Microcréditos para sacar a las mujeres de la pobreza y justificaciones para excluir a los hombres

En el año 2008 los microcréditos eran considerados como el remedio más innovador para sacar a las personas de la pobreza. Tenía además un ángulo de género añadido: estos préstamos se otorgaban sólo o casi exclusivamente a mujeres, consideradas como más responsables que los varones en su administración e inversión. El éxito inicial de las microfinanzas hizo creer a sus partidarios que no sólo habían conseguido un método para erradicar la pobreza, sino también probado lo que la narrativa de género venía defendiendo desde hace tiempo: que las mujeres no eran personas como los hombres, con sus defectos y sus virtudes, sino seres moralmente superiores que de no ser por la opresión de estos últimos podrían alzar sus alas y transformar el mundo en un lugar más justo y mejor para todos: «si las mujeres gobernaran el mundo no habría guerras», como se suele decir.

La crisis de las instituciones microfinancieras (IMF a partir de ahora) a partir del año 2010, así como otros datos que aportaré a lo largo de este artículo, terminarían con este entusiasmo y revelarían que la dinámica de género involucrada no era exactamente como nos la habían vendido. Pero no me malinterpreten. En ningún caso me alegro de que esta iniciativa haya fracasado, sino de que los hechos hayan sacado a relucir los verdaderos colores de quienes apoyan la discriminación de género basándose en la demonización del varón.

A continuación voy a citar algunas párrafos que delatan cómo se comportan los partidarios esta narrativa de género cuando cree que sus tesis han sido irrebatiblemente confirmadas, y cómo éstas son utilizadas para envilecer y discriminar a los hombres. El artículo se titula «Por qué es mejor dar el dinero a las mujeres» y fue publicado (como de costumbre) en El País. Realmente recomiendo leerlo al completo porque es toda una declaración de principios. Comencemos:

«Cuando el préstamo entra en una familia a través de una mujer, los beneficios van directamente al bienestar de toda la familia: los niños van al colegio, comen mejor, el tejado está arreglado… Cuando se trata de un hombre, hay demasiadas posibilidades de que acabe en licor», añadió Daley- Harris. La misma tesis mantiene Rosahneh Zafar, discípula de Yunus y presidenta de la Fundación Kashf (milagro) de Bangladesh, con 260.000 beneficiadas de microcréditos: «Si una mujer gana un dólar, gasta el 70% en su familia. Un hombre le dedica el 30%».

Lo cierto es que los porcentajes citados son completamente fabricados: no existen, sino que se trata de una valoración personal apoyada en los prejuicios de la sociedad. En realidad, de cinco estudios que analizaron la gestión de ayudas financieras por sexo para proyectos microempresariales en Sri Lanka, Ghana, Uganda y Tanzania, cuatro concluyeron que los varones lograban ganancias de entre el 9% y el 60% por encima de la cantidad otorgada, mientras que las mujeres no reportaban ganancias.(p. 14). El quinto estudio reportó que ambos sexos obtenían ganancias, siendo mayores para las mujeres en los primeros años, pero igualándose con los hombres a partir de los cuatro años (ibid).

Un nuevo trabajo reveló que cuando las mujeres eran las únicas en el hogar que gestionaban la ayuda, las ganancias eran similares a las que obtenían los hombres (pp. 10-11). En conclusión: ninguno de los sexos gestiona mejor el dinero que el otro, y utilizar el estereotipo del hombre como un alcohólico irremediable al que no se le puede confiar dinero o recursos es tan sexista e injusto como el de utilizar el estereotipo de la mujer frívola que gasta el dinero en bolsos y zapatos.

Desgraciadamente el chovinismo de género no terminó aquí. El artículo de El País prosiguió:

Cuando [Muhammad] Yunus puso en marcha en 1976, con sólo 27 dólares, su idea del banco para pobres, observó que lo primero que hacían las mujeres de Bangladesh cuando tenían ingresos era recuperar a sus hijos de las casas de los ricos donde los habían dejado trabajando a cambio de comida. Lo segundo, enviarlos al colegio (…). «Son mejores luchadoras contra la pobreza que los hombres», asegura Yunus. El descubrimiento le valió un Premio Nobel de la Paz (2006) y el poder decir 30 años después que ha conseguido sacar de la pobreza a seis millones de personas (…). «Son las más pobres entre los pobres. Y están desesperadas por cuidar adecuadamente a sus hijos. Ellos no están al lado de sus hijos en tiempos de crisis. Ellas sí. Tienen más razones para salir de la pobreza, los suyos», asegura Muhammad Yunus.

«El índice de morosidad en las mujeres es prácticamente inexistente porque la vida de sus hijos está en juego. He visto a un grupo sacar adelante una población entera montando un negocio de venta de champús», asegura Pilar Gómez-Acebo, presidenta de honor de la Federación de Mujeres Empresarias, implicada en proyectos de cooperación de género.

Por supuesto Naciones Unidas y el gobierno español, entre otros, se sumaron a la corriente cuando la popularidad de estas iniciativas se encontraba en su punto álgido (el subrayado es mío):

«La igualdad entre hombres y mujeres es un factor fundamental para luchar de forma eficaz y sostenible contra la pobreza», dice la Declaración de Objetivos del Milenio de la ONU. España pretende abanderar ese nuevo enfoque de la ayuda al desarrollo. La vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega, anunció en el tercer encuentro hispano-africano de mujeres que España promoverá la creación de un fondo de género en la ONU para financiar políticas de igualdad. En esta legislatura, el Gobierno ha aumentado un 400% la cooperación destinada a mujeres y España es ya el tercer donante de microcréditos del mundo por detrás del Banco Mundial y Alemania (…). Ya somos el primer donante de Unifem [Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer]», explica la secretaria de Estado de Cooperación, Leire Pajín (…). La parte más difícil y también la más difusa es lo que se ha bautizado como «empoderamiento» de las mujeres. En el caso de España, apoyando a asociaciones femeninas locales como Las Dignas, en El Salvador, contra la violencia machista.

Lo que no anticipaban es que dos años más tarde las IMF entrarían en una profunda crisis alrededor del mundo, incluyendo Nicaragua, Bolivia, México, Nigeria, Pakistán, India, Bangladesh (p. 4) y Marruecos. ¿Qué había ocurrido? Las explicaciones son múltiples, pero podríamos simplificarlas en la mala gestión tanto por parte de las IMF como de sus clientes, quienes eran en su mayoría mujeres. Nada en principio es específico de género, pues las mujeres pueden administrar los préstamos tan bien o tan mal como los hombres.

