía, confirmando lo que sospechábamos.

      Dices que no hay bibliografía feminista en el blog, salvo honrosas excepciones. Pues bien, en esta misma entrada he utilizado a dos antropólogas feministas: Barbara Voorhies y Kay M. Martin (sigue el hipervínculo “concentrar”). En el pasado he citado a otras cuyas explicaciones me parecían razonables, por ejemplo Ernestine Friedl, aquí:

      https://quiensebeneficiadetuhombria.wordpress.com/2013/04/05/el-origen-de-la-dominacion-masculina-iii-version-antropologica/

      Eso sí, como dije en dicho artículo:

      Ernestine Friedl, la autora de este texto, es antropóloga y feminista. Sin embargo he decidido catalogar su teoría como antropológica en lugar de feminista porque en su trabajo no utiliza ni conceptos ni teoría o metodología propios del feminismo. Además, su teoría es poco conocida (o poco popular) entre los miembros de este movimiento.

      Idem para Voorhies y Martin.

      También dices que aquí estamos afirmando que el feminismo tergiversó la Historia de las relaciones de género, y no, eso no se ha dicho aquí tampoco (tergiversación #1). Como ya señalé en un comentario anterior, lo que he dicho es que esa interpretación radical de la Historia es la dominante en la actualidad. Voces que muestran una realidad más compleja como las tres antropólogas que he citado rara vez aparecen en el discurso feminista actual que domina los medios. Y cuando hablamos de feminismo lo normal es que nos refiramos a la tendencia dominante y no a las excepciones.

      Si quieres ver cómo trata el tema una página feminista que ocupa un lugar prominente en los medios de comunicación, échale un vistazo a este artículo:

      http://blogs.elpais.com/mujeres/2015/03/de-donde-viene-el-machismo.html

      Ni rastro de Voorhies, Martin o Friedl, por nombrar a algunas feministas razonables.

      Dices:

      Las ideas de este blog se podrían resumir en el siguiente planteo; como los hombres también sufrimos opresión el Feminismo fue más un invento de las élites capitalistas que una necesidad social real.

      No. Ésa puede ser la conclusión extraída de las aportaciones de algunos de los comentaristas (no todos), pero no es la opinión del autor de este espacio (tergiversación #2). Como ya he dicho en otras ocasiones, para mí el feminismo fue resultado de la mayor adquisición de derechos y libertades por parte de los varones tras las revoluciones burguesas y populares a partir del Siglo XVIII, derechos y libertades que en buena medida dejaron fuera a las mujeres. Isidro considera que se debe también a la llegada del trabajo asalariado y el fin de la codependencia de ambos sexos, pero le dejaré a él elaborar mejor su teoría para no equivocarme al plantearla.

      Dices:

      Las ideas de este blog se podrían resumir en el siguiente planteo (…). El Feminismo es lo peor que le ha pasado a Occidente y Los hombres son las verdadera víctima de la humanidad y por eso considerar a otras posibles víctimas es una pérdida de tiempo estéril.

      Nunca se ha dicho eso aquí (tergiversación #3). Lo que buscamos es mayor visibilidad para las víctimas masculinas. Eso no significa que las víctimas femeninas sean menos importantes. Simplemente que las primeras y sus problemas, bajo el discurso actual, son desde una perspectiva de género invisibles.

      Dices:

      Vosotros realmente creéis que sois los dueños de la verdad y en ningún momento he leído una reflexión sincera sobre qué se puede aprovechar del Feminismo o cómo, en un principio al menos, estaba justificado.

      Pues en el pasado sí que he dicho algunas veces que la distinción entre sexo y género era una herramienta de análisis muy útil (aunque algunos comentaristas no estuvieran de acuerdo). No querrás que lo esté repitiendo todo el tiempo (tergiversación #4).
      Y por cierto nosotros podemos estar de acuerdo con reivindicaciones feministas (derecho al voto, igualdad ante la ley, etc.) sin estar de acuerdo con la ideología subyacente.

