Verdades políticas (I): el 70% de los pobres son mujeres o la feminización de la pobreza

Éste es el primero de una serie de artículos donde me gustaría abordar las llamadas «verdades políticas»: datos que se repiten una y otra vez por su utilidad política, muchas veces a sabiendas de que no son ciertos o no hay manera de comprobarlos.

Debajo encontrarán el artículo  «¿Realmente las mujeres conforman el 70% de la pobreza mundial? ¿Cómo estamos seguros de ello?» escrito por Duncan Green y traducido por Joaquín Paz. En él exploraremos qué hay de cierto en esta repetida estadística.

Al final del escrito encontrarán una lista con otras «verdades políticas» que me gustaría cubrir en el futuro y enlaces a artículos que las desmontan.

¿Realmente las mujeres conforman el 70% de la pobreza mundial? ¿Cómo estamos seguros de ello?

Duncan Green

Abogar mediante la investigación (lo cual representa una parte importante de mi trabajo) es jugar con fuego. La presión al revelar conclusiones claras y “datos definitivos” que contradigan las ideas de quienes hacen política puede tornarse fácilmente en algo mucho más controversial.

En una ocasión desafié a una colega en otra ONG acerca de un “dato” que ella estaba usando sobre Bolivia.

“Bueno, es políticamente cierto, me respondió con una sonrisa irónica. ¿Debemos utilizar “hechos” aun sabiendo que son incorrectos sólo porque nos gusta su mensaje? Definitivamente la respuesta tiene que ser “no”.

Recordé esto cuando reflexionaba sobre uno de los “factoides” favoritos de la ONU y las ONGs: “Las mujeres conforman el 70% de la pobreza mundial”. La fuente es definitivamente turbia: el Informe Sobre Desarrollo Humano de 1995 es citado recurrentemente, a pesar de carecer de referencia alguna sobre cómo se llegó a dicha conclusión, o cómo puede revisarse, además de contribuir a la confusión afirmando en sus líneas principales que “más del 70% son mujeres y niñas” para luego referirse a todas como mujeres en el resumen del contenido. El informe de 1994 de la Fundación Internacional para el Desarrollo Agrícola (IFAD, por sus siglas en inglés) El Estado de la Pobreza Rural Mundial es también citado, con dudas expresas en aquel momento sobre sus números.

Otros amigos me dijeron que los datos eran muy anteriores a ello, aunque ninguno pudo señalarme la fuente original de los mismos. Pero de alguna manera estos “números mágicos” han cobrado vida propia y “autenticidad” mediante la difusión y repetitividad. Hemos de señalar que estas cifras no han cambiado durante los 15 años en que han ganado relevancia. Este único hecho debería alarmarnos.

Asumamos que el Informe de Desarrollo Humano (HDR, por sus siglas en inglés) incluye mujeres y niñas. Con las últimas estadísticas sobre pobreza, eso sumaría hasta 980 millones de mujeres y niñas viviendo bajo la línea de pobreza de 1,25 dólares al día, y 420 millones de hombres y niños. Eso bien puede significar que las familias encabezadas por mujeres son particularmente pobres, o que dentro de cada familia más mujeres y niñas son más pobres que hombres y niños. Pero por lo que tengo entendido, los datos oficiales sobre ingresos y pobreza no analizan en profundidad más allá de la unidad familiar de consumo para decir “En esta familia, este niño/adulto es pobre mientras que este otro no lo es”. Eso sería aún más difícil de hacer para los ingresos (que es el 70% al que se refiere la estadística) que para el consumo.

Entonces o el número está basado en una investigación perdida hace mucho tiempo sobre la división de ingresos dentro de un (presumiblemente) pequeño número de familias puesto en escala para una visión global (y si es así, por favor que alguien me saque de mi miseria enviándome las referencias), o la única explicación sería que las familias encabezadas por mujeres constituyen la diferencia.

Pero para aceptar el 70% que la figura sostiene, se necesitarían 560 millones de familias encabezadas por mujeres (p. ej. La diferencia entre 980 millones de mujeres pobres y 420 hombres pobres), todos ellos por debajo de la línea de la pobreza. Con un promedio de 2-3 hijos por familia. Esa cifra sería mayor que el número total de familias pobres. Claramente dicha figura es un disparate.