¿De que forma reaccionaron los medios de comunicación afines a las microfinanzas ante esta situación? Si antes de la crisis las mujeres eran genios empresariales, ahora tocaba tratar el tema como si el sexo de los prestatarios no hubiera jugado papel alguno. Hubo incluso medios que culparon a los hombres de que el proyecto microfinanciero hubiera fracasado, como por ejemplo este artículo de Bloomberg titulado «Los suicidios en India revelan cómo los hombres hicieron de los microcréditos un desastre«. Sin embargo, el contenido del artículo no explica en absoluto por qué los hombres son responsables, y responde más a los deseos ideológicos de sus autores por culparlos que a ninguna realidad constatable.

Si los hombres son culpables de la crisis de los microcréditos sólo podría deberse a dos razones: porque los hombres controlan las IMF, o porque en realidad aunque las mujeres toman los préstamos, son los hombres quienes realmente administran el dinero. En ambos casos, si hemos de atribuir el fracaso de las IMF a los hombres, sería igualmente justo hacerlo con sus éxitos. Sin embargo, lo que se nos pretende decir es que los éxitos de las IMF se deben a las mujeres, y los fracasos, a los hombres.

No he podido encontrar datos sobre el número de empleados femeninos en las IMF, pero sí algunos sobre quién administra el dinero una vez la mujer recibe el préstamo. Para Bangladesh, donde Muhammad Yunus concentró sus esfuerzos, encontré que sólo el 17% de las mujeres mantenían un control absoluto sobre sus préstamos (A. M. Goetz & R. Sen Gupta). La investigación de la antropóloga Lamia Karim reveló datos incluso más drásticos: el 95% de las mujeres de Bangladesh que recibían microcréditos entregaban el dinero a sus maridos u otros familiares varones. Los números son similares en India, donde sólo un 18% de las mujeres que obtuvieron microcréditos tenían completo control de sus préstamos. Parece, por tanto, que los hombres tuvieron algo que ver en el milagro inicial de las microfinanzas y los seis millones de personas que salieron de la pobreza con el programa de Yunnus, pero también con la posterior crisis del sector.

Cuando seguimos explorando los datos, sin embargo, el cuadro se torna más complicado. Si bien es cierto que sólo el 17% de las mujeres en Bangladesh y el 18% en India tenían completo control sobre sus microcréditos, el 21% y el 16% respectivamente no tenían control alguno (Bridgers, 16). En el resto de los casos, que son la mayoría, encontraríamos un control compartido por la pareja en una variedad de grados. Resumiendo, como en cualquier otro país, la mujer administra el dinero en algunos hogares, mientras que en otros lo hace el hombre, existiendo una responsabilidad compartida en el resto. Del mismo modo, los éxitos y fracasos de los microcréditos no serían específicos de género.

En la India, como en otras partes del mundo, el modelo de microcréditos incluyó la creación de grupos de mujeres que teóricamente servirían para motivarse mutuamente y ejercer así presión a fin de que cada una cumpliera con sus obligaciones. Pero esta estrategia se convirtió en un arma de doble filo cuando algunas mujeres descubrieron que podían dejar de pagar el crédito y que el gobierno les brindaría su apoyo. Fue entonces cuando dichos grupos se convirtieron en redes que propagaron tal información como la pólvora y pronto todo el distrito de Andra Pradesh se negó a pagar, provocando una crisis de graves dimensiones.

La creencia de que las mujeres eran por definición buenas y responsables terminó estallándoles en la cara, y como resultado las IMF decidieron tener una clientela más diversa, con un número similar de hombres y mujeres. En resumen, comenzarían a conceder préstamos a personas. Inicialmente parecería que hizo falta una crisis descomunal para que las IMF se dieran cuenta de que creer en la innata honestidad femenina era un error tan grave como creer en la masculina. Pero parece que «empoderar» a las mujeres había sido realmente una excusa para prestarles el dinero. El propio director de campo de BASIX llegó a declarar que preferían conceder créditos a las mujeres porque no se enfrentaban a ellos tanto como los hombres. Es decir, posiblemente creían que las mujeres eran más dóciles y fáciles de intimidar.

El gran problema, sin embargo, es que la creencia de que las mujeres son más responsables que los hombres administrando el dinero y la comida sigue siendo uno de los dogmas de los gobiernos, la ONU y otros organismos internacionales en zonas de pobreza o durante crisis humanitarias.

Un ejemplo podemos verlo en este artículo titulado de forma ofensiva «¿Son los hombres inútiles? El gobierno dice que sí«, publicado en una bitácora del New York Times, y que explica cómo las cartillas de alimentos en India van a ser entregadas ahora a mujeres, quienes a este efecto serán consideradas como «cabeza de familia» (antes el cabeza de familia era designado por los miembros de ésta, no por el Estado). La decisión del gobierno indio se basa en estudios que declaran a la mujer como más responsable en la administración de los alimentos, convenientemente ignorando investigaciones que no encontraron diferencia alguna, como los de Harris (1990). Esto nos recuerda a los numerosos informes que habían «demostrado» algo similar en el caso de las microfinanzas pero que ignoraban la dinámica interna de las familias. De hecho, el propio artículo menciona las microfinanzas como parte del argumento para dar las cartillas a las mujeres, como si la crisis del sector no hubiera revelado que en cuestiones de género había sido un fraude.

También es significativo a nivel simbólico que en lugar de simplemente dar a la mujer las cartillas de alimentos, se exija que ahora ellas sean llamadas «cabeza de familia», al menos en dichos documentos, algo que parece dirigido a minar el papel tradicional del varón por razones poco claras. Finalmente, un título como el del artículo del New York Times sólo habría sido posible, como en el caso de El País, cuando consideran que su ideología tiene por fin un argumento claro para vilificar al varón y enaltecer a la mujer. Éstos son sus verdaderos colores.

Otro ejemplo podemos encontrarlo en el documental Gender Against Men, donde la ONU y las organizaciones internacionales decidieron que la distribución de comida en los campos de refugiados de Uganda (como en otras partes) debía realizarse a través de las mujeres. Por su parte los hombres, privados de su papel de proveedores, sin una alternativa para expresar su masculinidad y cuyas expectativas de género no se habían reducido un ápice, comenzaron a refugiarse en el alcohol. Si a ello sumamos que muchos de estos hombres ya acumulaban traumas provenientes de la guerra en el vecino Congo, incluyendo la violación, no fue de extrañar que la mezcla produjera serios altercados y episodios violentos.

Nada justifica lo ocurrido, pero un poco más de previsión habría advertido que si los hombres eran anulados como tales, se les debería haber proveído con alguna alternativa para involucrarse más en el bienestar de la comunidad y así recobrar su valor en la misma. Pero todo esto sólo sirvió para que la ONU subrayara que había hecho lo correcto visto el comportamiento masculino. Es decir, habían creado de forma inadvertida (quiero pensar) las circunstancias necesarias para justificar sus políticas.

