Reglas para los comentarios

La regla de oro a la hora de comentar en este blog es la siguiente:

Cuando se encuentre debatiendo con otro comentarista o con el autor de la entrada, trate los argumentos presentados en lugar de hablar sobre el comentarista o el autor.

Esto incluye:

-Hablar sobre las (supuestas) intenciones de la otra persona.
-Hablar sobre la edad del comentarista.
-Describir el carácter de la otra persona negativamente (racista, clasista, etc.).
-Insultos y ataques personales. Palabras como “postmachista” y “feminazi” incluidas.
-Acusaciones de privilegio.

Por otra parte sí permito que un comentarista critique la afirmación de otro negativamente. Por ejemplo: “lo que dices es racista”. Siempre y cuando se limite a una afirmación en particular y no se utilice para describir el carácter de una persona. Si lo que se ha dicho (siguiendo este ejemplo) constituye una afirmación racista o no, es algo que los comentaristas pueden debatir, pero no se utilizará para describir el carácter de nadie. Todos hemos dicho algo racista, clasista, sexista, etc. alguna vez, pero no necesariamente describe quiénes somos. En resumen:

-“Eres un racista”. No está permitido.
-“Lo que has dicho es racista”. Permitido, y sujeto a debate para determinar si la afirmación es correcta o no.

Cuando un comentarista viole las reglas, dependiendo de la gravedad o de la reincidencia las medidas que adoptaré serán:

-Llamar la atención al comentarista en una respuesta, sin tocar el contenido de su comentario. Esto lo hago cuando el comentario es innecesariamente agresivo, aunque no haya roto las normas.
-Tachar el contenido del comentario que viola las normas. Si tengo tiempo aclararé por qué tacho cada cosa.
-Eliminar el contenido ofensivo del comentario, o todo el comentario.
-Expulsar, temporal o permanentemente, a un comentarista. Normalmente permito el regreso de este comentarista si pide disculpas por sus acciones y no reincide durante un largo período tiempo.
-Por norma general, seré más duro contra quienes me insultan a mí, porque como es mi blog yo no puedo dejar de venir.

Con excepción de los insultos, sí permito hablar sobre una persona, su carácter y/o su formación cuando se trata de una personalidad pública, escribe para una publicación formal (por ejemplo un periódico) o ejerce un cargo institucional. La misma regla se aplica a las instituciones, desde locales a internacionales.

Los llamamientos a la violencia serán penalizados con la expulsión.

El número máximo de comentarios por día es tres. A partir de ahora, de estos tres comentarios diarios sólo dos podrán ser antagónicos, ya sea contra otro comentarista o contra el autor.

El autor de la entrada podrá responder todos los comentarios antagónicos que necesite. Injusto, sí, pero es mi blog y tengo que responder a lo que se diga en él para ofrecer mi visión de las cosas, razón por la que he creado este espacio en primer lugar.

La permisividad sobre los comentarios que se desvíen del tema de la entrada será subjetiva por parte del autor. Generalmente permitiré uno por persona y entrada, siempre que no perciba que se realiza con la intención de desviar el tema a donde el comentarista quiere y no se convierta en una constante por parte de dicho comentarista.

Que apruebe un comentario sin responderlo no significa que necesariamente esté de acuerdo con la opinión de dicho comentarista.

Finalmente, como soy un ser humano, habrá momentos en los que yo me equivoque y viole mis propias normas de forma inadvertida. Confío en que cuando esto pase, los comentaristas lo señalen para que pueda corregirlo. Como dispongo de poco tiempo, es posible que a veces se me pase algo en la moderación. Que nadie se lo tome como algo personal. Se señala y lo arreglo.

Para cualquier duda o sugerencia sobre estas reglas, respondan en la sección de comentarios.

5 comentarios sobre “Reglas para los comentarios

  1. «El número máximo de comentarios por día es tres. »

    ¿Quiere decir que el cuarto comentario que haga en menos de 24 horas con respecto al primero no se publicará? No lo entiendo del todo bien.

  2. En un principio era escéptico respecto a poner unas reglas para los comentarios, pero la verdad es que en este caso son bastante razonables. Es cierto que muchas son muy evidentes, o de sentido común, pero claro, es cierto que últimamente hay que aclarar lo evidente en los mundillos internáuticos. La parte más difícil de acatar es la de la cantidad de comentarios diarios… por olvido y por ser una regla bastante poco habitual —espero acordarme el día que me levante ocioso y con la pluma ligera—; con todo supongo que es una cuestión logística inevitable si uno pretende moderar los comentarios sin perder la vida en ello… es una solución práctica. En cualquiera de los casos aprovecho para decir que hacía tiempo que no encontraba un blog con un corte tan clásico y una temática tan interesante.

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