El feminismo ha descrito al género masculino como privilegiado y al femenino como oprimido. Sin embargo, un análisis tanto de la situación actual como de la realidad histórica nos muestra un cuadro mucho más complicado en el que ambos sexos son simultáneamente privilegiados y oprimidos en distintas áreas de la vida.
Nuestra entrada tratará sobre el privilegio femenino, y para ello traduciré dos listas: la de Ballgame, publicada en Feminist Critics, y la de Sweating Through Fog. Recordemos que los autores son estadounidenses y por tanto habrá algunas diferencias culturales (por ejemplo la número 14 de Ballgame no se aplica a los países hispanohablantes). Si bien las dos listas repiten algunos puntos, la de Sweating Through Fog me gustó más, pero ambas son complementarias al abordar distintos aspectos del privilegio femenino.
A continuación mostramos la lista de Ballgame. En negrita encontrarán los puntos que considero más universales y/o relevantes.
Como mujer…
1. Tengo muchas menos probabilidades de morir asesinada que un hombre.
2. Tengo muchas menos probabilidades de terminar suicidándome que un hombre.
3. Tengo menos probabilidad de ser víctima de una agresión violenta que un hombre.
4. Probablemente me han enseñado que es aceptable llorar.
5. Probablemente viviré más años que un hombre.
6. La mayor parte de la gente no considerará que mi valor como persona está exclusivamente vinculado a cómo de alto asciendo en la jerarquía [laboral].
7. Tengo muchas más posibilidades de ser considerada una compañera sentimental valiosa para alguien, incluso si no tengo empleo y apenas dinero, que un hombre.
8. Se me proporciona mucha más libertad para formar amistades íntimas que a un hombre.
9. Mis probabilidades de sufrir una herida o enfermedad relacionadas con el trabajo son significativamente inferiores que para un hombre.
10. Mis probabilidades de morir en el trabajo son una pequeña fracción que las de un hombre.
11. Si rechazo pelear [físicamente, cuando me desafían], es poco probable que esto dañe mi reputación con mis iguales o que se ponga en cuestión mi valía como compañera sexual.
12. Normalmente no se espera que sea capaz de ejercer la violencia. Si carezco de esta capacidad, generalmente no será percibido como una nefasta deficiencia personal.
13. Si nací en Norteamérica después de la Segunda Guerra Mundial, puedo tener la certeza de que mis genitales no fueron mutilados poco después de nacer, sin anestesia.
14. Si intento abrazar a un amigo en un momento de júbilo, es mucho menos probable que mi amigo se cuestione mi sexualidad o se retire incómodo.
15. Si busco consuelo en el abrazo de un amigo íntimo, podré preocuparme mucho menos sobre cómo mi amigo interpretará el gesto o si mi valía como miembro de mi género será cuestionada.
16. Generalmente no estoy forzada por las reglas de género a portar una armadura emocional en mis interacciones con la mayoría de las personas.
17. Con frecuencia soy el centro emocional de mi familia.
18. Se me permite llevar ropa que indica “vulnerabilidad”, “delicadeza” y “ser juguetona”.
19. Se me permite ser vulnerable, juguetona y delicada sin poner en cuestión mi valía como ser humano.
20. Si interactúo con los niños de otras personas (particularmente gente que no conozco muy bien), no tengo que preocuparme demasiado de que la interacción sea malinterpretada.
21. Si tengo problemas ajustándome a algunos aspectos de las exigencias de género, tengo muchas más posibilidades que un hombre de encontrar una audiencia comprensiva para discutir lo irrazonable de la demanda, y una menor probabilidad de que mi rechazo a ceder me haga ser percibida como inadecuada para mi género.
22. Tengo menos probabilidad de que se me avergüence por ser sexualmente inactiva que un hombre.
23. Desde mi tardía adolescencia hasta la menopausia, para la mayor parte de los niveles de atracción sexual, es más fácil para mí encontrar un compañero sexual a mi nivel de atractivo que para un hombre.
24. Mi papel en la vida de mi hijo se percibe generalmente como más importante que el papel de su padre.
Ahora la lista de Sweating Through Fog. Una vez más, marcaré en negrita los que considero más universales y/o relevantes. He añadido un hipervínculo para corroborar la afirmación sobre las distintas penas por el mismo delito.
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