Lo más triste de todo el proceso es que absolutamente nadie se ha preguntado si excluir sistemáticamente de las ayudas financieras o de cualquier tipo para salir de la pobreza a uno de los sexos era discriminatorio. Tampoco si habría una manera mejor de escoger a la persona más responsable de la familia que no fuera únicamente basada en si es hombre o mujer. Ésta es la lección más importante que podemos tomar: mientras políticas como las del presente artículo continúen sin ser cuestionadas en los más altos órganos de gobierno, pocas esperanzas existen de que haya cambios a cualquier otro nivel. Porque como me respondieron desde la Comunidad de Madrid con respecto a una iniciativa excluyente de género,  sólo seguían una ley redactada «de forma coherente con las definiciones que hacen los organismos internacionales».

Trabajos citados (para los que no es posible incluir hipervínculos):

A. M. Goetz & R. Sen Gupta. “Who takes the credit? Gender, power and control over loan use in rural credit programs in Bangladesh.» World Development, 24.1 (1996) 45-64.

Bridgers, Elena. «Women’s Control over Loans and Involvement in Investment Activity: Research Results from Maharashtra and Andhra Pradesh.» Stanford Journal of International Relations, 13.2 (2012) 10-19

Harriss, B., 1990. «The Intra-Family Distribution of Hunger in South Asia.» In Dreze, J., and Sen, A., (eds.), The Political Economy of Hunger. United Nations University. Oxford University Press, Oxford.

59 comentarios sobre “Microcréditos para sacar a las mujeres de la pobreza y justificaciones para excluir a los hombres

  1. Otra perspectiva para el análisis, este documental que fue emitido en Documentos Tv: https://www.youtube.com/watch?v=cj4U1s6v1hc

    Aquí parece confirmarse lo de «creían que las mujeres eran más dóciles y fáciles de intimidar», pues muchos clientes del «Banco de la Aldea» creado por Yunus no podían hacer frente a los elevados intereses de los microcréditos y sufrían extorsiones y embargos. Para colmo, el propio Yunus fue acusado de evadir impuestos con este negocio, y acabó siendo expulsado de su propio banco. Cuando oigo hablar de un Nóbel de la Paz, me salta una alarma, por el dudoso criterio que usa el comité del premio para darlo.

    1. Gracias, Sin Dogmas. No conocía este video. Ciertamente lo del Nobel es últimamente cuestionable, viendo que se lo dieron a Obama cuando apenas había entrado como presidente no por lo que había hecho, sino para influenciar su política.

      1. También se lo dieron a Kissinger, Al gore por hacer un documental y la madre teresa de Calcuta, a la UE (2012), Carter, Gorbachov, no fue candidato hasta Hitler? hacen una lista con los grandes hijos de puta del momento y luego lo echan a suertes…

    2. Hablando de este tema con una amiga que es especialista en esto más o menos me explicó que el motivo por el que se dieron principalmente a mujeres fue porque cuando se puso de moda estaba en auge la perspectiva de género (feminsita), así que muchos fondos estarían orientados o condicionados a que se dirigiesen a mujeres.

      Me gustaría decir que si las mujeres fuesen más fáciles de extorsionar en algunas sociedades o lugares seria por motivos estructurales y no por su carácter.

      Por otro lado uno de los problemas graves de los microcreditos es que no solo se conceden para poner un negocio, de echo la mayoría hasta el 80% se conceden al consumo, es decir para que se pague una boda por ejemplo. Esto hunde la idea de que se dan a las mujeres porque lo gestionarán mejor, ya que no se conceden para que produzcan beneficios (no son gestionados de ninguna forma).Se dan porque es una forma de dejar limpio al que se lo das.

      Aunque no creo que el fracaso o el exito de los microcreditos tenga que ver con el genero de los perceptores me ha parecido muy interesante el articulo.

      1. Gracias Jose. Sólo por clarificar, no dije que el éxito o el fracaso tuviera que ver con el género de los perceptores (eso es lo que quisieron hacer los medios: el éxito para la mujer y el fracaso para el hombre). Como señalé, a la hora de la verdad, aunque los microcréditos fueron entregados mayoritariamente a mujeres, hubo casos donde los gestionaron solamente hombres, casos donde los gestionaron solamente mujeres y la gran mayoría fueron administrados por ambos miembros de la pareja.

  2. Mi más sincera enhorabuena por el magnífico trabajo realizado Carlos. Estudios como éste son los que nos ponen en la pista de la inmensa labor de explicación que es necesario realizar.

  3. pues quien piense que si gobernasen las mujeres no habría guerras le remito a la guerra del Yom Kippur y a la guerra de las Malvinas

  4. «el hombre que decidió que el 95% de las beneficiarias de su banco para pobres fueran mujeres»: ¿Y qué sucedió con el restante 5% de hombres beneficiarios? ¿Ellos se gastaron el préstamo en licor y prostitutas? ¿Ellos lo perdieron apostando y luego se suicidaron? ¿O ellos hicieron prosperar lo recibido?

    «sólo el 17% de las mujeres en Bangladesh y el 18% en India tenían completo control sobre sus microcréditos»: Si lo que se busca es establecer la supuesta eficacia de la mujer, entonces estos dos porcentajes de mujeres deben analizarse SEPARADOS de las que terminaron entregando el dinero a sus hombres. Así, ¿alcanzaron esas autogobernadas mujeres el 100% de éxito empresarial?

    Una cosa es darlas dinero para que lo repartan en comida, salud y educación de sus hijos. Pero cosa distinta es que el dinero lo hayan utilizado para fundar un negocio: Este segundo caso es lo óptimo, pues sólo así podrán devolver el préstamo, mientras que el primer caso es, hay que admitirlo, una ingeniosa forma de ENDEUDARLAS (*maliciosamente analizado, creo que es esto lo que buscan).

    P.D. Inmejorable examen el tuyo.

  5. Respecto a la frase “si las mujeres gobernaran el mundo no habría guerras” de sobra es conocida la frase de la primera ministro israelí Golda Meir, que algo sabría de guerras, que dijo “Peace will come when the Arabs will love their children more than they hate us” que traducido viene a ser “ La paz llegara cuando las mujeres árabes amen más a sus hijos de lo que nos odian a nosotros”.
    Esa frase original en ingles, de modo equivocado (lo que no se es si de modo intencionado o no) se ha traducido cambiando el sexo, y “las árabes” o “madres árabes” lo han convertido en en “los árabes” pero es evidente que cuando dijo “The arabs will love” se referia a las “madres árabes” .
    Y para demostrarlo hay que recordar un que Golda Meir perdió varios hermanos.
    Ssus padres perdieron 5 hijos. No es poco. Ella lo menciona en algunas entrevistas y su frase es archiconocida:” mi madre lloro a sus hijos con el corazón roto, pero como la mayoría de las mujeres de esta generación, aceptó la voluntad de Dios”.
    Por ello no hace falta ser un profundo conocedor de la biografia de Golda Meir para saber que cuando hablaba de hijos que iban a morir en una guerra lo estaba haciendo desde su visión de “madre”, cuando muere un hijo o hija, es la madre, y no el padre, la que sufre mas, de acuerdo con lo que dice y establece el pensamiento convencional.
    Sea o no cierto dicho pensamiento convencional, por lo que estamos viendo en Irak, Siria, Afganistan, Libia, Egipto, y … en buena parte del Oriente medio, no tienen allí falta ni de armas, ni de petróleo. Tampoco de tierras, ni de espacio, porque son zonas demográficamente muy poco pobladas.
    Pero visto lo visto, respecto a la convivencia en ese espacio tan pobremente poblado, al cariño, y al amor de madre…… ese es…otro tema.