      Dices:

      Equiparar la existencia del amor cortés, como influencia “feminista”, con milenios de misoginia religiosa (misoginia que es INNEGABLE) es no tener ningún tipo de honestidad intelectual.

      De nuevo, no recuerdo ni haber nombrado el amor cortes como “feminista” ni haberlo comparado con la misoginia que hubo en el pasado (tergiversación #5). Lo que dije fue que los textos que defendían a las mujeres no eran meras reacciones, sino que formaban parte de esta otra cultura aristocrática. Y no, no cambió la legislación, pero constituyó una revolución en las relaciones de género en Occidente que podemos sentir hasta la actualidad.

      http://academic.brooklyn.cuny.edu/english/melani/cs6/love.html

      Dices:

      Justificar la vigencia de valores arcaicos, arbitrarios y mezquinos (como la prohibición de hacer deporte en el Islam) que van contra toda lógica elemental es no tener ningún tipo de honestidad intelectual ¡Todo el mundo sabe por qué se hace! ¡Lo que debemos es luchar por sociedades en las que si a uno le apetece hacer deporte o lo que sea pueda hacerlo sin preocuparse por prejuicios sexistas estúpidos! ¡Deberían dar igual esas tradiciones en el s XXI!

      Otra vez vuelves a tergiversar lo que he dicho. Confundes, ya a propósito vistos los antecedentes, interpretar un fenómeno con justificarlo (tergiversación #6). Nunca debatimos si nos parecía bien o mal (a mí también me parece mal) sino por qué se hacía. Tu interpretación era que la finalidad era controlar a la mujer. Mi interpretación fue distinta y puse de ejemplo a las madres musulmanas que no dejan a sus hijos varones jugar con muñecas: se valora mal la feminidad en un hombre y la masculinidad en una mujer. Puedes estar en desacuerdo con mi interpretación, pero no puedes decir que por ello estoy “justificando” la prohibición del deporte.

      Dices:

      Pero bueno, me voy feliz porque si he conseguido que queráis echarme es porque en el fondo sabéis que no podréis rebatirme. Me alegra que en esto sí hayáis sabido perder.

      Recuerdo que aquí nadie te echó (tergiversación #7). Sólo que después de tergiversar el argumento de Babel y actuar como un “concern troll” vigilaría con más atención lo que dices para determinar si venías a debatir aquí con sinceridad o no. Viendo que has tergiversado varias veces lo que se ha dicho en este espacio al tiempo que nos acusas de deshonestidad intelectual me ha quedado claro que tus intenciones no eran las que afirmabas. Y ahora sí tengo motivos para expulsarte.