Antes de que me etiquetes como un reaccionario incorregible (ok, quizás sea muy tarde para eso…), no estoy negando la existencia o la tremenda relevancia de la desigualdad de género. Por el contrario, el género es indudablemente una de las categorías más importantes dentro de la distribución y la injusticia. La propiedad de bienes es inmensamente desproporcionada entre hombres y mujeres (probablemente mucho más que 70/30), así como el tiempo empleado en actividades reproductivas (cuidado de los niños, cocina, limpieza, etc.). Probablemente ocurra igual con el consumo, y si podemos encontrar una manera legítima de medir el ingreso dentro de la “caja negra” de la familia, podríamos hallar una gran discordancia ahí también. Todo esto hace mucho más importante que nuestros datos tengan que ser correctos, ¿no?

Algunas “verdades políticas” divergen incluso más de la realidad. Los defensores de los niños de la calle de UNICEF solían decir que Brasil tenía entre 7 y 8 millones de ellos –otra estadística que rápidamente adquirió vida propia. Aun cuando investigadores realmente intentaron contarlos, posicionándose en mitad de la noche en los lugares donde esos niños suelen estar, encontraron menos de 1.000 durmiendo en las dos ciudades más grandes de Brasil (Río y Sao Paulo) juntas. Haciendo una escala para abarcar todo el país, y empleando una de 3 por si acaso se les escapaban algunos, uno de los investigadores resolvió que se trataba de un total de 38.000. Esos son muchos niños durmiendo a la intemperie, pero sólo representa uno entre doscientos de los batallones imaginarios planteados por UNICEF.

Cada experto (economistas feministas, investigadores de la pobreza, etc.) que consulté sobre el tema concuerda en que este número no es fiable, y aun así las personas siguen usándolo, presumiblemente por el mensaje que quieren promover. Pero, ¿no es esto falta de visión? Claramente, cualquier intento de producir un simple, pero poderoso argumento a partir de datos confusos conlleva cierto nivel de violencia hacia la complejidad de la vida real. Y los argumentos simples son precisamente los que se consolidan con mayor facilidad en la cabeza de las personas, promueven políticas, cambian actitudes y traen cambios. Insistir demasiado en la pureza intelectual de pensar que todo campo “es complejo, dentro de un contexto específico y difícil” hará que probablemente tengas razón pero serás completamente ineficaz. No obstante, al alejarnos tanto de la realidad, irnos tan lejos por el camino de las “verdades políticas”, sólo lograremos socavar nuestra propia legitimidad -¿por qué la gente debe creer cualquier cosa que uno publica? Creo que afirmar que “las mujeres representan el 70% de la pobreza mundial” es desmedido y va demasiado lejos. Pero, por favor ¡que alguien demuestre que me equivoco!

Para un análisis más profundo de la estadística sobre el 70%, comprueben este artículo de la profesora de la Escuela de Económicas de Londres, Sylvia Chants.

Aquí termina la traducción

Me gusta el término «verdades políticas» que emplea el autor porque expresiones o palabras como “datos falsos”, “manipulación” o “mentiras” son demasiado generales. Propongo que nos apropiemos de esta expresión para definir un tipo de práctica que es especialmente común en los temas de género, pues es importante que empecemos a contar con nuestra propia terminología.

Otras verdades políticas que podemos encontrar:

A buen seguro que hay muchas otras. Pueden añadirlas en la sección de comentarios, pero recuerden que para constituir una verdad política el dato ha de haberse repetido numerosas veces pese a estar refutado o no poder comprobarse.

37 comentarios sobre “Verdades políticas (I): el 70% de los pobres son mujeres o la feminización de la pobreza

  1. Hola Carlos! Me gusta la propuesta pero personalmente no veo muy claro el término «verdad política», creo que puede dar a confusión a cerca de nuestra postura. Si queremos dejar bien claro que se trata de conceptos cuestionables habría que ampliarlo, por ejemplo, como «verdad política de género no demostrada» o «verdad política de género sin evidencias». Me puedo equivocar pero es la primera impresión que me da al leerlo. Un saludo.