    1. Es una interpretación de las palabras de Golda Meir, pero no creo que pueda tomarse como una prueba definitiva.
      Sí ha habido, sin embargo, una parlamentaria israelí que habló en términos inequívocos:

      «Tienen que morir y sus casas deben ser demolidas. Ellos son nuestros enemigos y nuestras manos deberían estar manchadas de su sangre. Esto también se aplica a las madres de los terroristas fallecidos» (…) «Detrás de cada terrorista hay decenas de hombres y mujeres sin los cuales no podría atentar. Ahora todos son combatientes enemigos, y su sangre caerá sobre sus cabezas. Incluso las madres de los mártires, que los envían al infierno con flores y besos. Nada sería más justo que siguieran sus pasos» (…) «»Deberían desaparecer junto a sus hogares, donde han criado a estas serpientes. De lo contrario, criarán más pequeñas serpientes»

      http://actualidad.rt.com/sociedad/view/134489-diputada-israel-matar-madres-palestinos

      En el lado palestino tampoco se quedan cortos:

      «Ojalá tuviera 100 hijos. Los sacrificaría a todos en nombre de Dios»

      Ésta última afirmación por ser más corta no significa que tenga menos tela que cortar, teniendo en cuenta que en el historial de esta mujer hay algo más que palabras.

      No quiero que esto se convierta en un foro Israel vs Palestina, que para eso ya hay cientos de lugares en Internet. Lo que vienen a destacar estas frases es que cuando dos pueblos están en guerra, las mujeres no son espectadores pasivos que miran con desaprobación cómo los hombres se matan. Cualquiera que lea con atención un libro de Historia sabe esto, pero la narrativa de género dominante nos quiere hacer creer que las cosas son diferentes.

    2. Lo cierto que el feminismo puede ser sexista cuando lo necesita . Lo de los microcréditos respaldan está idea.
      Respecto a su frase «“si las mujeres gobernaran el mundo no habría guerras”.
      Es curioso que se apele al «instinto» maternal de las mujeres y el amor desinteresado que ello supone, sin egoísmo, sacrificado y altruista.
      Pero… luego se diga, no sólo el feminismo si no es una idea que ha calado estupendo en las sociedades europeas y se extiende, no existe el «instinto» materno lo que existe es un imperativo socionormativo (cultura) hacia las mujeres para aceptar la maternidad como una obligación del patriarcado para sojuzgarnos, y no tener opción a diseñar nuestras vidas según nuestras expectativas personales.
      Luego se agrega que el padre es tan perfectamente capaz de cuidar y dar amor a sus hijos como una madre (incluso dicen que podrían dar de lactar) si se les enseña.
      Entonces ¿en qué quedamos? ¿tenemos o no instinto materno? porque bajo la premisa de las «mujeres usan el dinero para la familia, para los hijos» se esconden que las mujeres estamos más capacitadas para cuidar de la prole, por el hecho de ser mujeres.
      Aquí se usa ideas traídas de la biología a conveniencia (al parecer no pueden ser coherentes).

  6. Recuerdo haber leído hace bastante tiempo una entrada en el blog de Pelle Billing que hablaba sobre la ayuda al desarrollo y el bias de la «perspectiva de género». Hay otro factor a tener en cuenta con esto de los créditos y las inversiones -pero entiendo que hay que exponerlo con mucho cuidado pues es fácil que de pie a malinterpretaciones-, se trata de que los hombres tienden a tomar más riesgos que las mujeres, que tienen una tendencia más conservadora. Lo digo por la cuestión de la «emprenduría». Lo de asumir más riesgos de los hombres tendrá un factor cultural, pero también un factor biológico, pues la testosterona se relaciona con eso. Sé que es un tema delicado -juntar emprenduría, testosterona y riesgo-, simplemente quiero apuntar que el equilibrio masculino/femenino es deseable en todos los ámbitos, y no inclinar la balanza sólo de un lado.
    Mi argumento quizás también sirva (no me extrañaría que alguna feminista lo haya hecho) para decir que esta crisis económica que padecemos también tiene un sesgo masculino, porque los amos del dinero -la mayoría hombres- jugaron a la ruleta de la especulación financiera sabiendo que podían asumir el riesgo, dado que las reglas del juego que ellos mismos pusieron privatizaban los beneficios y socializaban las pérdidas. Otra pregunta que se puede hacer aquí es *para qué* querían tanto dinero. ¿Para comprar mansiones y diamantes a sus esposas? ¿gastarlo en cocaína y prostitutas…? Warren Farrell en sus trabajos responde bastante bien a esa pregunta de por qué los hombres arriesgan tanto para ganar dinero y sobre todo *para quien* este riesgo. En otras palabras ¿Quien se beneficia de su hombría?

      1. Gracias Enric. El artículo complementa muy bien el tema de esta entrada. Me llamó la atención lo que dijo uno de los comentaristas: que el feminismo institucional, en su arrogancia, está realizando experimentos sociales en el Tercer Mundo, sin entender las dinámicas implicadas en estas sociedades. Una forma de imperialismo cultural.
        Yo añado que luego cuando la gente sufre como consecuencia, pues se culpa a los hombres y ya, como vimos en el artículo de Bloomberg. Total, está de moda y todo el mundo afirmará con la cabeza sin pensar, vaya a ser que lo acusen de machista. Además queda muy correcto.