      1. Carlos, nada que objetar: es un buen epígrafe de mi teoría: el origen del feminismo tiene como causas (no digo que las únicas, por supuesto) la implantación progresiva del trabajo asalariado y el fin de la codependencia de ambos sexos. De todas maneras, incluso en el caso en que todos aquí creyésemos que el feminismo es una creación (consciente o no) del capitalismo me pregunto cuál sería el problema. Particularmente, no es una teoría que a mí me convenza, pero si por algo no me convence es porque, en cierto grado, presupone una mujer sin voluntad y títere de fuerzas externas, que es, justamente, lo que presuponen la mayoría de las teorías feministas, en especial la apellidada «de género». Si hay una teoría realmente ofensiva para las mujeres es la teoría de «género». Kelvin, sin embargo, al igual que tantos otros, la da por buena.
        Mi opinión es que el ciudadano de a pie, hombre o mujer, es y suele ser víctima fácil de la propaganda, sobre todo, claro, de la propaganda de los medios de difusión modernos. Y ambos sexos son, en similar medida, igual de aptos para rebelarse contra las fuerzas externas que intentan controlarlos. Los compañeros que piensan que el feminismo es una creación del capitalismo no consideran que los hombres comunes tengan más defensas naturales contra las fuerzas capitalistas (o de otra índole) que las mujeres. En cambio, la teoría de «género» SÍ que describe al hombre como superior a la mujer: un ser maquiavélico y misógino que controla a la mujer a placer desde la noche de los tiempos. Esto sí que es ofensivo para las mujeres.
        Yo me aparto de ambas concepciones, si bien reconozco, como acabo de decir, la facilidad con que el hombre común se deja adoctrinar por el poder político y manipulador de unos pocos. Digo bien: «se deja adoctrinar». Y digo «se deja» consciente de la contradicción que alberga tal expresión. Pero es una contradicción aparente, como aparente contradicción es hablar de «autoengaño». Y, no obstante, el autoengaño es un fenómeno psicológico ubicuo, de cuya existencia han dado cuenta infinidad de experimentos de laboratorio. Decía más arriba que me aparto de ambas concepciones: las personas corrientes podemos ser víctimas de la manipulación política, cierto, pero eso no nos convierte en seres irresponsables de nuestros actos. Pese a todo, somos libres y debemos ser juzgados como tales. De lo contrario, la democracia y la justicia, tal como las entendemos, serían conceptos sin sentido.
        El feminismo, en su origen, recoge los miedos reales de las mujeres, se hace eco de ellos. Son miedos auténticos, generados en su propio ser: miedo a dejar de ser económicamente útiles, a perder el control sobre los ingresos familiares, a ser abandonadas por los maridos, etc. Veo, pues, en la mujer, una fuerza de cambio activa, evidente e indubitable, un motor de cambio social muy potente. Esto no es óbice para que luego las fuerzas capitalistas adapten sus estrategias a los miedos y reivindicaciones feministas, y que lo lleguen a hacer, al cabo, de una forma muy consciente y planificada.

    2. «Me ha quedado muy claro que el objetivo no es, como yo creía, que el debate sirva para un sistema legal y judicial sin favoritismo de ninguna clase sino, como teme casi todo el mundo con dos dedos de frente, utilizar las justas reivindicaciones para volver a un período de oscuridad conservadora.» (Kelvin)

      Es una lástima que Kelvin abandone este blog, porque de lo contrario le pediría que justificase mediante citas entrecomilladas los textos de la gente que aquí participa, y donde quede claro ese objetivo de «volver a un período de oscuridad conservadora.» En su defecto tendré que pensar que detrás de la acusación de «no tener ningún tipo de honestidad intelectual» hay un grandísimo ejemplo de lo que los psicólogos llaman «proyección».

  18. Hola!
    El articulo es bello pero hay imprecisiones.
    Segun mi exaltas demasiado el constructo de patrilocalidad (y despues dices que tambien en el medioevo, cuando la patrilocalidad como unico sistema està sostituida, se «»prepara»» el cambiamiento casi 5 sieglos despues!?).
    Para mi los conceptos de ipo- y iper-agency explican en manera mejor todo.

    Con el solo constructo de patrilocalidad non se entiendon algunas cosas. Esa por ejemplo, que es poco creible:

    «la mujer encontrará su lealtad dividida: hacia su familia biológica y hacia su nueva familia, razón por la que generalmente será apartada de las acciones militares y políticas.»
    No, las mujeres no van en acciones militares y politicas para expectativas de ipoagency, tambien porque de otra manera si las familias son aliadas no se entiende porque tendrian que ser divididas y porque las mujeres no partecipan a las actividades militares y politicas.

    O esa otra:
    «Quizá por esta multiplicidad de modelos, la idea de inferioridad intelectual femenina comenzó a ser cuestionada a finales de la época en debates conocidos como “la querella de las mujeres” que se dieron en varias cortes europeas, incluyendo la castellana.»