    1. Gracias Juan. Es cierto que sería más exacto, aunque creo que es mejor sacrificar un poco de exactitud para ganarlo en brevedad, que espero ayude a que el concepto cale. Saludos.

      1. Lo siento, Carlos, no me acaba de gustar el concepto. En primer lugar porque no estoy de acuerdo con contribuir al desprestigio de la política, porque la expresión «verdad política», al tener aquí un carácter irónico, parece indicar que la política y la verdad están reñidas. Si le aplicamos este régimen irónico a toda frase que contenga la palabra «político/a», nos da resultados inaceptables: «bondad política» significará, en realidad, maldad política. Me niego a que el concepto de política acabe siendo sinónimo de todo lo malo del ser humano. Entiendo el porqué de su desprestigio actual, pero eso no justifica esa sinonimia.
        Por otro lado, como ya ha señalado Juan, carece de exactitud, y el lector no tiene por qué saber que esa expresión alude a mentiras de «género» o feministas defendidas en el ámbito político.
        Si queremos brevedad, dígase, por ejemplo: «pseudo-verdades políticas». Si, además, no queremos sacrificar la exactitud, «pseudo-verdades políticas de género».

        Saludos.

      2. Entiendo, Isidro, aunque no era eso lo que quería reflejar, sino que se trataba de «un dato que se presenta como cierto (pese ser dudoso o sencillamente falso) por motivos políticos». Puedo ver, sin embargo, cómo se puede interpretar como un ataque a la política.

        En cualquier caso son varias las personas ya a quienes no les ha convencido el término, de modo que está difícil que pueda impulsarlo fuera si no resulta dentro (entre nosotros). Discutiremos las alternativas.

      3. Por si sirve de algo, a mi me gusta la expresión «verdades políticas».
        No creo que degrade la palabra «política». También se habla de «política de precios» o «política de empresa», y con ello nadie entiende que se pretenda reducir la política a una cuestión económica o mercantil. El aspecto «de género» ya se extraerá del contexto. Es más, al ser «neutra» en ese aspecto se facilita que se extienda su uso.
        Me recuerda a esa expresión que dice que hay «verdades, mentiras y estadísticas». Y, de hecho, mucha información manejada por el feminismo no es verdad ni mentira: son estadísticas… convertidas en verdades políticas mediante su hegemonía en los medios. Creo que se entiende muy bien.
        Verdad política: proposición que atendiendo a un interés de parte de regir asuntos públicos deviene en axioma.

  2. Yo había leído no sé donde una curiosa variante de esta estadística: «El 70% de personas pobres son mujeres con hijos a su cargo.» En seguida me di cuenta de que ese porcentaje solo es posible si los hijos de las mujeres pobres no contaban como pobres (o no contaban como personas, no sé qué es peor). ¿O tal vez querían colarnos que alguien que es pobre puede tenir un hijo que no lo sea (hijo no emancipado, por supuesto, ya que dicen «a su cargo»)? Ssupongo que mucha gente se dio cuenta del disparate y la coletilla de los hijos no se volvió a repetir: ahora el 70% de personas pobres son simplemente mujeres (o «mujeres y niñas»).

    Por otra parte, que se hable de feminización de la pobreza solo puede significar que antes la pobreza estaba masculinizada, pero no nos lo decían.

  3. ¿Y no sería mejor llamarlos «dogmas feministas», «palabra de Dios» o «dogmas incuestionables»?

  4. En mi opinión de ningún modo debería figurar el sustantivo verdad, porque se califique como se califique no deja de ser el «sustantivo». En mi opinión debieramos hablar de «mentiras de género». Mentiras porque lo son y de género porque responden a ese enfoque ideológico. Las mentiras piadosas no dejan de ser mentiras y por tales se las tiene. Y en el mejor de los casos la equiparación podría establecerse por ahí.
    Tampoco deberíamos entender eso como hostilidad. La hostilidad entiendo que quien la manifiesta es quien sabiéndose más fuerte trata de engañar. Y entiendo que el neofeminismo a estas alturas lo último que se pregunta es si lo que dice es mentira o verdad. Es más tengo para mi que son conscientes de sus mentiras cuando en tantas y tantas ocasiones tiran la piedra y esconden la mano. Todo el mundo sabe que el número de denuncias falsas no es ese 0’00… no sé cuantos que nos dicen, pero ahí están una y otra vez repitiendo la misma mentira.