  7. Si tenemos en cuenta el carácter competitivo y arriesgado que tiene el hombre frente a la mujer, según la teoría dominante y la moda social en general (aunque estos, siempre lo muestren desde la perspectiva negativa a nivel superlativo), habría que pensar que quizás esos hombres indios…, que acababan administrando total o parcialmente el microcrédito, por su tendencia competitiva, lo hubiesen destinado no solo a alimentos, ropa y asuntos personales, sino que hubiesen optado en algunos casos por invertir, emprender en algún proyecto que les hubiese atraído de siempre, y que tuviesen habilidad para ello, e incluso unirse un grupo de hombres, apostando por algún negocio creativo, práctico/beneficioso para la comunidad etc, productividad en resumen. Justo por eso me extraña que en verdad hubiesen sido ellos los que controlaban ese préstamo. Al ser un iniciativa »apadrinada» por la ideología de género, dudo que no se controlase para qué iba destinado ese dinero (prestado con un alto interés), siendo ellas las llamadas cabeza de familia adrede, en el tema burocrático y social de esos bancos y por ende las decididoras y administradoras oficiales de ese préstamo. Por otro lado la trampa de esos microcréditos, era su naturaleza de préstamo hiper pequeño pudiendo incitar al consumo de bienes y servicios básicos, además de gastos puntuales como he podido leer en vuestros comentarios, acontecimientos etc. Por todo ello, hacían complicado que esos microcréditos pudiesen ser utilizados con esos fines que comento al principio. Desembocando en un fracaso según cuenta Carlos. Aunque si es cierto que en un entorno sano, se acaba participando más directa o indirectamente en en el reparto de la economía de la familia. Curiosamente economía viene de la palabra oikos; casa, en griego y nomos; ley ,en griego también, fijaos que palabra sale, y de dónde procede el control del »dinero». Del hogar, donde reside el rol ancestral de la mujer. No es innovadora la idea del microcrédito destinada a la madre, a la mujer. Pero sí hembrista y discriminatoria con el padre, con el varón. Parece ser que la idea no era tanto ayudar a esas familias, la idea parece que era, pan para hoy y hambre para mañana. Aunque creo que no habrá sido así en todos los casos.

  8. Pingback: Anónimo
  9. Yo tampoco quiero entrar ni en la Guerra de Gaza, ni en la de Afganistan, Irak, Sri Lanka, Darfour, Sierra Leona, o la de Libia, o la de Argelia de hace algunos años, o la de ningun sitio. Ni siquiera en la de Siria que esta al lado de Israel, porque que yo sepa geográficamente esta al lado y creo que han muerto ya mas de 150.000 personas y se han exiliado varios millones en ese país que esta a unos kilometros sin que a nadie le importe un comino. Pero evidentemente las victimas no son tan victimas si los asesinos no son…… israelis.
    Voy al hecho incuestionable de que una y otra vez se ha realizado la afirmación de que si “las mujeres mandasen” como son madres se acabarían las guerras porque su amor de madre les impediría aprobarlas, porque el pensamiento oficial, la tradición nos muestra que el amor de madre es el mayor de los amores de la humanidad.
    “Amor de madre” es un término recogido en multitud de situaciones distintas
    En tu blog repetidamente, desde el tema de “las plumas entregadas a los hombres por cobardía” sugieres que históricamente las mujeres no han sido espectadores pasivos de las guerras como nos han hecho creer.
    Y los dos comentarios que has recogido aquí lo muestran una vez mas.
    Sin embargo es el segundo el que mas llama la atención porque Mariam Farhat, es precisamente además de mujer, primero y sobre todo madre, y si la llama “la madre de los mártires” es precisamente por lo que dijo en otra entrevista:
    “Mis hijos son lo más valioso de mi vida. Por eso los sacrifiqué a una causa más importante: los sacrifiqué por Alá, que es más importante que ellos. Mi hijo no es más precioso que su Dios, no es más precioso que los lugares sagrados del Islam, y no es más precioso que su patria o su Islam. En absoluto».
    Cuando se habla de custodias compartidas o de custodias que se entregan invariablemente a la madre se parte del mito de que una madre siempre antepondrá el cuidado de sus hijos a cualquier otra prioridad, y diariamente vemos que no es así.
    Antes que el cuidado y protección de los hijos para alguna está Ala. Para otras una carrera profesional, ser una buena abogada, médico, actriz etc.
    Para otras la fama, para otras el dinero. Para otras disponer de otro amante.
    Hay millones de niños desatendidos y abandonados en hogares monoparentales. Eso es un realidad. Estadísticamente un niño que vive en un hogar monoparental con su madre tiene casi 15 veces mas probabilidades de sufrir maltrato, abandono o desatención que uno que vive en una estructura familiara biparental.
    A veces es incapacidad de esa madre viuda o divorciada lo que lo provoca. La falta de aptitudes psicológicas y personales, o medios económicos, etc ,etc. Pero otras no es la incapacidad, sino un sistema de prioridades distinto, sin mas.
    Existen madres para las que los hijos son medios y no objetivos.
    ¿Ahora que las feministas declaran abiertamente que la maternidad es una trampa que las esclaviza no es hora de acabar con ese mito también en los juzgados?

    Y volviendo al comentario de Golda Meir, creo que es verdad y que la paz llegara cuando los hombres y las mujeres en nuestro cuadro de prioridades además de para Ala, Dios, la carrera profesional, el dinero, la diversión, la patria, el honor, la nación, etc dejemos un hueco, aunque sea pequeño, muy pequeño, también para aquellos igual de pequeños que si algo desean es precisamente no ser …..huerfanos.

    1. @G.M.

      Dices: «Estadísticamente un niño que vive en un hogar monoparental con su madre tiene casi 15 veces mas probabilidades de sufrir maltrato, abandono o desatención que uno que vive en una estructura familiara biparental.»

      Como a otros comentaristas, voy a pedir que cites una fuente para esa estadística.

      Por otra parte, el argumento de la custodia exclusiva suele hacerse en torno a quién pasa más tiempo con los hijos y quien principalmente los ha cuidado, no en que si antepondrán o no otros intereses.

      En cualquier caso, no quiero que este termine en un hilo sobre divorcio y custodia, que de estos temas ya se ha hablado bastante en muchos lugares.

  10. En relación a la asunción de riesgos quizá convenga huir de ideas preconcebidas como muestra esta entrada de Nada es gratis: http://nadaesgratis.es/?p=35323 que nos recuerda que no nos hubiese salvado de la crisis el que en lugar de Lehman Brothers estuviésemos hablando de Lehman Systers. Evidentemente el riesgo es inherente a cualquier tipo de emprendimiento, no solo en el terreno económico, y, en la medida en que esa propensión al emprendimiento está presente de modo más extendido entre los varones hace posible que tanto sus éxitos como sus fracasos lo sean en número mayor. Quien evidentemente no fracasa es quien no emprende a no asume riesgos, pero también sabemos que una actitud así a lo que acaba conduciendo seguro es al fracaso.

    Tenemos ya demasiadas experiencias de que no es cierto que el comportamiento en la guerra o situaciones de conflicto el comportamiento femenino sea más ponderado que el masculino: las guardianas de los campos de concentración nazis no mostraron nada que mejorase el de los guardianes, lo sucedido en Abu Graih y tantos y tantos episodios que podríamos mencionar no muestran ningún tipo de superioridad moral de las mujeres. Cuando las mujeres han tenido que declarar la guerra lo hicieron con igual determinación que los varones. Otra cosa es que si a las mujeres se las excluye, con su aquiescencia, de la milicia, no participan de la toma de determinadas decisiones económicas o desempeñan empleos alejados de situaciones de máximo estrés, evidentemente no incurrirán ni en crímenes de guerra, ni causarán crisis económicas, ni tendrán determinados comportamientos propios de personas en situaciones de estrés prologado o muy intenso.