    A mi me parece que si teniamos la coverture en el 1800, las querellas de las mujeres no han producido una gran modifica.
    Para mi es mejor la explicacion de Warren Farrel para el cual las mujeres han tenido la posibilidad de ser instruidas en manera major cuando el marido que provedia a ellas era mas rico. Eso las liberaba de muchas tareas y permetia a ellas de enstudiar.
    Tambien porque recuerdamonos, tambien en la Roma patrilocal habias algunas filosofas. Entonces esta explicacion de la patrilocadidad no tiene muy sentido.

    Tiene mas sentido pensar que los papeles de ipo- y iper- agency fueran condivididos en sociedades matri- patri- y neo- locales (tambien porque no existian matriarcados sino patriarcados – entendidos con el sentido de «donde el poder manifiesto es del hombre y la mujer tiene un poder by proxy» y no como sinonimo de dominacion masculina – matrilocales), pero la sociedad era matilocal si estaba donde no habian conflictos armados, y donde se necesitaba de una minor concentracion de varones en un mismo lugar, y patrilocal cuando se necesitaba de una concentracion mayor.
    Pero pienso que a la base de todos esos sistemas hay sin embargo la division ipo y iper agency.

  19. Excelente articulo, ayuda a complementar aquello que pensaba sobre esto, de hecho esta es probablemente la razón por la que siendo adolescente (hace no mucho la verdad) empece a cuestionarme el típico discurso de «el hombre sometía a la mujer porque es malo y le gusta dominar, y la mujer se aguanto durante siglos porque es buena y sumisa», y es que me costaba creer que la mitad de la población mundial se sometiera así de fácil sin ningún beneficio, es decir no hablamos de una minoría esclavizada a la cual sometes a la fuerza sin mayor resistencia (que por lo demás hasta los esclavos se rebelaban o escapaban bastante seguido, casos hay muchos), es imposible que ellas solo se quedaban ahí sin hacer nada (solo seria creíble si crees que las mujeres son borregos incapaces de pensar por ellas mismas), no podía creerlo, alguna razón debía haber, algo que las beneficiara o cuando menos las disuadiera de escapar de tan enorme sacrificio, y por supuesto que leyendo llegue a esta misma conclusión, cada uno hacia un sacrificio a cambio de algo, la mujer cedía su «autonomía» a cambio de seguridad y el hombre su integridad y hasta su vida si era necesario pero recibía como premio estar al mando, algo que dadas las condiciones de vida de la época, por muy horrible que suene, era lo mejor que podían hacer para sobrevivir.

    Es una lastima que hoy en día nadie parezca reconocerlo o cuando menos considerarlo, en su lugar prevalece la visión simplista (y bastante mediocre si me preguntan) de buenos y malos, no solo en el imaginario común, sino que también en la política (con todo lo que eso implica), lo peor de ello es que siguiendo esa visión, al ser el hombre el que somete a la mujer con el único fin de «mantener privilegios», hace que la conclusión lógica sea que el hombre es malo, y el problema al haber un genero malo, es que es muy difícil esperar que el otro lo vea como un igual, mucho menos que sienta compasión por este y quiera ayudarlo, por eso no me sorprende ver tanto discurso misandrico, porque es el resultado inevitable de visiones así.

  20. Carlos, he releído esta entrada y me ha parecido francamente buena, y quiero añadir algo que creo que no se ha dicho ni en tu entrada ni en los comentarios:
    Dices que el hombre gozaba de mayor estatus y la mujer de mayor protección, lo cual es cierto.
    No obstante, debo añadir que la mujer gozaba de mayor protección solamente por ser mujer.
    Para que el hombre gozase de mayor estatus tenía que superarlo pasando durísimas pruebas que muchos no eran capaces de superar.
    O sea, que la mujer no tenía que ganarse sus privilegios pero el hombre sí.

    1. Justamente estoy escribiendo un artículo sobre este tema (estatus por protección) y con tu permiso voy a añadir esta puntualización. Quizá no se dé en todas las culturas, pero cuando ocurre es una prueba que sólo han de pasar los hombres (hay muy pocos ritos de paso para mujeres).

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