  5. Parece una paradoja que pueda existir un colectivo que se tenga manía a si mismo de una manera enfermiza, hasta el punto de atacarse a si mismo con falsos argumentos, llegando a considerarse biológicamente inferior y dañino, no merecedor de derechos legalmente reconocidos, etc. ¡Y todo ello ignorando la evidencia científica y las leyes vigentes contra la discriminación!
    Sin embargo, estos colectivos existen. El actualmente más importante es el de los varones occidentales.
    A los varones occidentales no les preocupa, o bien están convencidos, por ejemplo, de que ellos tienen menor esperanza de vida que las mujeres porque son más débiles, por una causa natural, y no por una causa social, externa, por una desigualdad o discriminaciones contra ellos.
    En el ámbito educativo, tampoco existe ningún problema para considerar que el mayor fracaso escolar masculino y su mayor abandono prematuro de los estudios por parte de ellos, la minoría de varones en las universidades, etc., se debe a que los chicos son menos inteligentes que las chicas, o a que están menos interesados por el saber, etc.
    Estos prejuicios compartidos o consentidos por todos llevan a que los problemas educativos de los varones no se tengan en cuenta, ni se intenten corregir.
    Como tampoco se intentan corregir lo que evidentemente son sus consecuencias más evidentes: la abrumadora incidencia de la muerte prematura de los varones por suicidio o conductas de riesgo o autodestructivas y la también abrumadora y creciente incidencia de encarcelamientos.
    Todo ello se considera «natural», puesto que el varón es biológicamente más débil y moralmente peor. No debemos preocuparnos por ello porque es cosa de la Naturaleza misma, de la inferioridad del sexo masculino.

  6. Me gusta lo de las estadísticas zombi, como las relativas a la brecha de género que las matan y reaparecen cual ave fenix

      1. Según el premio Nobel Paul Krugman, una idea zombie es una propuesta que ha sido refutada a fondo por el análisis y las pruebas, y debería estar muerta ..

  7. Me sorprende que distinguiendo Murphy entre: verdades, mentiras y estadísticas, acabe no diferenciando verdades y estadísticas o considerando a estas últimas verdades. Denominar a este tipo de estadísticas, entre las que yo incluyo porcentaje de denuncias falsas, discriminación salarial, etc. «verdades políticas» es meter todo en un cajón de sastre que no entiendo cómo pueda ayudar a clarificar estas materias.

    En esta entrada: https://tsevanrabtan.wordpress.com/2014/09/14/denuncia-falsa-en-delitos-de-violencia-domestica/ su autor dice conocer personalmente más casos de denuncias falsas de los que la estadística oficial está dispuesto a reconocer para todo el territorio español. ¿Estaríamos ante una verdad política? ¿Denominarla así, a sabiendas de que no es cierta, no constituiría una forma de darle curso legal y plena validez?

    Mi planteamiento en este asunto es que no debemos en modo alguno devaluar la palabra verdad por mucho que la adjetivemos como queramos. Al menos yo mantengo posiciones críticas con el feminismo de género porque entiendo que no está con la verdad. No entiendo tampoco a dónde nos puede conducir renunciar a expresiones como «dogmas feministas» o «dogmas incuestionables» por miedo a molestar o parecer hostil.

    En el terreno de las ideas mantener posiciones diferentes o contrapuestas no es hostilidad. La hostilidad a mi entender es otra cosa, por ejemplo, tratar de impedir que el otro se exprese, o no contestar sus objeciones y si alguna vez se contestan hacerlo no contra argumentando sino descalificando lo que se dice, pero también a quien lo dice. Y esto es lo más frecuente en el feminismo de género que solo admite el conmigo o contra mí y quien no está conmigo o es un machista o defiende privilegios que le concede la sociedad patriarcal.