    Y entonces lo que se nos plantea y a lo que debemos responder no es si un comportamiento es masculino o femenino, sino quién empuja y cómo se decide socialmente el que sean las mujeres quienes se queden en las proximidades del “nido”, y por tanto corriendo otros riesgos pero no de los que aquí estamos hablando, y hayan de ser los hombres a quienes se encomiende la “exploración” del entorno y por tanto con todas las probabilidades de éxito, pero también de fracaso. Lo que desde luego resulta un fraude de dimensiones gigantescas es pretender responsabilizar a los hombres de los fracasos de la historia sin reconocer sus éxitos. Como también resulta sospechoso que el feminismo luego de propugnar la intercambiabilidad de sexos termine siempre sugiriendo soluciones en consonancia con esa mayor cercanía al “nido” y por tanto a la generación de la tradicional división de roles: masculino y femenino, y lo haga además mientras lo que nos dice es otra cosa –y aquí la neolengua juega un papel decisivo.

    Como decía Carlos en un reciente comentario en mi blog: “Creo que con respecto a la pregunta que haces en el artículo, la idea de igualdad que veo en cuestiones de género cada vez me recuerda más a las cifras del ejército israelí:
    Las mujeres constituyen un 33% de todo el ejército pero son el 51% de los oficiales y sólo el 3% de las tropas de combate.”

  11. Sería positivo que si un comentario huele a sexismo machista tuviésemos el mismo plurito que contra el sexismo hembrista.

      1. En este momento estoy bastante liado y es posible que se me pasen cosas, pero si apuntas al comentario específico y nos dices por qué es machista desde luego que lo podemos debatir. Si se me escapa algo agradezco a los comentaristas que lo apunten, incluso si lo hubiera escrito yo.

  12. Podemos hablar de maltrato infantil hasta aburrir al personal, a todos los de esta bitácora y a mas.
    El maltrato infantil y el abandono se ha estudiado hasta la saciedad y son muchos los factores que intervienen y se interrelacionan. Tenemos números estudios sobre el tema.
    Por mencionar uno tenemos el estudio realizado por un equipo compuesto por Maria Victoria. Zunzunegui (Escuela de Salud Publica) , J.M. Morales, y V. Martinez.
    Lo hago porque y que hay mujeres en el mismo, porque el equipo lo componen 3, por lo que no puede ser solo una opinión interesada, y porque son además profesionales altamente cualificados.
    El título del estudio es “Maltrato infantil: Factores socioeconómicos y
    estado de salud” .

    Se que a muchos y a muchas el tema del maltrato abandono infantil no les interese pero hay esta el enlace:

    Haz clic para acceder a 47-1-7.pdf

    Literalmente para quien quiera entenderlo dice:
    “ En el análisis multivariado, la monoparentalidad, el nivel de instrucción y el tamaño de la fratría (número de hijos) , los problemas económicos y la sintomatología depresiva y de ansiedad son factores independientemente asociados al maltrato infantil. “
    Ese estudio como absolutamente todos los estudios serios sobre el tema establece que la monoparentalidad, al igual que los problemas psicológicos (ansioso-depresivos, etc), económicos y educacionales es un factor de riesgo del maltrato.
    Y cuando digo que todos los estudios semas relacionan maltrato con monoparentalidad quiero decir todos.
    Maria Victoria. Zunzunegui dice en su estudio: “Los resultados, coincidentes con
    los resultados de estudios previos de enfoque más limitado indican que el riesgo de maltrato infantil es más elevado en las familias monoparentales, cuando la madre es adolescente o muy
    joven, cuando existe un número elevado de hijos y cuando el nivel de instrucción de la madre es bajo.”
    O sea que habla de maltrato, de familia monoparental y de madres. Los tres van íntimamente asociados.
    Tambien dice:
    “Dada la importancia del factor de la familia monoparental, parecía conveniente probar interacciones entre el hecho de ser familia mono o biparental y los factores de riesgo económicos y de apoyo social.”

    y añade:

    “Las mujeres mayores, el bajo nivel de estudios , la monoparentalidad y un número elevado de hijos son las variables más significativamente asociadas al maltrato infantil.”

    Por tanto monoparentalidad y sexo femenino del progenitor van íntimamente ligados a maltrato infantil.

    En otro momento añade: “Este trabajo confirma la importancia en nuestro país de algunos de los factores de riesgo ya conocidos en la bibliografía internacional sobre el maltrato infantil: la familia monoparental, el bajo nivel de instrucción y el número de hijos”
    Y para acabar también dice:
    “En la casi totalidad de las familias monoparentales, el cabeza de familia es una mujer. Para estas mujeres, se observa un efecto independiente y protector del apoyo social percibido. Las
    mujeres que no cuentan con este apoyo están en mayor riesgo de maltratar a sus hijos(18).”

    Por tanto esta demostrado que el maltrato infantil imayoritariamente lo realizan mujeres que viven en hogares monoparentales.

    Y perdón por extenderme.

    Se que el tema a muchos no les interesa

    1. @G.M.

      Te agradezco que hayas citado la fuente para hablar de relación entre familia monoparental y maltrato. Ahora bien, si se trata de quince veces más como apuntaste en el comentario anterior, necesitaré el número de página. Por supuesto habrá familias monoparentales que lo sean por elección, pero muchas otras es porque no hay otro remedio: porque su compañero ha muerto, la ha abandonado, está en la cárcel, etc.

      No es que el tema no nos interese, es que no es el que toca en la entrada. Tengo que pedir que no se desvíen del tema porque de otro modo invariablemente se termina siempre hablando de divorcio, custodia y temas relacionados. Que son importantísimos, pero que se han tratado extensamente en otros lugares, mientras que varios de los temas que yo traigo rara vez han recibido tratamiento desde una perspectiva de género que no sea la feminista.