    Claro que tampoco entiendo la urgencia de hablar de «verdades políticas»

    1. Por supuesto no hay urgencia. Sólo era una propuesta. Si no les convence se pueden plantear otros términos, como ya han hecho, y los discutimos.

      Para mí (resalto, para mí) hablar de dogmas o dogmas incuestionables el problema que tiene es el de siempre: que aunque sea verdad y bien merecido, la gente corriente que, aunque tenga sus sospechas de que algo no encaja en el discurso oficial, está condicionada a pensar que el feminismo lucha por la igualdad y nosotros somos un grupúsculo reaccionario, se cerrará cuando denominemos a una estadística «conocida por todos» y que muchas veces tiene su origen en informes de Naciones Unidas (como esta del 70% la pobreza o la del 1% de la propiedad) un «dogma». Creo que cuando hablamos de «verdad política» se puede atisbar que hay una manipulación con fines políticos y creo que puede ayudar a la receptividad de los posteriores argumentos para derribarla. Al no tener connotaciones de género, tampoco revela una postura que provenga de la hostilidad hacia el feminismo, sino que simplemente señala la falsedad de lo que se está afirmando. Por supuesto como en este tipo de cuestiones el feminismo miente día sí, día no, es posible que pueda terminar asociándose esta «verdad política» con el feminismo.

      Claro que, mi objetivo es atraer a los moderados y a quienes se están formando una opinión. Si es cuestión de exactitud, «verdad política» va a ser menos exacto que otras definiciones, y quizá menos justa, pero la planteo porque quizá puede ser más útil. Aunque por supuesto también puedo estar equivocado. No pretendo imponer, sólo plantear.

      1. Me había propuesto tomarme un tiempo de descanso para reflexionar sobre los temas de género. Lo he roto en una entrada anterior y casi me estoy arrepintiendo. Pero por cerrar este ciclo. El muro de género es lo suficientemente alto como para que la tentación de buscar algún atajo o tirar la toalla no se apodere de uno en algún momento. Pero estoy seguro de que si hay alguna posibilidad de derribarlo es con la verdad por delante.

        Esa verdad que más que una certeza absoluta -algo ilusorio salvo para la Física- lo es porque rechaza el truco, la trampa, la estadística amañada, la segregación caprichosa de los seres humanos según convenga, la imposición desde la fuerza… y se somete al escrutinio de todos, también de aquellos que la discuten y no la comparten, a quienes sin embargo por eso no anematiza, ni considera enemigos o personas de inferior calidad.

      2. Me había propuesto tomarme un tiempo de descanso para reflexionar sobre los temas de género. Lo he roto en una entrada anterior y casi me estoy arrepintiendo. Pero por cerrar este ciclo. El muro de género es lo suficientemente alto como para que la tentación de buscar algún atajo o tirar la toalla no se apodere de uno en algún momento. Pero estoy seguro de que si hay alguna posibilidad de derribarlo es con la verdad por delante.

        Esa verdad que más que una certeza absoluta -algo ilusorio salvo para la Física- lo es porque rechaza el truco, la trampa, la estadística amañada, la segregación caprichosa de los seres humanos según convenga, la imposición desde la fuerza… y se somete al escrutinio de todos, también de aquellos que la discuten y no la comparten, a quienes sin embargo por eso no anematiza, ni considera enemigos o personas de inferior calidad.

        Junto a ese muro y formando parte de él está lo que llamamos izquierda, progresismo… pero quizá sea el momento también de poner en cuestión algunas cosas y preguntarnos si está habiendo política de izquierdas y si hay correspondencia entre lo que se dice y lo que se hace, entre lo que se supone se debería hacer y la realidad de las cosas y los hechos, cuando comprobamos por ejemplo que es desde los años 80 cuando más gobiernos socialdemócratas ha habido en Europa pero es también desde ese momento que más han crecido las desigualdades en el continente.

        Que es también con las reformas socialdemócratas de la enseñanza que ésta ha entrado en declive y el fracaso escolar masculino comenzó a ser una realidad que no lleva visos de querer erradicarse. El caso sueco es paradigmático en ese sentido, pero es extensible a lo sucedido en casi todos los países europeos excluidos los pertenecientes al viejo bloque del Este. Lo cierto es que las universidades europeas, excluidas las inglesas, aparecen muy atrás en cualquier ranking internacional. En nuestro caso, quizá con la particularidad de que aquí la desigualdad lo es de forma más escandalosa, tanto la socioeconómica como la referida al fracaso educativo.

        En el caso de España esta desigualdad afecta de lleno a aproximadamente un tercio de la población, y ni ha nacido con la crisis ni es responsabilidad exclusiva del PP, que si acaso de lo que es responsable es de agrandar un problema que ya existía y nunca ha tenido buen arreglo en este país, porque tampoco nunca se ha abordado con decisión. Por ejemplo un paro, que en tres ocasiones ha superado el 20% en las últimas décadas, o un endémico fracaso escolar también por encima del 30% durante décadas, fueran momentos de crisis o de bonanza. Y el papel de la izquierda, también la sindical, ha tenido mucho que ver y tiene mucha responsabilidad en lo acontecido en todo ese tiempo.

        Sé que no estoy poniendo fáciles las cosas, pero en mi opinión el discurso feminista no será cabalmente desmontado si no lo es el de una izquierda que ha abandonado el terreno de la igualdad tanto en lo jurídico, como en lo socioeconómico, y se ha convertido en el mejor baluarte del feminismo de género. Una izquierda que no ha entendido que una de las peores maneras de ser pobre es carecer de los recursos educativos mínimos en una sociedad tan exigente como la que vivimos, y que mientras no se encare esa situación de frente y con claridad el discurso de la igualdad será una falacia. Aunque ahora mismo hay otra forma de ser pobre, la de quien habiendo ido a la universidad vive sin embargo debajo del puente. Ambas realidades golpean muy fuertemente a los varones.

      3. Sólo quiero aclarar que como no hay unanimidad al respecto y entiendo las críticas planteadas, no utilizaré el término «verdad política» de aquí en adelante. Voy a pensar en todas las otras opciones que se han planteado aquí, aunque también pueden sumar otras.

  8. Pues a mi me gusta el término «verdad política». Creo que expresa claramente que no se trata de verdades objetivas, reales, si no, más bien, de suposiciones que convienen a la política. Que, al igual que la corrección política pueden acabar imponiéndose por la fuerza de los medios de comunicación. Y aunque se impongan, esto no las hará más verdaderas, igual que llamar afroamericanos a los negros no les cambia para nada su realidad
    Perdón si con esto contribuyo a tus dudas, pero quizás debería haberme expresado antes

  9. A mi tambien me gusta el termino verdad politica. Se puede usar entrecomillado para resaltar su ironia. Estadistica zombi tambien me parece muy bueno

      1. El término «verdad política» me parece una variación para un término que ya ha entrado en el mainstream cultural :»políticamente correcto». A finales de los 90 empezó a circular lo de la corrección política y seguidamente fue apropiado por la mayoría de los comentaristas de los media precisamente para desacreditarlo por totalitario o simplemente reírse de él. Creo que todavía funciona así, ni siquiera hace falta entrecomillarlo, «corrección política» equivale a dogmatismo, buenismo etc
        Si finalmente no adoptas lo de «verdad política» se me ocurre que se puede usar «verdad políticamente correcta», todo el mundo entenderá a que te estás refiriendo

  10. Sobre las “verdades” politicas hay mucho que escribir.
    Voy a poner un ejemplo.
    Recientemente un problema documental abordaba el fenomeno de la Cultura Gay.
    El programa soltaba unas cuantas “verdades” que todo el mundo debemos aceptar.
    Por ejemplo dice que buena parte de las explicaciones del hostigamiento a los gay tiene que ver con la demanda de alta tasa de natalidad que fue necesaria tras algunas guerras.

    Es el mayor disparate que he oido jamas y de paso vamos a explicar el porque del hostigamiento a los gays…..masculinos.