  13. De todos modos y aunque es una evidencia constatada científicamente que mayoritariamente el maltrato infantil lo protagonizan madres viudas o divorciadas que viven en hogares monoparentales no quiero transmitir la idea equivocada de que todas las madres lo sean.
    Y quiero recordar que tradicionalmente las madres se han dedicado fundamentalmente a cuidar, alimentar y proteger a sus hijos. Pero es tan evidente que no hace aportar sobre ello dato o estadística alguna
    De todos modos, para que no se me acuse de machista o misógino, y ya que tu Carlos has mencionado el caso de esa madre de los mártires que enviaba a sus hijos a asesinar civiles quiero recordar otro caso en un ambiente geográfico cercano.
    Todos sabemos que en Israel es muy frecuente que algún palestino coja algúna excavadora o buldozer y ataque y mate a conductores y viajantes de autobuses de modo indiscriminado. Este mismo año ya han sido varios de esos atentado.
    En el 2008 un palestino envistió el coche en el que iba una joven madre israelí que iba con su bebe.
    Ella en lugar de protegerse lo envolvió con su cuerpo y lo salvo.
    La madre murió pero el pequeño sobrevivió.
    Cuando das los datos de la mujeres israelis que son tropa y las que son oficiales yo te recordaría Carlos que todas ellas van al ejercito de modo obligado independientemente de la profesión.
    En Israel ninguna mujer se libra de ir a la mili por ser mujer, ni siquiera rica o guapa.
    El motivo es obvio. Israel fue atacada por 5 países tan pronto como se fundó y por ser claramente inferior en número tuvo que reclutar a civiles para formar su ejercito sin importar ni la edad ni el sexo y esa tradición se mantiene.
    En Occidente en cambio, nuestros ejércitos lo componen profesionales, o ….., como se prefiera. Nunca son por ello ejércitos compuestos por el pueblo.
    Tener un ejercito entera y netamente profesional como tienen los americanos y las americanas nos permite criticar todos los días a Israel.
    Si, a ese país que manda a sus civiles, a que cumpla un servicio militar obligatorio que nosotros ya no tenemos.
    Eso nos permite lo mismo que a las americanas votar si a la guerra y luego verla…… por televisión.

    1. @G.M.

      Volvamos a la frase original que dejé en el blog Personas, no género:

      «Creo que con respecto a la pregunta que haces en el artículo, la idea de igualdad que veo en cuestiones de género cada vez me recuerda más a las cifras del ejército israelí: Las mujeres constituyen un 33% de todo el ejército pero son el 51% de los oficiales y sólo el 3% de las tropas de combate.»

      http://www.idf.il/1086-14000-EN/Dover.aspx

      Mi comentario no fue para criticar al ejército de Israel. Lo que dije es que cuando se habla de igualdad en Occidente, parece que su consejo se asemeja a la composición de este ejército. Es decir, las mujeres han de ser la mitad en los puestos de dirección de empresas independientemente de si hay menos mujeres que hombres solicitando dichos puestos (llevo pidiendo esta información de solicitudes masculinas vs femeninas en todas las áreas y con cientos de investigaciones que hay nadie ha intentado averiguar estos datos). Sin embargo, cuando se trata de los trabajos más desagradecidos, a nadie le interesa hablar de ese «sótano de cristal». Ahí que el mercado sea quien regule. Si las mujeres están infrarrepresentadas, a nadie le parece un problema que haya de atajarse con la misma urgencia. Me pareció una comparación acertada y alejada del debate Israel/Palestina. Podría haber nombrado a un ejército de otro país con la misma composición y el resultado sería el mismo.

      En el resto de tu comentario, sin embargo, te presentas claramente en favor del bando israelí. Personalmente me da igual que cada uno defienda el bando palestino o israelí, pero como dije, no quiero que esto se convierta en una discusión Israel/Palestina, porque no es de lo que trata este bitácora y seguro que hay lugares donde se pueden tener mejores conversaciones sobre el tema.

      No puedo evitar la sensación de que cada vez que encuentras una oportunidad intentas desviar todas las conversaciones al tema que realmente quieres tratar, sea el maltrato infantil, la cuestión israelí/palestina, o cualquier otro. Te pido que no vuelvas a hacerlo, porque el patrón ya se ha repetido varias veces.

  14. Super final del comentario de ENRIC CARBO,basado en lo investigado por warren farrell,de porque los hombres arriesgan tanto por ganar dinero,¿y quien se beneficia de tu hombria?,ya todos sabemos quien…ah CARLOS RODRIGUEZ,felicitaciones,y este es mi facebook-ulises.morales.9659-,para que me envie mensaje de un nuevo post,y si por quiere agregarme como friend…saludos a todos

    1. Gracias Ulises, bienvenido. No tengo perfil de Facebook, pero en el futuro quizá abra una página para el blog. Lo único que me detiene por el momento es la falta de tiempo.

  15. Un tema muy IMPORTANTE que deberia debatir sr.CARLOS RODRIGUEZ,y que a todos y a todas,que es el mas claro ejemplo,sobre la aduccion del sexo MASCULINO,desde el inicio y hasta el presente de nuestros tiempos(siglo 21 la era de la TECNOLOGIA),y que es! el ramo o area de la construccion,ya es sabido que muy en el pasado las viviendas eran,cuevas,piramides,y que todo fue construido solo por HOMBRES,en el presente,casas,edificios,tuberias de drenaje,todo lo construido en el mundo fue por HOMBRES,los que estan HORAS,bajo rayos de sol por horas,un claro y mundial abuso hacia el sexo MASCULINO,por todas y tontamente hasta por nosotros LOS HOMBRES,un super ejemplo es el anuncio en carreteras fabricado mundialmente obvio en cada idioma respectivo,MEN WORKING(hombres trabajando),cuando veremos WOMEN WORKING(mujeres trabajando en construcciones),en muchas otras areas donde se abusa del sexo MASCULINO,en trabajos pesados porque medicamente ningun cuerpo,femenino y masculino estan diseñados para levantamientos pesados.

  16. Hola un tema muy interesante aunque me parece muy arriesgado decir que las mujeres no participaban completamente en la edificación de los edificios a lo largo de la historia.

    Desde luego es necesario la inclusión de la mujer en la construcción actual en igual medida que el hombre.

    Aprovecho para decir que lo que me parece machista en los comentarios es defender como causas biológicas los prejuicios tradicionales sobre un supuesto temperamento o comportamiento masculino.

    1. A otro que hay que explicarle el tema del dismorfismo sexual humano. Luego me pregunto por que no en aras de esa supuesta igualdad no se te ocurre pedir también que haya mas hombres trabajando en la educación, los servicios médicos, la universidad y más mujeres en puestos de combate del ejercito o en la cárcel.
      Aprovecho para decir que estamos un poco hartos de que se califique como machista cualquier opinión que disienta del pensamiento políticamente correcto.

      Carlos Rodríguez: Jose no es feminista ni políticamente correcto. Si estás en desacuerdo con él puedes desarrollar tus argumentos de forma respetuosa y sin ser condescendiente.

      1. Hola
        si quieres dirigirte a mí hazlo con respeto, si no mejor no te dirijas a mi o pediré al moderador que no podamos cruzar comentarios que es lo que he echo con cada persona que se ha pensado que este foro es carta blanca para tocar los huevos.