    Como se sabe casi todas las culturas han penalizado muy duramente la sodomia y la homosexualidad masculina al tiempo que hacian la vista gorda con el lesbianismo.

    Dada la disparidad sexual y biologica muy pocos hombres garantizan el aumento poblacional. En un modelo teorico con un solo hombre o dos la especie humana garantiza su supervivencia pero con una sola mujer o dos no.
    ¿Entonces no es mas grave el lesbianismo que la homosexualidad femenina?
    Evidentemente.
    De hecho los sultanes acaparaban harenes y serrallos donde monopolizaban las relaciones sexuales.
    Otro tanto ocurre con los machos alfa de muchas especies.
    Muy pocos machos son necesarios para la REPRODUCCION SEXUAL.

    ¿Entonces porque Occidente SOLO ha criminalizado la homosexualidad masculina?
    Porque los hombres que no estan dispuestos a mantener una familia y a una mujer SON SIEMPRE peligrosos para el sistema.
    Una cosa es la reproduccion y otra MANTENER los hijos.
    Se obliga a los varones a mantener a los niños hasta que esten en edad de trabajar.
    De hecho ni siquiera importa que sean sus hijos biologicos o no si estan dispuestos a MANTENERLOS.
    La edad de incorporacion de los niños cada vez es mas tardia por lo que los gastos SON CADA VEZ MAS.
    La sexualidad masculina se controla en las clases bajas. Gracias a dicho control tenemos un potencial esclavo, siervo o trabajador que mantendrá a su sustituto.
    Si el esclavo no queda atado por OBLIGACIONES FAMILIARES puede no aceptar trabajar en las condiciones que se le ofrecen o incluso puede revelarse.
    Por eso se trata de cerrar todas las vias que permiten que los varones de clase baja tengan una sexualidad libre:
    1ª Prohibiendo la prostitucion para los hombres (como en Suecia y USA donde es delito)
    2º Prohibiendo la homosexualidad ….masculina.

    Frente a ello tenemos que nunca se ha perseguido la homosexualidad femenina con pena de muerte como ha ocurrido con la masculina y que en paises como Suecia donde un cliente de prostituta puede ir a la carcel, es ENTERAMENTE libre una despedida de soltera donde diez mujeres pagan por chuparle el rabo a un sripper.

    Antiguamente era la iglesia catolica y protestante la que NORMATIVIZABA la sexualidad masculina.
    Al haberse LAIZADO nuestra sociedad es la IDEOLOGIA FEMINISTA la que NORMATIVIZA la sexualidad masculina de las clases bajas mientras que la PROSTITUCION DE ALTO STANDING no se prohibe ni en Arabia Saudi, y los machos alfa siguen haciendo lo que les da la gana.

  11. De hecho si algo ha caracterizado al feminismo es su obsesion por NORMATIVIZAR la vida sexual de las personas pero sobre todo de los hombres. Caparlos.
    La conocida campaña de “Toda penetración es una violación” se ha modernizado y reciclado a “No es no”.
    ¿Porque no existia el delito de violación a varones?
    Evidentemente porque el cuerpo de una mujer vale mas para la ley que el de cualquier hombre.
    El cuerpo de los hombres NO DEBE SER PROTEGIDO.
    Sino corren riesgo instituciones como:
    1) El ejercito con un altisimo porcentaje de muertes y mutilaciones masculinas

    2) El mundo laboral con un altisimo numero de muertes y enfermedades laborales.

    3) El mundo juridico y penal con un altisimo porcentaje de poblacion reclusa masculina.

    Por todo ello el cuerpo de las mujeres DEBE ser protegido pero el de los hombres no porque ello socavaria los principios de nuestra sociedad (ejercito, empresa, sistema de produccion, etc)

  12. Hace más de cinco meses que se inició esta sección de «Verdades políticas» (o como quieran llamarla) y no ha tenido continuidad.

    Espero que el webmaster la retome cuando la cuestión del libro esté encarrilada. Porque la verdad (verdad verdadera que no política) es que en este campo hay aún mucha superchería que combatir, y este es el lugar adecuado.

Los comentarios están cerrados.