      2. jose,
        la mala educación no solo está en las malas formas: se puede faltar el respeto con lo que se dice, aunque se diga con ponderadas palabras y sin recurrir al exabrupto. También así se «puede tocar los huevos». Fuiste tú (a no ser que se trate de un tocayo tuyo, pero juraría que no) quien quiso dar a entender a quien te leyere que para mí las feministas son terroristas. No recuerdo que me pidieras disculpas por semejante desbarre, pero aquí estás, pidiendo respeto a otros comentaristas. No quise incidir en el asunto y tú te fuiste de rositas. A Carlos le perdoné en aquel momento lo que considero una pequeña injusticia, o un error cuando menos, pues todos (yo y tú incluidos, por supuesto) cometemos errores, y porque la moderación que hace Carlos es, o me parece, casi siempre acertada. Y porque su labor y este blog son dignos de encomio, por encima de cualquier despiste o error. Y saco esto a colación porque a colación sacas tú lo del respeto, aunque te dirijas a otra persona, y porque me parece que en tus palabras puede haber una alusión a quien suscribe. Por mí, sigues estando a tiempo de pedirme las debidas disculpas. Las aceptaré gustoso, y, si lo deseas, podremos volver a dirigirnos la palabra.

        Saludos.

      3. @Isidro

        Siento que cometiera una injusticia en la moderación, pero me alegro de que entiendas que si esto ocurre no se trata de algo personal sino de un descuido. A veces se me acumulan hasta 15 comentarios y algunos los apruebo con un vistazo superficial.

        @Todos

        Si ninguna de las partes está dispuesta a la reconciliación, voy a pedir que cerremos el asunto aquí y no se vuelvan a cruzar comentarios entre los presentes. El tiempo que invierto en la moderación me resta de escribir artículos, y a ustedes de seguir escribiendo comentarios de gran calibre como de costumbre hacen.

    1. Gracias por tu interés, Daniel. Puedes publicarlo sin problema.
      Si en el futuro quisieras publicar otros, siempre que se incluya el nombre del autor y un hipervínculo al artículo original puedes publicarlos sin pedirme permiso.

  17. El feminismo ya ha dado con la clave para erradicar el hambre en el mundo:

    “La seguridad alimentaria y la reducción de la pobreza están fuertemente vinculadas con la visión de género. Según la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), si las mujeres tuvieran el mismo acceso a los recursos productivos que los hombres, el rendimiento de sus explotaciones agrícolas aumentaría entre un 20% y un 30% y la producción total de los países en desarrollo lo haría entre un 2,5% y un 4%. En consecuencia, asegura la FAO, el número de personas hambrientas en el mundo se vería reducido entre un 12% y un 17%. “El cierre de la brecha de género en la agricultura generaría beneficios considerables para el sector agrícola y la sociedad”, advierte.”

    http://www.publico.es/sociedad/tierra.html

    1. Después del desastre de los microcréditos deberían haber aprendido que la división sexual del trabajo no es una medida “moral” (que hace el hombre porque es malvado y opresor), sino una adaptación al medio porque funciona pese a que pueda tener sus abusos, como todo sistema. Esto de pensar que saben mejor que ellos es la herencia racista y neocolonialista de superioridad cultural occidental.

  18. Recuerdo haber leído el libro de Yunus (Hacia un mundo sin pobreza) en la Universidad, y uno de sus principios a la hora de iniciar el tema de los micro créditos era otorgarlos a la población más pobre de la India, pero ni siquiera a toda la población más pobre, sino que sólo a la mitad, y de esa mitad, sólo el 50% de los receptores serían mujeres. Pronto descubre que la población más pobre resultó ser femenina. Y esto se debía a que existía una tremenda brecha de participación entre hombres y mujeres en los asuntos económicos en la época (desconozco si aún es así). Vale decir, la escasa o nula participación que tenían las mujeres en el ámbito laboral y económico, es lo que las hacía eternamente dependientes de los hombres o pobres por no contar con el apoyo masculino para su sustento. Finalmente, la mayor parte de los receptores serían mujeres, pero no porque la idea haya surgido como una forma de discriminar a los hombres. De hecho es que ésta idea ni siquiera surge de un feminista. Yunus no era feminista en los 70, o al menos él lo deja bien claro en su libro.
    No recuerdo haber leído que se tratara por «superioridad» o alguna capacidad especial para administrar el presupuesto familiar de las mujeres, pero sí se destacaba que las mujeres destinaban más dinero a la satisfacción de necesidades familiares.
    Cuando leí ese libro no me pareció que utilizara «excusas para excluir a los hombres» sino que era presentado como una estrategia para disminuir una inequidad existente que se asocia a una estructura social que no favorece la autonomía o independencia femenina. Es decir que el microcrédito surge en una realidad que ya era desigual y descriminatoria hacía las mujeres, quienes en muchos casos, ni siquiera habían tocado el dinero.
    Ahora, la afirmación que «la división sexual del trabajo no es una medida “moral” (que hace el hombre porque es malvado y opresor), sino una adaptación al medio porque funciona pese a que pueda tener sus abusos…», es bastante arriesgada, particularmente porque eso mantuvo durante mucho tiempo a gran parte de la población excluida de un desarrollo autónomo en el ámbito económico, y eso resulta bastante limitante, como ya sabrán, y no funcionó en muchas sociedades, o al menos no en la India.

    1. Gracias Olga. Es un tema complicado, pero no estoy seguro de que el hecho de que una mujer no participe en los asuntos económicos (más allá de la administración del hogar) la haga necesariamente pobre. Pongamos por ejemplo una mujer cuyo marido es rico, pero ella no gana el dinero. Eso no la convierte en pobre. Podríamos decir así que lo que existen son familias ricas y pobres, independientemente de si ellas trabajan o no.

      En el caso de los sin techo, la mayoría en los países tanto desarrollados como en vías de desarrollo son hombres (p. 98 del documento).
      http://tinyurl.com/p9ahxkd

      Pero incluso ignorando mis objeciones, lo que está claro es que la iniciativa de Yunus fue rápidamente cooptada y atada a un discurso de género excluyente. Sólo hay que leer el artículo de El País que cito en la entrada:

      http://elpais.com/diario/2008/06/10/sociedad/1213048801_850215.html

      No estoy diciendo que la división sexual del trabajo me parezca bien, sólo intento decir que no se aplicó para discriminar a las mujeres. Otra cosa claro es que con el paso del tiempo se convirtiera en un esquema rígido en el que hubiera abusos, y con el que los hombres también saldrían perjudicados (véase la tasa de muertes laborales), pero forma parte del sistema que otorga al hombre un mayor estatus y a la mujer una mayor protección. De todas formas esta división sexual del trabajo nunca impidió a las mujeres participar en sectores de la economía como el comercio, la industria y por supuesto la agricultura.

      http://www.tdx.cat/handle/10803/133706

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